Hacía cuatro meses que Dembélé no podía vestirse de corto, calzarse las botas y saltar al terreno de juego a disputar un encuentro. Mucho tiempo ha pasado desde la maldita lesión en el Coliseum Alfonso Pérez, ante el Getafe, que lo apartó de la dinámica de trabajo.

Ese 16 de septiembre se confirmaba la peor de las noticias, y es que el francés sufría una rotura del tendón del bíceps femoral de la pierna izquierda. Fue intervenido en Finlandia y, desde entonces, no ha habido día en que el trabajo no haya sido su prioridad.

Llegó este verano por un alto precio y en la Ciudad Condal se le esperaba con ganas de verlo triunfar y de hacer olvidar, ya del todo, el fenómeno Neymar. Pero no pudo ser, y es que poco pudo jugar hasta la fecha.

La Copa, su primera oportunidad

Llevaba poco en el equipo, pero Valverde ya lo había hecho jugar en Champions (contra la Juventus en el debut en casa) y en Liga. Solamente le faltaba la Copa del Rey para completar el trio de competiciones y, este jueves, llegó su oportunidad.

Dembélé se lesionó en Septiembre ante el Getafe

El equipo viajó a Vigo sin muchos de los protagonistas (Messi, Suárez, Iniesta,...) por lo tanto llegaba la hora para aquellos jugadores menos participativos. Y no lo hicieron del todo mal, incluso Arnáiz, el referente del filial, se coronó como uno de los mejores. Aun así, el Celta no ponía las cosas fáciles y el centro del campo, con André, Denis, Paulinho y Busquets, parecía estancarse.

El técnico estaba decidido en hacer regresar a Dembélé al césped, para ir cogiendo ritmo y prepararse para el mes tan complicado que le viene al Barcelona. Todo apuntaba a que sería el recambio para una de las piezas del centro, como lo había hecho Rakitic segundos antes, pero Arnáiz se dolió muscularmente y tuvo que ser sustituido.

La delantera lo espera

Tan sólo pudo disponer de 20 minutos, pero el delantero los aprovechó al máximo: desequilibró y se plantó solo, en más de una ocasión, ante Sergio, el guardameta del Celta. La más clara la tuvo en el minuto 84, cuando encaraba a la pareja de centrales, Sergi Gómez y Fontàs, pero no pudo terminar la acción.

El equipo regresó con el 1-1 a casa, con una leve ventaja de cara a la vuelta, ya que obliga a los de Unzué a tener que anotar en el Camp Nou. Aun así, el Celta ya advirtió en Liga que sabe hacer muy bien las cosas y que no se empequeñece en el feudo azulgrana, donde consiguió arrancar un 2-2 el pasado diciembre.

Quizás ya será el momento de ver a Dembélé saltar al césped de titular, puesto que este domingo la Liga regresa con el enfrentamiento ante el Levante, una nueva oportunidad para que el francés empiece a coger ritmo y dinámica. Messi y Suárez ya esperan la pieza que falta del tridente, pues tras las lesiones de Paco Alcácer y Deulofeu necesitan un tercero que haga estallar la pólvora.