El destino en muchas ocasiones es caprichoso y los sorteos también. Un claro ejemplo ha sido el que se ha celebrado está mañana en la Ciudad Deportiva de la RFEF en Las Rozas para determinar los cuartos de final de la Copa del Rey. Tan caprichoso, que ha juntado al Espanyol y al Barça en la misma eliminatoria, con lo que tendremos un nuevo derby catalán. Para más inri, José María Calzón, delegado del Espanyol, ha sido el encargado de sacar la bola del eterno rival cuando anteriormente ya había salido la de su equipo. 

Es la segunda vez en dos años que pericos y culers se ven las caras en esta fase de la Copa. En el año 2016, el gato al agua se lo llevaron los azulgranas tras vencer 4-1 en el Camp Nou y 0-2 en el RCDE Stadium. Además, aquella eliminatoria fue desastrosa para los blanquiazules, pues la presión mediática realizada por los medios barcelonistas y lo duro que fueron aquellos encuentros -hubieron peleas hasta en los túneles de vestuarios- provocó un desgaste en la plantilla perica que duró hasta el final de temporada.

La ida será la próxima semana y se disputará en el RCDE Stadium, mientras que la vuelta se jugará la semana del 22 al 28 de enero en el Camp Nou. 

Probablemente, esta eliminatoria no será muy celebrada en el Espanyol. No por los resultados y por el juego de los espanyolistas en las últimas fechas, sino por el posible ambiente que se vivirá en la entidad ante la más que posible marcha de Quique Sánchez Flores, técnico de los pericos, al Stoke City inglés. Todo apunta que el del domingo frente al Atheltic Club será el último partido del preparador en el banquillo blanquiazul, y su sustituto deberá estrenarse frente al Barça con apenas tiempo para conocer la plantilla y preparar el encuentro.

Esta eliminatoria, también, podría suponer el debut de Coutinho con el Barça. Si sucediese, el debut del brasileño sería morboso pues lo haría frente su ex equipo -el Espanyol- y con quien debutó en la Liga española. Además, será la vuelta de Ernesto Valverde a un feudo perico, pero no al que fue suyo pues fue entrenador perico cuando los blanquiazules jugaban en el Olímpico de Montjuic, lo que supondrá reencontrarse con su antigua afición.