No está siendo la mejor temporada del Villarreal ni mucho menos. Hacía muchísimo tiempo que los de Castellón no eran tan irregulares durante la temporada. Tanto ha sido así que incluso llegaron a destituir a Fran Escribà en los primeros meses de competición, sustiyéndolo Javier Calleja

Esta irregularidad se puede ver perfectamente en las últimas semanas. El submarino amarillo llega al RCDE Stadium (domingo, 18:30 horas) con una necesidad enorme de ganar tras caer derrotado en sus últimos tres encuentros -2 de Liga y uno de Europa League-. Y han sido derrotas duras anímicamente, pues han sido frente al Betis (2-1), frente al Alavés en el Estadio de la Cerámica (1-2) y la última frente al Olympique de Lyon en Europa. 

De hecho, su última derrota ha sido la más dura. El 3-1 recibido en Francia le pone las cosas muy complicadas para seguir vivo en la Europa League, competición en la que el Villarreal había depositado muchas ilusiones tras haberse quedado en otras ediciones a las puertas de la final. 

Ciertamente, los de Calleja cuajaron un muy mal partido en Lyon y demostraron una fragilidad defensiva preocupante frente a atacantes complicados de defender como Mariano, Fekir o Memphis Depay. 

Ahora bien, a pesar de esta mala dinámica que atraviesan, los amarillos son quintos en la clasificación, de tal manera que si la Liga terminará hoy jugarían en Europa la temporada que viene. En todo caso, el colchón de puntos que tienen no es muy fiable por lo ajustada que está esta campaña el campeonato liguero, teniendo a 11 equipos en 11 puntos (del 5º al 15º).

Por lo tanto, vencer frente al Espanyol en el RCDE Stadium se ha convertido casi en una obligación para el Villarreal, pues en caso de no vencer podrían verse desplazados en la clasificación fuera de la zona europea.