Carles Planas no está teniendo una temporada muy agradable ya que desde el principio de temporada se ha perfilado como el cuarto carrilero del equipo por detrás de Mojica, Maffeo y Aday Benítez. Este martes, Planas tiene la oportunidad de volver a aparecer en el once titular del Girona debido a la lesión de Aday y las molestias de Mojica que no les permitieron entrar en la convocatoria. Se han dado todas las variables para que Planas disfrute de su primer partido completo esta temporada ya que hasta ahora sólo había disputado 76 minutos repartidos en tres partidos.
Pero el destino ha querido que este partido sea contra su exequipo, el Celta de Vigo. Cuando Carles Planas vio que no tuvo oportunidad de ganarse un puesto en el primer equipo del FC Barcelona después de salir de La Masia, tuvo que buscarse la vida. El Celta fue el equipo que confió en él. En el Celta de Vigo estuvo tres temporadas, desde el 2014 al 2017 disputando un total de 59 partidos entre todas las competiciones. Entonces llegó el Girona. El conjunto de Machín certificó el ascenso la pasada temporada y empezó el mercado de fichajes con el objetivo de crear una plantilla competitiva para la máxima categoría española manteniendo los jugadores más esenciales del ascenso.
Planas fue una de las opciones para reforzar la posición de carrilero y finalmente se completó el traspaso. Pero el lateral catalán nunca se ganó la confianza de Pablo Machín y se convirtió en la última opción de su posición. Ahora le llega la oportunidad de demostrar al técnico soriano su valía y recordar a aquel Planas que destacaba en el filial culé. Para hacerlo tendrá que enfrentarse al equipo que le dio la oportunidad de debutar en la mejor liga del mundo, el Celta de Vigo.