José Luis Morales (30 años) regresa a casa. Sí, el mejor jugador -y capitán en algunas ocasiones- del Levante se crió en Getafe desde bien pequeño, dejando ya sus píldoras de talento por el barrio de San Isidro o en el polideportivo de Las Heras.

Esa calidad de pronto la disfrutaron en el mítico equipo de Brunete. Sin embargo, sería por poco tiempo, ya que en 2006 pasaría a formar parte de la Agrupación Deportiva Parla. Allí, tras cuatro temporadas, llamaría la atención a los ojeadores del Fuenlabrada, firmando por el cuadro "kiriko". Le bastó una única campaña para abandonar por vez primera la Comunidad de Madrid, poner rumbo a la Comunitat Valenciana y fichar por el Levante.

Con el conjunto granota se estrenaba en el 2011 con el filial. Poco a poco fue haciéndose hueco en el equipo que militaba en la Segunda B. De nuevo, su buen nivel pero las pocas oportunidades con el primer equipo le hicieron buscarse una cesión. Con el Eibar lograría el ascenso a Primera División, siendo figura clave con 38 partidos, tres dianas y cinco asistencias. Unos números que le posibilitaron volver y convertirse en el Comandante del Levante.

A partir de la 14/15, Morales no ha soltado el pie del acelerador, yendo sus registros in crescendo. Incluso cuando el equipo bajó a Segunda División, él no se bajó de 'su' barco a pesar de las numerosas ofertas jugosas que le llegaban. Rechazadas todas, y metido ya en el fango, sacó a flote al Levante, regresando a La Liga tan solo un año después (40 encuentros, cuatro tantos y cuatro pases de gol).

En la presente campaña (liga y Copa) suma 28 partidos, siete goles y cinco asistencias

En el presente curso, y aunque el cuadro granota se encuentra en horas bajas desde hace varios meses, el Comandante Morales sigue luchando en las trincheras por sacar con vida a su Levante. Actualmente acumula 28 duelos (entre liga y Copa), con siete goles y cinco asistencias. Un jugador que tiene una gran riqueza táctica. Emplea ambas piernas sin problema alguno. Se mueve por la derecha como por la izquierda. Tanto de extremo, de mediapunta, como de lateral. No obstante, donde se siente más cómodo es en el costado izquierdo, trazando las diagonales hacia dentro, dejando su carril libre para la subida del lateral. De ese modo, librado ya de su par, busca su gran golpeo que posee, uno de sus grandes puntos fuertes.

Son ya 15 partidos en liga los que acumula el Levante sin saborear las mieles del triunfo. El fin de semana estrenarán entrenador en Getafe. Y será allí donde Morales, lugar en el que se crió de pequeño, querrá cerrar el círculo. Él es la gran esperanza de los levantinistas para la permanencia. Nunca les abandonó, y tampoco lo hará ahora.