Sevilla FC y FC Barcelona empataron en uno de los partidos más emocionantes de la temporada. Los de Nervión llegaron a poner al líder de la Liga contra las cuerdas imponiéndose por 2-0 durante gran parte del partido, pero el último arreón culé terminó por tirar por la borda todo el trabajo sevillista. Los goles de Luis Suárez y Leo Messi durante los últimos tres minutos del partido, decantaron una balanza que parecía que se decantaba para los hispalenses. Con este empate el conjunto culé mantiene su cartel de invicto y sigue manteniendo una buena renta de puntos ante el segundo clasificado.

La visita al feudo sevillista obligó a Ernesto Valverde a no prescindir de su once de gala, con excepción de Leo Messi en el banquillo por precaución, el extremeño apostó por un equipo muy ofensivo pero muy arropado en su 4-4-2. Ernesto Valverde apostó por su XI de gala formado por: Ter Stegen; Sergi Roberto, Umtiti, Piqué, Jordi Alba; Rakitic, Paulinho, Iniesta, Coutinho; Dembélé y Luis Suárez. La punta de ataque sería el puesto con más variaciones durante el partido, ya que tanto como Coutinho y Dembélé se alteraron acompañando a Luis Suárez en la delantera. El objetivo de Ernesto Valverde era llegar a poblar el centro del campo con hasta cinco jugadores en algunas fases del partido, intentando sobreponerse a los hispalenses en la medular. Por su parte, Montella se encontraba ante su primera piedra de toque de cara a la final de Copa, para ello contó con: Sergio Rico, Mercado, Kjaer, Lenglet, Escudero; Nzonzi, Banega, Mudo Vázquez; Navas, Correa y Muriel. Un equipo titular pese al importante duelo del próximo martes frente al Bayern de Múnich.

El Sevilla golpeó primero

El Ramón Sánchez Pizjuán se vestía de gala para dar comienzo al mejor partido de la jornada. El Sevilla salió claro con su cometido, incomodar al Barça en la salida de balón con una presión alta y aprovechar sus oportunidades a la contra. Sin embargo, la primera ocasión del partido corrió cuenta de Luis Suárez, que puso a prueba a Sergio Rico tras una buena jugada personal. Un error del propio Sergio Rico en la entrega ocasiono una posterior ocasión para Andrés Iniesta, que probó fortuna con ‘globo’ que salió desviado. El Barça se encontraba muy cómodo con el balón y tuvo una tercera ocasión clara en los pies de Luis Suárez.

El Sevilla se fue despertando de su letargo inicial llegando a disponer de ocasiones para ponerse por delante en el marcador. Joaquín Correa tuvo la ocasión más clara en su cabeza pero el remate salió desviado por el palo derecho de la portería de ter Stegen. Los de Montella seguían atosigando a un Barça, que no terminaba de encontrarse cómodo en el partido y donde la mayoría de ocasiones llegaban por la parte sevillista. ‘El Mudo’ Vázquez certificó la superioridad sevillista en el minuto 36, finalizando una gran jugada colectiva dentro del área poniendo el 1-0 en el marcador. Tras el gol, el Sevilla se volvió una muralla defensiva, cerrando todos los espacios entre líneas e impidiendo a los azulgranas encontrar el camino del gol. Gerard Piqué, justo antes del descanso, puso en vilo a todo Nervión con una jugada dentro del área que se marchó tras un remate poco ortodoxo del central.

Los cambios resucitaron a un Barça deshauciado

Todavía el público no había ocupado sus asientos cuando el segundo  gol del Sevilla abrió la segunda parte. Muriel aprovechó un rechace dentro del área parar terminar batiendo a ter Stegen y poner el 2-0 en el marcador del Ramón Sánchez Pizjuán. El Barça se encontraba completamente desubicado y el Sevilla no tardó en volver a sacarle los colores a la defensa azulgrana, pero esta vez ni Jesús Navas ni Franco Vázquez estuvieron acertados. Ernesto Valverde con media hora por delante, recurrió al comodín de Leo Messi. El argentino entro en sustitución de Dembélé en el minuto 57, con la intención de cambiar el devenir del encuentro.

El Barça no pierde un partido de Liga desde el 8 de abril de 2017

La entrada de Leo Messi fue como agua de mayo para un FC Barcelona que se encontraba a la deriva en el partido y que vio en el diez la única opción de remontar un partido imposible. Entrados en el ecuador de la segunda mitad, el encuentro se convirtió en un auténtico ida y vuelta, que no terminaba de beneficiar al conjunto culé que veía el daño que le causaban los andaluces a la contra. El Sevilla terminó encontrando en la banda izquierda culé una autopista desde donde llegaron sus mejores ocasiones durante la segunda parte.

Los azulgranas no terminaban de inquietar al Sevilla durante el tramo final pese a los cambios. Valverde dio entrada a Denis Suárez y Alcácer con la intención de sumar jugadores en el ataque y terminar desbordando a la defensa hispalense. Ivan Rákitic avisó con un gran cabezazo, pero el palo privó del gol al croata. Tan solo un minuto más tarde, Luis Suárez recortaría distancias tras rematar un balón dentro del área en la salida de un córner.

Finalmente, cuando todo parecía perdido, en el minuto 89 apareció Lionel Messi. El diez azulgrana apareció desde la frontal sacándose un tiro imposible para Sergio Rico y que silenció el coliseo sevillista. En tan solo dos minutos el Barça había igualado la contienda asiendo valedor así del cartel de invicto que posee. Así terminó el partido en un Pizjuán que terminó atónito con el desenlace que había tenido un encuentro que hasta el minuto 87 tenían ganado por 2-0. Con este empate, el conjunto azulgrana suma ya 37 jornadas consecutivas sin conocer la derrota en Liga y sigue invicto en la presente Liga.