El Espanyol anunció ayer la destitución inmediata tanto del entrenador del primer equipo, Quique Sánchez Flores, como del director deportivo, Jordi Lardín, debido a los malos resultados que ha ido acumulando el equipo barcelonés durante este último mes. 

Y es que la última victoria del equipo perico ocurrió hace más de un mes cuando consiguió derrotar en el RCDE Stadium a la Real Sociedad por 2-1. Desde ahí, el equipo encadena cinco partidos sin ganar ni anotar ni un solo gol. El único partido del que los pericos consiguieron algún punto fue el insuficiente empate en casa contra el Deportivo Alavés. 

Quique Sánchez Flores llegó hace dos temporadas con el objetivo de ser el comandante del barco perico en su ambicioso proyecto para volver a colocar al Espanyol en la órbita europea. Dos años después, dicho objetivo no ha sido cumplido, sino todo lo contrario. Los pericos se encuentran en una situación muy delicada mirando con mucho cuidado el borde del descenso. La primera temporada de Quique estuvo marcado por una grandísima defensa y una notable efectividad de cara a portería y el equipo acabó octavo dejando muy buenas sensaciones y el sueño de volver a Europa se acrecentaba para la próxima campaña. 

En verano, se confeccionó una plantilla de mucha calidad para conseguir cumplir el objetivo, pero el resultado ha sido nefasto. Los refuerzos que suponían que iban a marcar la diferencia no han estado a la altura y han tenido que tirar del equipo los pilares del año pasado. Además, Quique recibió una importante oferta del Stoke City en enero y punto estuvo el técnico madrileño de dejar tirado al equipo perico, pero finalmente no llegó a un acuerdo con el club inglés y se quedó dirigiendo al equipo catalán. La campaña continuó y los buenos resultado llegaron con cuentagotas y de una manera muy irregular hasta que la situación se ha convertido en insostenible. El Espanyol ha pasado de ilusionarse con Europa a pelear por el descenso, y el club ha decidido prescindir de los servicios del técnico. 

Por su parte, Lardín llegó en noviembre de 2016 tras la destitución de Ángel Gómez, al que se le acusó de confeccionar una plantilla desequilibrada. Lardín, que se encargaba del resurgimiento de la cantera perica, ocupó el cargo y los resultados no han sido para nada favorables. Este verano se hicieron importantes esfuerzos por fichar jugadores de renombre y no han estado a la altura. 

Ambas destituciones han sido los primeros movimientos de cara a la próxima temporada, en la que el club perico espera que sea la de la vuelta a competición continental. El encargado de dirigir al equipo durante estos últimos cinco partidos será David Gallego, entrenador del filial perico. Sobre el nuevo director deportivo, el Espanyol no se ha pronunciado y esperará a final de temporada para hacerlo público.

Además, Gallego finalizará la temporada como entrenador del primer equipo y, seguidamente, se volverá a poner al mando del Espanyol B para disputar los play – off de ascenso a Segunda División B.