Entrevista. Eduardo Notario: "Donde se está fraguando más la persona es en el deporte"

El director de comunicación de la Fundación Brafa presenta su proyecto social de educación a través del deporte y analiza un mundo del fútbol contaminado por ciertas actitudes tóxicas.

Entrevista. Eduardo Notario: "Donde se está fraguando más la persona es en el deporte"
La Fundación Brafa es un referente a la hora de educar con el deporte. | Montaje: Santiago Arxé Carbona (VAVEL) / Fotografías: Eduardo Ariño (VAVEL)
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Por Santiago Arxé Carbona

La Fundación Brafa nació en 1954 como un proyecto a partir del cual inculcar los valores del deporte a los más pequeños. Desde entonces, la fundación ha hecho uso de diversos terrenos de juego en los que ha impartido sus clases y ha podido hacer sus actividades. Hace ya 49 años desde que se trasladaron a Nou Barris, donde han podido asentarse y crear una comunidad espectacular.

En uno de los barrios más desfavorecidos de Barcelona, Brafa es un oasis de ilusión para cientos de niños que acuden cada día a sus terrenos de juego. Gracias a sus becas, más del 60% de los niños que acuden a dicha escuela pueden disponer de una educación deportiva y ética de calidad que les sería inalcanzable en otros casos.

Los niños absorben los valores del deporte gracias a un plan muy estudiado que consta de diferentes etapas pedagógicas enfocadas a su correcto desarrollo y crecimiento. Con un enfoque serio y único, Brafa es clave en la vida de muchos de estos niños.

Eduardo Notario, director de comunicación, atendió a VAVEL y habló de las bases y fundamentos de la fundación, haciendo hincapié en que el cambio depende de todos. Su campaña “No Seas Hooligan” es ya famosa en toda España y, mostrando escenas que se viven cada fin de semana en partidos de niños, han logrado difundir parte de su mensaje y concienciar a un gran sector de la sociedad.

Pregunta. ¿Qué es Brafa?

Respuesta. La Fundación Brafa es una escuela situada en Nou Barris. Esta es una de las zonas más desfavorecidas de Barcelona en términos de becas comedor adjudicadas, tasa de desempleo en menores de 25 años, así como otros parámetros.

Llevamos a cabo una labor social a través de nuestra escuela deportiva. Tenemos, actualmente, alrededor de 320 niños y lo que hacemos es enfocar el deporte como un medio de integración y educación de estos niños. Tenemos un plan muy claro para educar.

P. ¿Cuáles son las iniciativas principales de Brafa?

R. Muchas instituciones dicen, con conciencia y mucho interés, que educan. Pero, a la hora de la verdad, algunos se quedan en la superficie. Al final lo que hace falta es un conocimiento pedagógico y una planificación que te permita tener un seguimiento con ellos.

Lo que hacemos es generar actividades para conseguir fondos que nos permitan sacar adelante esta escuela deportiva. Actualmente, algo más del 60% de los niños tienen beca, y el número en los últimos años ha ido ascendiendo.

Por otro lado tenemos SportMagister, un portal de educación en el que se incardina este plan de formación y todos los contenidos relacionados con educación y valores. Ha sido desde este portal donde ha emanado la campaña “No Seas Hooligan”.

P. A nivel pedagógico, ¿qué les diferencia del resto de iniciativas?

R. Sobre todo la planificación. El tener, por edades, un plan de formación que se tiene que ir trabajando de una manera concreta y muy precisa. Lo que tenemos que no tienen es un plan de formación.

P. ¿Cuáles son los resultados más inmediatos de este plan?

"Tenemos un plan muy claro para educar"

R. Para que te hagas a la idea… Nosotros tenemos niños inmigrantes y refugiados en la escuela que han pasado por un impacto muy fuerte de cultura. Con algún niño nos ha pasado que estaba muy mal en el colegio y, al cabo de unos meses de venir a Brafa, el educador social o los padres nos han dicho que estaba totalmente cambiado. Más responsable, haciendo los deberes, relacionándose en clase… Esto creemos que se consigue por nuestra labor pedagógica, pero también por la práctica del deporte.

P. ¿De dónde provienen las becas que hacen todo esto posible?

R. Nosotros tenemos cuatro actividades. Organizamos unas ligas, una actividad para mayores de 30 años, alquilamos nuestras instalaciones y, además, tenemos sponsors (Fundació CMJ Godó, Obra Social “la Caixa”, Fundación Repsol, Fundación Maria Teresa Rodó, Fundació Joaquim Molins Figueras, Fundación Paulino Torras).

De esta manera conseguimos los recursos que se destinan, íntegramente, a la educación de los niños. Todo lo que generamos va para mantener todas las actividades que llevamos y, sobre todo, becar, que este año han sido más de 54.000 euros.

Brafa pone campos y entrenadores al servicio de los niños | Fotografía: Eduardo Ariño (VAVEL)
Brafa pone campos y entrenadores al servicio de los niños | Fotografía: Eduardo Ariño (VAVEL)

P. ¿Cree que el deporte a veces queda un poco infravalorado en las escuelas, sobre todo viendo el papel que puede tener en el crecimiento de los niños?

R. Totalmente. Yo siempre pienso que el profesor de educación física es una especie de marginado. Va con chándal, no está en las clases… Y parece que tiene una función menos pedagógica. En realidad es todo lo contrario. Nosotros hemos participado en algunos seminarios sobre este tipo de cosas y me contaban que es vital decirles que tienen una labor importantísima; tal vez la más importante, porque es la más tangible de todas.

Es muy importante que un niño aprenda matemáticas, la clase de matemáticas es muy importante… Pero donde se está fraguando más la persona es en el deporte, que es donde aprenden lo que es la perseverancia, el respeto, el compañerismo, el espíritu de superación…

P. Probablemente lo que más conoce la gente sobre Brafa es la campaña de “No Seas Hooligan”. ¿De dónde nació esta iniciativa?

R. Nace de querer tener un impacto positivo en la sociedad. Vimos que es un problema latente y sería fácil construir una historia que hiciera empatizar a todo el mundo con ella. Desgraciadamente, es una situación que, quien más y quien menos, todo el mundo lo ha sufrido alrededor de este deporte. Además coincidió que, el primer video, fue especialmente sencillo porque los niños que lo protagonizaban habían sufrido algo parecido unas semanas antes.
La idea, en definitiva, nace de querer tener esa influencia positiva en la sociedad. Realmente no pensábamos llegar tan lejos, pero hemos ido viendo que hemos tenido un éxito y una influencia muy buenas. Por eso hemos continuado, y vamos a continuar.

P. ¿Puede ser incluso más importante educar al aficionado que al deportista?

"La idea, en definitiva, nace de querer tener esa influencia positiva en la sociedad"

R. Nosotros, en el fondo, estamos haciendo las dos cosas. Realmente, lo que nos preocupa de verdad es el deportista y es en lo que queremos marcar la diferencia. Sin embargo, no hay que educar esto mismo. Hay que educar al aficionado, sobre todo con la empatía.

Considero que la empatía es fundamental para progresar en educación del aficionado. Al final, el padre que se mete con árbitro, que suelen ser chicos jóvenes que lo hacen porque les gusta, tiene que pensar que ellos no se equivocan ni porque tienen manía a su hijo, ni porque quieren fastidiar a nadie. Lo hacen lo mejor que pueden y se equivocan, muchas veces quizás, pero como yo o cualquier otra persona.

Un árbitro, que tiene que ver tantas cosas en tan poco tiempo, lo normal es que se equivoque cinco, diez, veinte o cincuenta veces. Intentar comprender que un árbitro lo hace lo mejor que puede sería, desde luego, un buen inicio.

Eduardo Notario representa a la perfección los valores de la Fundación Brafa | Fotografía: Eduardo Ariño (VAVEL)
Eduardo Notario representa a la perfección los valores de la Fundación Brafa | Fotografía: Eduardo Ariño (VAVEL)

P. Al final no hay ningún trabajador que tenga a más gente juzgándole en su trabajo diario que un deportista.

R. Y los entrenadores pasan por lo mismo, y todo el mundo sabe mucho… Dominar técnicamente un deporte no es fácil. Hay unos conocimientos técnicos que no tiene todo el mundo. Muchas veces se mira un partido y cuesta interpretar todo lo que tienen que ver los entrenadores y futbolistas.

P. Hace poco salieron a la luz las declaraciones de André Gomes, que sufría en este aspecto más psicológico. ¿Deberían concienciarse todos los deportistas desde muy pequeños?

"Los medios están desarrollando un papel de concienciación muy importante"

R. Todo el mundo. De hecho, André Gomes es un jugador que yo siempre he admirado, sin ser del Barça, y ahora todavía más. Es un claro ejemplo de lo que estamos hablando. Se hace un fichaje por un jugador, una apuesta, con unas expectativas. Este jugador se comporta de manera profesional, entrenando cada día, y da el 100% de lo que tiene. Luego llega el partido, y por el factor que sea, no rinde al nivel esperado.

Lo lógico es que, cuando termine la temporada, se evalúe su rendimiento y se tome una decisión. Estás en uno de los mejores equipos del mundo, el nivel de exigencia es muy alto y hace falta competir por ganarlo todo cada año. Pero de ahí a que un aficionado, que no te ve entrenar, que no sabe por lo que pasas, emita un juicio, además contra un jugador de su propio equipo, te pite, te insulte, te ningunee… No se podría admitir nunca.

No quiero meterme con lo que hacen los aficionados que pagan su entrada, pero sí me gustaría que se tuviera respeto a las personas. Obviamente hay que evaluar el rendimiento de un jugador, pero pitar a un jugador, y a uno propio especialmente, me parece fatal. Es no entender que ese jugador lo quiere hacer lo mejor posible, y pitarle solo va a conseguir que lo haga peor porque va a estar más nervioso, va a tener más presión…

P. ¿Cree que el trato de los medios es el adecuado?

R. A mí me gusta bastante lo que veo en los medios sobre estos temas. Los medios están desarrollando un papel de concienciación muy importante. A nosotros, por ejemplo, nos están sirviendo de altavoz y se nota que están alineados con el fair play, con el respeto a los jugadores, los aficionados… Es una cosa que se anuncia con asiduidad, no pasan ni una.

También es verdad que en algunas ocasiones noto cierto morbo. Noto que se presentan los acontecimientos con cierta morbosidad. Imagino que llamar la atención es complejo y hay que buscar cosas que estimulen al lector u oyente, pero en ocasiones sí se peca de frivolidad.

Igual no hace falta poner imágenes de las peleas… O a lo mejor sí, porque hay que denunciarlo. Pero uno no sabe a veces si la gente entra en la noticia por la pelea o porque ha pasado algo que hay que denunciar. No es fácil. Creo que el periodista debe mostrar la situación como es… Pero puede que sí note algo de excesiva morbosidad.

La campaña
La campaña "No Seas Hooligan" ha tenido una gran acogida | Fotografía: Eduardo Ariño (VAVEL)

P. Su campaña ha tenido una respuesta muy grande. ¿Lo han notado de manera directa en la fundación?

R. Noto que ahora nos conoce más gente y han sido muchas las personas y entidades que se han acercado a nosotros para colaborar, saber más sobre nosotros y para hacer algún tipo de acción conjuntamente. También para servirles de expertos en algunas ocasiones para tratar temas, participar en tertulias, escribir artículos…

P. ¿Qué esperan del Mundial de Rusia y cuál debería ser el papel de las instituciones de cara a un Mundial que se presenta tan conflictivo?

R. Las instituciones son las que tienen el papel fundamental para darle la vuelta a esto. Hasta que no nos pongamos todos a una, no cambiaremos nada, empezando por cuando a uno mismo le toque ser el perjudicado. Hace unos días, en Bilbao, cuando hubo el incidente con los aficionados del Spartak… ¿Ahí qué tiene que hacer una entidad y una federación deportivas? Automáticamente, lo que habría que hacer sería sancionar a ese equipo. Y el equipo debería apoyar para erradicar esto, poniéndose del lado de la justicia, no de su propio equipo.

¿Cómo se solucionaría esto? Si un cierto país tiene unos aficionados que viajan y lo dejan todo patas arriba debería hacerse lo que ya se hizo con Inglaterra, dejando a ese país fuera del Mundial, o la competición que sea. No es tan grave no ir al Mundial, realmente, si se analiza el impacto positivo que podría tener una acción así.

Recuerdo, a principio de temporada, en la Supercopa de España, cuando Cristiano es expulsado y empuja el árbitro. El debate fue si le había empujado mucho, si le había empujado poco, si le toca, si no le toca… Le han sacado una segunda tarjeta amarilla y nunca se puede justificar un acto así al árbitro, dejando de lado lo que significa para los niños un ejemplo como Cristiano Ronaldo.

"Hasta que no nos pongamos todos a una, no cambiaremos nada"

El Real Madrid, automáticamente, se pone a recurrir esa sanción y a interpretar si un empujón así merece dicha sanción o no. Sé que es un tópico, pero a mí lo que me gustaría es que, de entrada, el jugador pida disculpas al árbitro y a los aficionados, algo que nunca ocurre, y que el Real Madrid, como institución, emita un comunicado pidiendo disculpas. Llegado el momento, incluso, que los clubes puedan añadir partidos de sanción a sus jugadores.

Creo que sería súper positivo decir: “Mira, se ha cometido este error, se ha pedido perdón… Y no pasa nada. Se cumplen los partidos de sanción y seguro que la próxima vez no lo volverá a hacer”. Falta este punto para acabar de dar la vuelta.

P. Probablemente el fútbol es el deporte que más sufre en este aspecto. En la NBA, por ejemplo, sí que suele haber multas de los propios equipos. ¿Qué le falta al fútbol o qué es lo que lo hace estar envuelto de tantas polémicas?

R. Es interesante. No sé si es un problema de raíz, si es el formato… En la NBA sí es cierto que tienen más medios. Pero no lo sé. Es algo que aquí nos preguntamos con frecuencia. ¿Qué tiene el fútbol que hace sacar lo peor de las personas? De entrada es un deporte colectivo y ocurren cosas que en los individuales nunca se dan, pero creo que es un tema casi cultural. Lo cerca que están los árbitros… Es complicado.