Jesús Navas y Joaquín Sánchez son dos de los estandartes más reconocibles de la historia, tanto en la del Sevilla FC, como en la del Real Betis Balompié. Dos jugadores que se criaron desde pequeños en un mismo equipo y que se hicieron después gigantes del Balompié, lejos de casa.

Jesús Navas

23 de noviembre del año 2003. Momento en el cual la historia del Sevilla comenzaría a escribir un nuevo capítulo en lo que a leyendas se refiere. Debutaba Jesús 'el duende los palacios' Navas frente al R.C.D Espanyol en un partido que finalmente los sevillistas acabarían perdiendo por 0-1. Sin embargo, aquella derrota traería consigo una de las mejores noticias para el Sevilla en todo el siglo XX.

El joven jugador se fue haciendo un hueco poco a poco, derribando gigantes a base de carreras por la banda y centros al corazón del área. Navas, cuando quiso darse cuenta, ya era un ídolo en Sevilla y así continuó siéndolo durante más de diez años, en los que consiguió todo tipo de trofeos en la época más dorada del club rojiblanco, incluido un mundial con la selección española.  

Sin embargo el dinero llamó a la puerta y Jesús abrió con más alegría que tristeza cuando el Manchester City le ofreció en 2013 ser uno de lo pilares fundamentales en el nuevo proyecto del equipo inglés. De esta manera el jugador decía hasta pronto a su Sevilla, para dar el gran salto en su carrera deportiva.

Su aventura en Inglaterra no fue del todo bien. Es cierto que ganó títulos con el City de Guardiola, Copas, Ligas... pero el protagonismo que esperaba el menudo jugador andaluz no fue tal a medida que iban pasando las temporadas. Y finalmente, decidió regresar en el año 2017 a la que siempre ha sido su casa, el Sevilla FC.

Joaquín Sánchez

Al niño del puerto le crecieron los dientes fintando en la Avenida de Italia. Desde muy pequeño llegó a la disciplina  bética y ya desde una edad bien temprana, destacó por su clase y elegancia a la hora de subir la pelota por la banda, tanto en el lateral diestro, como en el extremo.

Debutó con el Real Betis en el año 2000 y fue partícipe del éxito que llevó al Real Betis a conseguir la Copa del Rey en el año 2005 junto a otros muchos canteranos como Capi, Rivas, Juanito... Y fue precisamente tras este título, cuando las cosas empezaron a torcerse entre el jugador y el máximo mandatario por entonces del Real Betis, Manuel Ruiz de Lopera.

El empresario mostró su reticencia a la hora de vender al futbolista, que le había solicitado ser vendido en el verano de 2006. Tras un tira y afloja bastante épico donde Joaquín incluso llegó a ser enviado a Albacete como castigo por querer salir del club, finalmente acabó marchándose al Valencia, primer destino de los muchos que el gaditano ostentó desde entonces, siempre siendo embajador del Real Betis.

La exitosa etapa del Valencia, los mejores momentos de un Málaga de Champions... Y finalmente la Fiorentina, uno de los equipos más punteros de la liga italiana, fueron los destinos de Joaquín antes de decidir regresar a su hogar, el Real Betis, en el año 2015, el último día de mercado.

Tras su regreso muchos aventuraban un declive del futbolista. Un final anunciado donde el Betis iba a ser su cementerio. Sin embargo, los presagios a todas luces se equivocaron puesto que Joaquín, a sus 37 años, es uno de los jugadores más en forma de La Liga y esta temporada ha demostrado estar a un rendimiento que pocas veces se le vio en su mejor etapa.

Jesús Navas y Joaquín. Dos jugadores que dejan claro que como en casa en ningún sitio y sobretodo que las segundas partes, no siempre fueron malas.