'Afouteza e corazón', fue el lema del Celta la pasada campaña, cuando los vigueses entrenados por Eduardo el 'Toto' Berizzo, participaron tras más de 10 años en competición europea. El Celta logró llegar a semifinales en el torneo continental cuajando el mejor resultado europeo de toda su historia, al superar por primera vez los cuartos de final y a la vez realizar una campaña histórica plantándose en semifinales de Europa League y Copa del Rey.
Para ver lo que significó para el celtismo vamos a hacer un repaso al pase del club vigués por la Europa League la pasada campaña.
Una fase de grupos complicada
Conseguir la sexta plaza en la campaña 2015-16 fue un éxito, que permitió al Celta jugar competición europea 12 años después, y lo hizo en la Europa League, concretamente en el Grupo G junto al Ajax holandés, el Stàndard de Lieja belga y el Panatinaikos griego, un grupo que se presentaba muy complicado para el equipo de Balaídos, pero que logró superar clasificándose como segundo de grupo con 9 puntos por detrás del Ajax, que obtuvo 14.
La andadura empezó en Bélgica, en Lieja para ser concretos, midiéndose a un equipo como el Stàndard de Lieja, en un duelo en que ambos salían con posibilidades pero el Celta era favorito. El partido acabó 1-1 con goles de Dosevi (Standard) y Rossi (Celta). Dos semanas después, el Celta recibió al Panathinaikos, al que venció con comodidad por 2-0 (Guidetti y Daniel Wass), pero donde no se abrió la lata hasta el minuto 84.
Llegaron los dos partidos ante el Ajax, los más complicados para el Celta, en los que lograron un empate en la ida en Balaídos (Fontàs y Orellana anotaron los goles vigueses), pero se quedaron a las puertas de lograr otra igualada en Amsterdam, donde iban cayendo 3-0 y Guidetti y Aspas consiguieron poner el 3-2, pero ahí se quedó todo.
En ese momento, Celta y Standard combatían por la segunda plaza, ambos con 5 puntos y llegó el partido entre ambos en Balaídos, que terminó con empate a 1, por goles de Iago Aspas y Laifis. El Celta llegó a la última jornada con posibilidades reales de meterse en dieciseisavos, pero debían ganar y esperar a que el Standard no ganase por los mismos o más goles que ellos ante el Ajax.
El Celta logró una victoria en Grecia por 0-2 con goles de Guidetti y Orellana y sumó 3 puntos de oro, que sirvieron para estar en el bombo de dieciseisavos como segundos de grupo dado que el Standard empató con el Ajax a 1.
El milagro de Donetsk
Llegados a este punto y tras lograr el pase a semifinales de Copa del Rey, eliminando al Real Madrid pero cayendo en estas frente al Alavés, el Celta se quedaba con una sensación amarga y encima se media al Shakthar Donetsk ucraniano, el único equipo que no había cedido ni un solo punto en fase de grupos.
La ida en Balaídos no fue buena, un solitario tanto Gustavo Cabral le dio una ventaja muy valiosa al equipo ucraniano y todo parecía indicar que la aventura europea del Celta iba a finalizar en Kharkiv, donde se jugó el partido de vuelta. La vuelta fue un partido de 0 a 0 y cuando todo parecía indicar que acabaría en empate y por ende, pase del Shakthar a los octavos, Guidetti estuvo muy avispado para fingir un penalti y engañar al árbitro para que lo pitase. Aspas no falló y forzó la prorroga en la que Gustavo Cabral se convirtió en héroe y anotó el 0-2 en el minuto 108 tras un saque de esquina.
Unos octavos tranquilos en Rusia
Los octavos de final fueron la ronda en la que menos sufrió el Celta, conquistando el pase ante el Krasnodar ruso por un global de 4 goles a 1. Llegados a este punto, el Celta era el único equipo español con vida en la Europa League tras que Villarreal (4-1 ante la Roma) y Athletic Club (4-3 ante el APOEL) cayeran eliminados en los 16avos.
Balaídos acogió el primer partido de octavos y el 2-1 fue el resultado final con tantos de Wass y Beavue por parte del Celta y Claesson por parte de los rusos, un resultado que podría dejar dudas sobre la clasificación a cuartos, pero que con el 0-2 de la vuelta en Rusia fue suficiente para llegar a los cuartos de final, la ronda maldita del equipo vigués, de la que nunca había logrado pasar, hasta el año pasado, cuando la maldición se rompió.
Un pase histórico
El Celta volvía a cuartos y enfrente tenía a equipos de la talla de Manchester United, Olympique de Lyon, Schalcke 04, Ajax de Amsterdam, Anderlecht, Besiktas y Genk. El Celta tuvo suerte en el sorteo, y el Genk fue el rival a enfrentar en cuartos.
A priori, el club belga era muy inferior al Celta, pero su buen juego puso a los de Balaídos en un gran aprieto y los vigueses sufrieron hasta el último minuto en Bélgica para llevarse la victoria y lograr el milagro de clasificarse a semifinales europeas por primera vez en su historia.
Tras un arduo pero sufrido 3-2 en la ida, en el que el Celta remontó el tanto inicial de Boëtius con tres goles de Sisto, Aspas y Guidetti pero un solitario tanto de Buffel en la segunda parte puso el 3-2, un resultado muy abierto para viajar a Bélgica. En el partido de vuelta Sisto adelantó al Celta y todo parecía indicar que el Celta lograría las semifinales, pero un gol de Trossard a 20 minutos del final hizo sufrir al Celta hasta el último minuto para meterse en las semifinales.
A un minuto de la gloria en Old Trafford
Y todo este camino nos trae a Old Trafford, y el Celta se quedó a las puertas de la gran final. Tras una ida donde el United fue mejor y se demostró en el resultado (0-1) con un solitario tanto de Marcus Rashford de falta, el equipo vigués iba a Old Trafford, el teatro de los sueños, a soñar.
Hace hoy un año, Fellaini adelantó a los red devils en el minuto 17 y no fue hasta el 85 que Roncaglia anotó un tanto a centro de Bongonda. Ahí empezó el empujón del Celta y las intenciones de pasar a la final, una final que estaba a tan solo un gol para los celestes.
En el minuto 88 estalló una batalla campal entre los jugadores de ambos equipos y tanto Roncaglia como Eric Bailly fueron expulsados, perdiendo mucho tiempo en el intento. Mucho tiempo añadido que sirvió para anular un tanto a Ander Herrera por fuera de juego y a Aspas para servirle un balón a Guidetti que este no pudo rematar a puerta vacía.
Fue un gran día pese al resultado para el celtismo, que demostró que con 'Afouteza e corazón' se pueden hacer grandes cosas en Vigo. Y esa es la esperanza para repetir dentro de algunos años la misma hazaña europea.