Llegó el esperado final de liga, y con él, llegan los playoffs. Dieciseis equipos, cientos de jugadores y miles de aficionados esperan ansiosos a su primer, o último, contrincante en la lucha por el ascenso de categoría. En VAVEL.com analizamos los cuatro equipos de cada grupo, con el fin de que sirva de referencia para todo aquel que quiera saber un poco más acerca de su próximo rival.

Este es el caso del Real Murcia, tercer clasificado en el Grupo IV de Segunda División B. El conjunto grana no pudo asaltar a la segunda posición en la última jornada liguera por culpa de su derrota en casa ante el Linense y la victoria del Marbella ante . Los pimentoneros se encuentran ante una oportunidad de oro para salir de una vez por todas de la categoría de bronce y regresar así a la División de Plata, donde es el Rey, después de varios años peleando esta fase pero sin lograr el objetivo del ascenso.

Primeros meses nefastos.

Si algo ha pesado al Real Murcia durante estos diez meses de competición, sin duda alguna fue su mal inicio de temporada. Un equipo creado a base de talonario fichando jugadores de categoría superior y siendo un proyecto muy ambicioso para acabar la temporada en lo más alto del grupo.

En los dos primeros meses de competición solo consiguió dos únicas victorias en la liga: ante El Ejido en la jornada tres y ante el Marbella en la nueva. La derrota en el estreno liguero en casa ante un recién ascendido como el Écija y caer ante el máximo rival de la ciudad como el UCAM en tu propio estadio, eclipsaban en el rendimiento del Real Murcia en Copa del Rey. Los de Sanlúcar lograron alcanzar los dieciseisavos de final del torneo copero tras superar al Cacereño, Ferrol y Olot. Esas victorias le hicieron enfrentarse al Fútbol Club Barcelona.

Lande del partido ante el Barcelona en Copa.  Foto. Real Murcia
Lande del partido ante el Barcelona en Copa. Foto. Real Murcia

Debido a la mala dinámica en la liga, Sanlúcar fue cesado como entrenador del Real Murcia tras empatar (1-1) ante el Mérida. Tras ese encuentro, los murcianistas se colocaban a tan solo dos puntos del descenso y a ocho del liderato. La afición pimentonera estalló aquella tarde contra el entrenador y el palco. La solución, para el director deportivo, fue colocar a Victor Basadretécnico del filial, a los mandos del primer equipo. El experimento no salió como se esperaba y el Real Murcia perdió 4-3 ante el Córdoba B y se colocaba en puestos de descenso. El murcianismo vivía en una auténtica pesadilla de la que ni se llegó a imaginar en verano al ir conociendo los estelares fichajes de su equipo.

La directiva pimentonera se puso manos a la obra en la tarea de buscar un nuevo técnico, y el elegido sería Jose María Salmerón. El almeriense sería el tercer entrenador que pasaba por el banquillo del Real Murcia en solo dos meses. Tras la derrota en San Fernando en su primera cita al mando de la nave murcianista, el equipo sumó tres victorias consecutivas ante Granada B, Las Palmas Atlético y Jumilla. Previamente al derbi regional ante el Cartagena. Tras visitar el Cartagonova y salir con derrota, el Real Murcia se catapultó semana tras semana escalando puestos en la tabla. El equipo se fue haciendo poco a poco fuerte, en especial fuera de casa donde no ha vuelto a perder. Eso sí, esa fortaleza en los choques a domicilio no se trasladó a Nueva Condomina donde las derrotas ante Melilla, Córdoba B, Betis B o Linense, le hicieron olvidarse de acabar como líder del grupo en una segunda vuelta casi épica. 

Sesión de entrenamiento del Real Murcia. Foto: Real Murcia
Sesión de entrenamiento del Real Murcia. Foto: Real Murcia

Revolución invernal

Tal y como sucedió en el mercado invernal de la temporada pasada, la directiva grana decidió hacer limpieza en la plantilla tras la mala dinámica del equipo. El conjunto grana firmó a seis nuevas caras. 

Con las llegadas de Charlie Dean y de Molo, jugadores de nivel de Segunda A, reforzaron la parcela defensiva que tantos disgustos habían causado en la primera vuelta. Para el centro del campo solo apareció Pallardó, quien llegaba para ser uno más en la recámara. 

La posición más reforzada fue la ofensiva. La falta de gol en el bando pimentonero tras la lesión de Victor Curto y el paupérrimo rendimiento de Chamorro y Abel Molinero, el director deportivo grana decidió contratar a Carlos Martínez y Chrisantus para encontrar aquello que tanto faltaba en el equipo: el gol.

El último refuerzo fue el de Ongenda, el canterano del PSG que llegaba a Nueva Condomina como revulsivo en ataque, pero su mal estado físico le dejó fuera hasta las últimas dos jornadas.

Presentación de Carlos Martínez como nuevo jugador grana. Foto: Real Murcia
Presentación de Carlos Martínez como nuevo jugador grana. Foto: Real Murcia

Berbena en los despachos

Si la temporada del Murcia a nivel deportivo ha sido una montaña rusa, lo vivido en los despachos durante los últimos meses roza el límite de lo real. Raúl Moro, tras un año como dueño del club, decidió poner punto y final a su aventura y ceder el Real Murcia a un empresario mejicano: Mauricio García De la Vega.

Este llegaba en el mes de Enero como esperanza del murcianismo para hacer frente a la elevada deuda que tiene el club desde hace varios años y que tan cerca le ha tenido de la liquidación. Los primeros días todo era armonía en Nueva Condomina con la figura de De la Vega pero, tras unos impagos de nóminas de los jugadores, estalló la bomba. Mauricio García de la Vega hizo efectiva la opción de compra en el contrato de la cesión de la entidad. Algo que sorprendió a Raúl Moro que rápidamente decidió romper dicho acuerdo debido a un incumplimiento de algunas cláusulas ya que, según el extremeño, Mauricio García de la Vega no estaba cumpliendo con sus requisitos económicos.

Es por ello que el ex presidente grana decidió mover sus hilos y traer al Real Murcia a un nuevo inversor: Victor Gálvez. Un empresario oriolano que aterrizó en Nueva Condomina con un proyecto serio y que poco a poco se fue metiendo a la afición y jugadores en el bolsillo a base del uso de cartera. Victor Gálvez empezó a poner dinero día si y día también para hacer frente a los numerosos impagos que arrastraba el club, tanto en nóminas de jugadores y empleados como en instalaciones, y fue cogiendo las riendas de la centenaria entidad de la capital del Segura.

Hace unas semanas, el actual presidente murcianista se reunió con Hacienda para hacer frente a la deuda del club y así evitar tropiezos que impidan al Real Murcia jugar en la Segunda División, en caso de acabar ascendiendo en este playoff. Como ya pasó en 2014 con su descenso administrativo.

Mientras todo esto sucede, Mauricio García de la Vega guarda silencio y trabaja con sus abogados en recuperar lo que, según él, es suyo. Veremos como acaba esta historia que ahora está en manos de los tribunales y serán ellos quien realmente digan quien es el verdadero propietario del club: si un oriolano que no para de poner dinero e ilusionar a la afición con sus proyectos, o un mejicano que llegó con buena pinta pero que sus no respuestas en las tareas económicas y el haberse llevado sofás, televisiones y cuadros del estadio Nueva Condomina le han hecho perder a esa masa social que le arropó en su llegada. El final no se sabe pero lo que si está claro es que el verdadero perjudicado de esta historia es el escudo del Real Murcia.

Sin duda alguna la temporada 17/18 ha provocado una serie de cosas difíciles de imaginar en pretemporada. Durante estos meses la entidad grana ha contado con tres propietarios (Raúl Moro, Mauricio García De la Vega y Victor Gálvez), tres directores deportivos (Deseado Flores, Pedro Gómez y Toni Hernández) y tres entrenadores (Sánlucar, Victor Basadre y Salmerón). Todo ello sumado a partidos que pasaron a la historia del club como la victoria en el último minuto en Granada ante el filial nazarí, o la remontada épica ante el Extremadura en Nueva Condomina. Además de contar en sus filas con el máximo goleador de la Copa del Rey: Victor Curto. 

El estandarte del Real Murcia: Salmerón

En una plantilla donde habitan jugadores de una categoría superior y muchos de ellos con mucho fútbol en sus botas como puede ser el caso de Biel Ribas, David Sánchez, Pallardó o Chrisantus, podría parecer complicado destacar a un futbolista determinante en el Real Murcia. 

La verdad que el pilar clave de que el conjunto murciano haya logrado llegar a la fase de ascenso no es ninguno de los que se viste de corto, sino aquel de traje que se coloca en la banda: Jose María Salmerón. El técnico murcianista ha conseguido despertar a un vestuario que estaba muerto en el mes de Octubre y catapultarlos de la zona más profunda de la tabla a estar peleando por el liderato hasta hace unas semanas. Sin duda alguna Salmerón ha conseguido reforzar a unos jugadores que, pese a todo el lío que han tenido en la parte institucional, decidieron blindarse y hacer piña para sacar este proyecto adelante.

Salmerón en rueda de prensa. Foto: Real Murcia
Salmerón en rueda de prensa. Foto: Real Murcia

Cierto es que también hay jugadores muy a destacar en las filas granas. Biel Ribas; el cerrojo del Murcia, ha sido clave en muchos encuentros con sus paradas milagrosas que han valido puntos. Elady; el pichichi grana, fue quien dió un paso al frente tras la lesión del goleador Victor Curto y mediante sus goles fue salvador en muchos partidos. Chrisantus; la pandera, que gracias a sus goles en los momentos clave como ante el UCAM en el descuento, o ante Marbella o sus dos tantos ante el Extremadura que certificaron una remontada histórica, mantuvieron con vida al Real Murcia en la recta final del campeonato.

Estadísticas

Los números del Real Murcia en la presente temporada se diferencian claramente en dos mitades: la primera, de la primera a la décima jornada; la segunda, desde la jornada 11, frente al Granada B.

Con Manolo Sanlúcar (J-1 a J-7) y Víctor Basadre (J-8 y J-9) en el banquillo, el balance del conjunto grana fue bastante pobre, cosechando dos victorias, cuatro empates y tres derrotas, que reportaron tan solo diez puntos de 27 posibles.

En cuanto al aspecto defensivo, la zaga murcianista era una sangría, encajando 11 goles en esas nueve jornadas. Mientras tanto, en ataque los números eran óptimos, anotando 15 goles en ese periodo de tiempo. Con la llegada de Salmerón (salvando el primer tropiezo por 3-2 frente al San Fernando), el equipo ganó en solidez defensiva, y pudo optimizar al máximo los goles anotados, obteniendo así varias victorias por 1-0 o 0-1 (Las Palmas Atlético, Jumilla, Extremadura y Badajoz). El almeriense consiguió enderezar el rumbo de la primera vuelta grana, que acabó con ocho victorias, seis empates y cinco derrotas (30 puntos), 25 goles a favor y 17 goles en contra.

En la segunda vuelta, el conjunto grana cosechó cinco puntos más que en la primera, con un balance de diez victorias, por cinco empates y cuatro derrotas. La diferencia de goles fue idéntica a la de la primera mitad de campeonato (+8), con el matiz de que los granas anotaron y recibieron un gol menos que en la primera vuelta (24 y 16).

Por otra parte, llama la atención el contraste entre la clasificación (no en los números) del Real Murcia como local y a domicilio. En la clasificación como local, el Real Murcia aparece como noveno clasificado, con diez victorias, tres empates y seis derrotas (33 puntos).

Por el contrario, los números como visitante señalan a los granas como el mejor equipo del grupo IV a domicilio. Tan solo en tres ocasiones ha sido batido el equipo murcianista fuera de casa (Córdoba “B”, San Fernando y Cartagena), mientras que ha salido victorioso en ocho encuentros, los mismos que han acabado en empate lejos de Nueva Condomina, dejando 32 puntos en el casillero de los murcianos.

Sumando todo lo anterior, el Real Murcia termina en tercera posición del grupo IV con 65 puntos, con 18 victorias, 11 empates y nueve derrotas. La diferencia de goles queda en +16, con 49 goles a favor y 33 en contra.

Análisis táctico y once titular

Partiendo de que el Real Murcia ha tenido tres entrenadores distintos, con sus planteamientos y sistemas de juego diversos, focalizaremos en el “librillo” del técnico que guiará a los granas en el camino para intentar el regreso al fútbol profesional: José María Salmerón.

Comencemos contextualizando su llegada: tras un arranque irregular, en el que el Murcia encajó 11 goles en nueve partidos, con un promedio de 1,22 goles encajados por partido, Deseado eligió a Salmerón para reconducir la trayectoria de un vestuario sin alma.

El técnico almeriense propuso un fútbol menos alegre en el apartado atacante, priorizando minimizar el número de goles encajados, para así rentabilizar los goles a favor. Para ello, implantó el sistema 1-4- 4-3.

Una de las armas que explota de manera notable el conjunto grana es el balón parado, situaciones en las que ha encontrado en jugadores como Orfila (cinco goles anotados) o Juanra (dos tantos) un filón. También ha aportado Molo en esta faceta. Por el contrario, en las últimas semanas de campeonato regular, la zaga murcianista ha mostrado una debilidad preocupante en las acciones defensivas a pelota parada.

El conjunto grana se siente cómodo en posición de repliegue, esperando a que su rival lleve la manija del juego para lanzarse al contragolpe con contundencia. Los números de los de Salmerón en casa son buena muestra de que cuando tienen que llevar el peso del juego, pasan verdaderos apuros. 

Hablando ya del once, en la portería el indiscutible guardameta titular ha sido Biel Ribas, ya que debido a sus grandes actuaciones se ha erigido como un pilar básico, y apenas ha encontrado competencia en Santomé. 

En cuanto a la línea defensiva, los puestos también están claramente definidos. Por el carril zurdo, Fornies es el puñal del Real Murcia; tras un irregular inicio donde llegó a perder la titularidad, su estado de forma creció exponencialmente con la llegada de Salmerón, y llega a la promoción en un estado de forma impecable. En la otra banda, Pedro Orfila ha terminado adueñándose del carril diestro, tras pasar por el eje de la zaga. Sus sobrias actuaciones en defensa y buenas incursiones en ataque hacen de Orfila un jugador a tener en cuenta.

Charlie Dean y Molo son los pilares sobre los que se cimenta la retaguardia. Desde que llegaron en el mercado invernal, ambos procedentes de la Liga 123 (Granada y Lorca), se convirtieron en fijos en el 11, y con su presencia el equipo ganó en solidez y carácter.

El centro del campo es la zona donde más interrogantes existen, ya que solo Armando es fijo; para las dos plazas restantes ha habido, y habrá una terna interesante de cara al playoff. David Sánchez y Juanma parten con ventaja, ya que en los partidos frente a rivales de nivel, como Cartagena o Extremadura, han formado de inicio con el
preparador almeriense. Fran Carnicer o Mateos también son candidatos a ser de la partida en la promoción. Con menos números de entrar se encuentra Pallardó, mientras que Jordan Domínguez será baja segura para la primera eliminatoria.

En ataque, Chrisantus y Santi Jara han sido habituales en los planes de Salmerón. Por lo tanto, Elady y Carlos Martínez se jugarían el último puesto en el once titular.

VAVEL Logo