Un duro cachetazo se lleva el conjunto rojiblanco del Heliodoro Rodríguez López; una nueva derrota, la tercera en fila, que minimizan sus posibilidades de ascenso al cero de posibilidades si sus rivales de arriba logran triunfar en sus respectivos encuentros.

De los catorce jugadores que pisaron el campo con la tercera equipación del Real Sporting de Gijón, no hubo ninguno que se destacó por su labor, por eso destaca Diego Mariño. El portero fue de lo más regular que tuvo el conjunto comandado por Baraja. Aunque el pulpo no tuvo demasiada acción, respondió bien cada vez que lo exigieron.

En la primera parte, el Tenerife no contó con ocasiones de peligro. Las estadísticas del juego dirán que los locales no patearon a puerta en los primeros 45 minutos, aunque dominaron el balón sobre su rival en un porcentaje de 60 % sobre 40 % del Sporting. La segunda mitad se observó un cambio en la estructura del juego, pero no así en el desarrollo de este. Mientras el Tenerife juntaba jugadores en ataque buscando un gol que le diera una luz de esperanza de cara a los puestos del playoff, el Sporting mantenía los mismos once hasta el minuto 70, cuando Baraja desde el palco cambió volante por volante.

El encuentro se “rompió” en el sentido de que no había mediocampo, los dos equipos iban y venían en busca de abrir el marcador. El que más cerca estuvo fue el Tenerife; después de una acción de la visita, los locales realizaron una rápida transición y Mariño contuvo lo que hubiera sido el primer gol del conjunto chicharrero. El partido siguió con la misma intención de los dos equipos yendo sin mucha claridad en tres cuartos de cancha hasta que Malbasic quedó solo frente al pulpo y no falló. El portero no tuvo responsabilidad alguna en el gol.

Más allá de esta racha adversa de resultados, la temporada de Mariño bajo los tres palos del Sporting es brillante. Brindando seguridad y a puro reflejo es en la actualidad uno de los tres mejores porteros de La Liga 123.