Ya queda lejana la fecha del 19 de agosto, Osasuna comenzaba una nueva temporada en LaLiga 1|2|3 tras la desastrosa temporada del equipo en Primera División que le llevó al descenso de categoría. Los rojillos comenzaban la temporada en su estadio, ante su afición. El Sadar recibía al Sevilla Atlético, el filial del Sevilla FC, recién ascendido de la Segunda División B. Osasuna se adelantó en el minuto 56 con un gol de David Rodríguez pero dos minutos después Álex Muñoz empataba el partido y con ese marcador (1-1) terminaba el encuentro. En la segunda jornada el equipo se enfrentó a la Cultural Leonesa y volvió a adelantarse en el marcador con un gol de Roberto Torres pero en el minuto 83 la Cultural empató y en el 90 llegó el segundo. Los aficionados empezaron a cuestionar a la plantilla que tantas expectativas había generado. Para más inri  en la jornada 3 llegaba un empate en casa ante el Huesca, nuevamente en los minutos finales los visitantes empataban el partido. 

La primera victoria llegó en la Copa del Rey, contra el Albacete y con remontada incluida: En el minuto 73, el marcador del Sadar reflejaba un 1-2 y al final del partido reflejaba un 3-2. Tras esta victoria en la copa, Osasuna encadenó once partidos seguidos en liga sin perder. Un total de seis victorias y cinco empates. La primera victoria tuvo lugar en Vallecas y con un contundente 0-3. Entre medio de esta racha sin perder, Osasuna fue eliminado de la Copa del Rey por el Cádiz, al que luego ganaría en LaLiga 123 por 0-2 y con la actuación estelar del guardameta rojillo Sergio Herrera con la parada de tres penaltis. Tras esta racha Osasuna estaba segundo con 25 puntos y a un punto del primero, el Huesca. Además, en algunas jornadas atrás, el equipo se situó líder de Segunda División.

Clasificación jornada 14


Después de esta racha de once partidos sin perder, los rojillos encadenaron tres derrotas consecutivas ante Alcorcón (2-3), Lugo (1-0) y Oviedo (1-0). Entre el partido ante el Lugo de la jornada 16 y el partido ante el Oviedo de la jornada 18, se debería haber jugado el partido en el Sadar ante el Nástic, pero fue suspendido. El partido que se tenía que haber jugado el 2 de diciembre, se terminó jugando el 18 de enero. A continuación del partido ante el Oviedo vino un empate ante el Numancia (2-2) y dos victorias ante Lorca (0-1) y Valladolid (4-2) para acabar la primara vuelta. Osasuna estaba 8º con 32 puntos, a dos puntos del playoff  y a siete del ascenso directo.

Kike Barja y David en la vicotria por 4-2 ante el Valladolid
Kike Barja y David en la vicotria por 4-2 ante el Valladolid. Foto: www.osasuna.es

El domingo 14 de enero comenzaba la segunda vuelta para los rojillos, que ganaron frente al Sevilla Atlético. Cuatro días más tarde, el jueves 18, Osasuna jugó el partido aplazado frente al Nástic, en el que los navarros cayeron derrotados por 2-0. En los siguientes diez partidos, Osasuna obtuvo 4 victorias, 3 empates y 3 derrotas. Una de estas derrotas fue en la jornada 31 frente al Real Zaragoza, en el que los rojillos hicieron uno de sus mejores partidos y no se merecieron perder. Una jornada después consiguieron la victoria en el Miniestadi frente al Barça B y llegados a este punto, tan solo quedaban diez jornadas para la finalización de LaLiga 123. Osasuna consiguió más empates que nunca, un total de 5 empates, 2 derrotas y 3 victorias. El equipo de Diego Matínez dependía de sí mismo para meterse en el playoff  en el último partido de la liga ante el Real Valladolid tras ganar al Lorca en el Sadar. Los rojillos tenían que ganar y el empate también les valía, pero el Valladolid también se jugaba el entrar en puestos de promoción. Osasuna hizo una desastrosa primera parte y se fue al descanso perdiendo 1-0. En la segunda parte el árbitro pitó un penalti y expulsó a Lillo (Mata no falló desde los once metros). A partir de ese momento, Osasuna con un jugador menos, se volcó en ataque pero no consiguió anotar ni un solo gol y el partido terminó 2-0. El equipo termina la temporada en octava posición, a las puertas (1 punto) del playoff.