El primer Mundial del siglo XXI fue símbolo de renovación para España.  José Antonio Camacho fue el elegido para sustituir a Javier Clemente en el puesto de seleccionador, y todavía se recuerdan las enormes manchas de sudor que sufrieron sus camisas por el calor asiático. Con él la selección comenzó a llenarse de nombres que darían más alegrías al fútbol español de lo que nadie podía soñar: Casillas, Puyol, Joaquín, Xavi,  etc.

Tras una fase clasificatoria en la que España logró sin problemas su hueco en el Mundial, en Corea del Sur coincidió en el grupo con Eslovenia, Sudáfrica y Paraguay.

Debido al desfase horario, en España se tuvo que madrugar para poder ver a la selección. Aun así se hizo ameno, ya que, solventando errores pasados, España ganó todos los encuentros de la fase de grupos. En ellos marcó tres goles por partido y desarrolló un gran estilo de juego.

España se impuso 3-1 a Paraguay en la fase de grupos. | Foto: Getty Images
España se impuso 3-1 a Paraguay en la fase de grupos. | Foto: Getty Images

En octavos, sin embargo, la cosa no fue tan fluida. La selección de Irlanda se interpuso en los intereses de la Roja y no se lo puso nada fácil. Morientes adelantó de cabeza a la selección española en los primeros minutos, y el marcador se mantuvo así hasta prácticamente el 90. No obstante, casi sobre la bocina, Robbie Keane anotó el tanto irlandés, que llevaba el partido a la prórroga. Durante el tiempo extra no se metieron goles, así que el encuentro se decidiría en los penaltis.

España tenía bajo palos a Iker Casillas, que atajando dos penaltis dio la clasificación a España y comenzó el idilio entre un portero y las rondas de penaltis, que tantas alegrías daría unos años después.

La selección logró el pase a cuartos tras eliminar a Irlanda del Norte en los penaltis. | Foto: Getty Images
La selección logró el pase a cuartos tras eliminar a Irlanda en los penaltis. | Foto: Getty Images
 

Entonces, tocaba enfrentarse otra vez a la ya famosa maldición de cuartos, esta vez con la anfitriona Corea del Sur como contrincante. Se trata de un partido curioso, ya que si hay algo que nunca olvidarán los españoles es el apellido del colegiado que lo dirigió: Al-Ghandour.

El partido comenzó a las 8:30 a. m. hora española, por lo que toda España madrugó para ver cómo afrontaba su selección el choque. Corea del Sur, aprovechando su buen estado físico, imprimió una gran intensidad al partido desde el principio, pero a lo largo de la primera parte España fue haciéndose con el dominio del esférico. A partir de ahí, el colegiado egipcio y sus asistentes empezaron a jugar su partido. La permisividad con la violencia de los coreanos, los escandalosos fueras de juego pitados en contra de España y, sobre todo, los dos goles perfectamente legales anulados a España convirtieron este partido en uno de los más polémicos que se recuerdan en el fútbol moderno. ¿Alguien puede creer por un momento que el balón de Joaquín salió?

España cayó eliminada de manera dramática por una de las anfitrionas. | Foto: Getty Images
España cayó eliminada de manera dramática por una de las anfitrionas. | Foto: Getty Images

El encuentro llegó a los penaltis, en los que salió victoriosa Corea del Sur. España, por su parte, se marchó a casa consciente de que si no había llegado a semifinales no era por su culpa. Los jugadores de la Roja verían desde casa como Brasil se alzaba con su quinto campeonato del mundo, liderada por un estelar Ronaldo.