El funcionamiento del VAR

Qué es, cómo funciona y en qué situaciones interfiere el sistema de videoarbitraje que se ha utilizado durante el Mundial de Rusia 2018 y que llegará a la Liga 2018-2019

El funcionamiento del VAR
Sánchez Martínez consultando el VAR durante el clásico // Imágen: Reuters
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Por Jordi Pena Gatius

El VAR, Video Assistant Referee (traducido, árbitro asistente de vídeo) es un sistema de videoarbitraje que proporciona asistencia técnica a los árbitros a pie de campo. Esta tecnología ya ha sido utilizada en el Mundial de Rusia 2018 y se incorporará a LaLiga 2018-2019. Es una herramienta nueva y hay dudas sobre su funcionamiento.

Esta tecnología no toma decisiones. Se trata de un sistema que proporciona una ayuda a los árbitros, la decisión final siempre recae sobre el árbitro principal que dirige el encuentro. La función del VAR es dar asistencia técnica. Los asistentes de vídeo (aquellos árbitros que se encuentran en una sala apartada del terreno de juego y que están intercomunicados con los árbitros sobre el césped) son los encargados de revisar las imágenes y no tienen autoridad para tomar las decisiones. Su función es informar y sacar conclusiones que ayuden a que el árbitro decida bien.

Por ejemplo, en las manos de Perisic que fueron señaladas en la final del Mundial Francia-Croacia y que supusieron el penalti del 2-1, unas manos dudosas dentro del área; el papel de los asistentes de vídeo se basó en informar al árbitro por el pinganillo de que la pelota no venía desviada por un rechace y que, pese a que el brazo del infractor se encontraba en una posición natural fruto del salto, este ocupaba un espacio y  tenía un movimiento invasivo hacia el balón; no era la pelota que se dirigía a la mano, era la mano que se desplazaba hacia el balón.

Es el árbitro, quién, con toda esta información complementaria junto a lo que él mismo percibió en directo, toma la decisión final. En caso de que con la información recibida el árbitro siga teniendo dudas, como sucedió en el penalti de Perisic, este puede consultar las imágenes desde una pantalla situada en la banda y apreciar la jugada con sus propios ojos para después decidir.

Por otro lado, la asistencia de vídeo puede producirse a demanda del árbitro tras enfrentarse a una jugada que no ha podido ver bien o que considera dudosa. Sin embargo, también puede ser a petición de los asistentes de vídeo si estiman que una jugada es suficientemente problemática como para advertir al árbitro. No obstante, cualquier miembro de los dos equipos no tiene potestad para reclamar el VAR y pueden ser amonestados por ello.

El VAR solo puede interferir en cuatro casos: en primer lugar, en cualquier jugada que suponga un gol. En ellas principalmente tiene dos funciones, comunicar si el balón ha atravesado por completo la línea de meta e informar al árbitro de si el gol se ha producido en fuera de juego o si ha habido cualquier otra infracción. Un caso es el que se produjo en el partido de la tercera jornada del grupo B España-Marruecos que obtuvo un resultado final de 2-2 debido a que se dio por válido el gol de Iago Aspas en el minuto 91. Una acción que había sido invalidada por fuera de juego se rectificó con el VAR, pues las imágenes mostraban que el jugador se encontraba habilitado por una distancia imperceptible por el ojo humano.

En segundo lugar, en jugadas en torno a penaltis. En estas se debe informar de si existe contacto y detallar el tipo de contacto para que el árbitro decida si es penalti y si debe amonestar al jugador. Por ejemplo, en la acción de la segunda jornada del grupo E, Brasil-Costa Rica, en el minuto 78 Neymar se dejó caer tras notar un leve contacto y simuló un penalti que en primera instancia fue señalado por el árbitro pero que tras recibir el aviso del VAR y consultar las imágenes, rectificó.

En tercer lugar, en acciones que supongan tarjeta roja. Cualquier lance que los asistentes de vídeo consideren que se pueda sancionar con tarjeta roja debe ser comunicado. Por ejemplo, en el partido de la tercera jornada del grupo B Irán-Portugal, Cristiano Ronaldo, en una acción sin balón de por medio tuvo un choque con el futbolista iraní Pouraliganji. El árbitro recibió el aviso del VAR y este revisó las imágenes para asegurarse de que no se tratara de una agresión (castigada con tarjeta roja). Tras observarlas decidió castigar al portugués con tarjeta amarilla, pues ni el contacto ni la intencionalidad fueron suficientes para el árbitro como para mostrar la cartulina roja.

Por último, en jugadas de identificación. En acciones confusas en las que el árbitro no ha podido ver el infractor, el VAR debe informar correctamente de quién, por ejemplo, debe ser amonestado.