La IFAB estudia modificar los penaltis

Se avecinan cambios en las reglas: la International Football Association Board examina la supresión de los rechaces en los lanzamientos de penalti

La IFAB estudia modificar los penaltis
Luis Suárez lanza un penalti en el último clásico //  imagen: agencia EFE
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Por Jordi PenaGatius

La IFAB (International Football Association Board) pretende modificar el reglamento. Esta organización encargada de definir el reglamento de fútbol está barajando la posibilidad de adaptar el reglamento para que este no se quede obsoleto.

En el encuentro celebrado en Londres este 6 de noviembre se ha debatido acerca una más que posible modificación en los lanzamientos de los penaltis. La organización pretende suprimir los rechaces en los penaltis, como si de una tanda de penaltis se tratase.

Es decir, una vez golpee el ejecutor desde la pena máxima, si el guardameta o los postes desvían el disparo y evitan que este se cuele entre los tres palos, en caso de que el balón regresase al juego, la jugada quedaría anulada y se resolvería el lanzamiento con un saque de meta. Por lo que ni el lanzador ni sus compañeros podrían recoger el rechace de ese disparo para sacar ventaja de ello y acabar anotando, como sucede hasta la fecha.

Con la normativa vigente, los jugadores están capacitados para disputar el rechace. No obstante, todos los jugadores (excepto el ejecutor) deben encontrarse a una distancia de 9.15 metros del balón, es decir, fuera del área de penalti y de la media luna que lo conforma, y no pueden avanzarse hasta que el jugador patee el balón.

Esta norma no suele ser respetada, pues tanto atacantes como defensores, con el objetivo de partir con ventaja para disputar el balón, se avanzan antes de tiempo para sacar provecho de su posición. Con el reglamento en la mano, muchos de los penaltis ejecutados hasta la fecha deberían haberse repetido o sancionado por este motivo.

Sin embargo, estos casos son difíciles de apreciar para el árbitro, que debe estar pendiente de todos los jugadores dispuestos a luchar el rechace y su posición en el momento en el que el ejecutor impacta el balón, una tarea dificultosa teniendo en cuenta el poco respeto que le tienen los jugadores a esta norma.

Aquellos postulados en contra de esta propuesta argumentan que es beneficiosa para el infractor del penalti. En caso de penalti sancionado, siempre que el defensor tenga intención de jugar el balón, se rebaja la sanción disciplinaria. Por ejemplo, en una zancadilla que evita una ocasión manifiesta de gol, esta se castiga con cartulina amarilla; en cambio, si se produce esa misma zancadilla que evita una ocasión manifiesta de gol fuera del área de penalti, esta debe ser castigada con tarjeta roja. Si bien el hecho de señalar el penalti ya rebaja la sanción disciplinaria, hay opiniones que dicen que se favorece demasiado al infractor, ahora en este caso dejando al equipo ejecutor sin el “comodín” del rechace.