Con una de las peores entradas de la temporada, acogió el Santiago Bernabéu el Real Madrid–Leganés de la Copa del Rey. Un partido para recuperar sensaciones para el conjunto de Santiago Solari tras la derrota por 0-2 frente a la Real Sociedad. Por parte visitante, el cuadro de Mauricio Pellegrino tenía como principal objetivo repetir la hazaña que consiguieron la pasada campaña eliminando al cuadro blanco de la competición del K.O.
Una primera parte con aires injustos
El encuentro comenzó con posesiones largas del Real Madrid, teniendo en frente a un cuadro 'pepinero' que se cerraba bien atrás y que tenía como objetivo esperar su oportunidad para el contragolpe. Braithwaite, que debutaba, era la punta de lanza y el objetivo de los balones largos a la espera de la defensa rival. Los de Solari, pese a no tener un ritmo vivo durante los primeros diez minutos del partido, sí que mostraron su control del esférico. El primer disparo a puerta lo realizó Benzema a los quince minutos de partido cuando remató de cabeza un centro desde la derecha, pero su golpeo, manso, fue fácil para la atajada de Cuéllar. El Leganés reaccionó pronto, y a punto estuvo Braithwaite de hacer el primero: el danés no llegó por poco a un pase de la muerte de Gumbau desde el extremo izquierdo.
Frente a esa ausencia de ritmo blanca, apareció la confianza visitante. Con el transcurso de los minutos, el Leganés creció en confianza y empezó a gozar de un mayor porcentaje en la posesión y de un mayor número de ocasiones. La más clara la tuvo de nuevo Braithwaite con una buena conducción rápida frente a Nacho, pero su disparo salió desviado por muy poco a la derecha de la portería de Keylor. Los primeros silbidos hicieron aparición en un Bernabéu casi desértico con un equipo que seguía sin proponer jugadas de peligro. La siguiente oportunidad clara, también fue para los 'pepineros' con el mismo protagonista, Martin Braithwaite. El '25' ejecutó de nuevo un remate de cabeza excepcional y Keylor, en una acción de puros reflejos, sacó el balón cuando iba para dentro. Providencial el de Costa Rica quitando el 0-1. Gran primera parte del delantero danés en el encuentro de su debut.
Al filo del final de los primeros cuarenta y cinco minutos, Odriozola en una entrada en el área de Cuéllar, cayó frente a un ligero contacto con Gumbau, y el colegiado decretó un penalti, cuanto menos dudoso. Sergio Ramos se encargó de lanzarlo, y lo anotó anotando a Cuéllar. Con el 1-0 llegó el descanso con un resultado ciertamente injusto después de lo visto sobre el césped del Santiago Bernabéu.
Una segunda parte de monólogo blanco
Con el inicio de la segunda parte, el Real Madrid salió aparentemente contagiado por el espíritu del gol de Ramos. Un Real Madrid que realizaba posesiones largas a la espera de encontrar alguna ruptura tanto por el centro del ataque, como por las bandas, que no se terminaba de efectuar. Se trató de un monólogo blanco con un Leganés bien cerrado atrás, pero con pocas intenciones de atacar el esférico. Muy replegados y con pocos efectivos arriba para crear alguna ocasión de peligro.
El segundo gol blanco llegó gracias a un mal balón de Bustinza hacia Cuéllar. Benzema tuvo fe y se anticipó al pase de Unai y sin Iván bajo palos, le dejó el esférico a Vinicius para que se lo dejara en bandeja a Lucas Vázquez para que ampliase las distancias en el marcador. Siguieron pasando los minutos y frente a la nula respuesta del Leganés, llegó el tercero del Real Madrid. Balón desde la banda derecha de Odriozola, y Vinicius con una soberbia volea superó a Cuéllar anotando el tanto de la noche.
Al Leganés no le quedó otra que ir por todas y cambió su sistema a un 4-4-2 dando entrada a un Arnáiz que el poco tiempo que estuvo, le dio otro aire al equipo. Keylor Navas desbarató de nuevo el gol a Braithwaite con una buena atajada al remate de cabeza del delantero danés. Minutos más tarde, Sabin cabeceó un córner que salió desviado de la portería del costarricense. Con ninguna ocasión más a destacar, finalizó el encuentro con un 3-0 que deja la eliminatoria sentenciada.
