Una de las noches más frías que se recuerda por Butarque acogía la vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey entre Leganés y Real Madrid. Con un 3-0 favorable a los de Santiago Solari, al cuadro ‘pepinero’ no le quedaba otra que salir muy enchufado desde el principio para intentar la épica y lograr ‘el pepinazo 2.0’. Para el encuentro, Solari revolucionó su once titular y apostó por un Vinicius que jugó de delantero centro y un Marcelo que apuntaba a lateral izquierdo. Además, Isco volvía a la titularidad después de siete partidos sin salir de la partida. La sorpresa de Pellegrino, la protagonizó el lateral recién fichado Kravets que, con solo dos entrenamientos, fue titular. Repitió Braithwaite de delantero centro tras su buena actuación en el Bernabéu.
Una primera parte para la ilusión
El partido comenzó sin un ritmo claro. El Leganés tenía la posesión del balón, pero sin lograr romper la defensa visitante. El Real Madrid por su parte, estaba cómodo viviendo de las rentas del partido de la ida y apenas proponía nada. La primera oportunidad fue de Siovas con un disparo lejano, que Keylor acompañó a que saliera por fuera de la línea de fondo. La tónica del partido continuó siendo la misma y los tiros a puerta seguían sin aparecer por el verde de Butarque. Sabin, en el 20’, cabeceó un centro desde la izquierda, que Keylor también se encargó de acompañar con la mirada. Minutos después, Gerard Gumbau no llegó a cabecear un buen balón desde la derecha, cuando se encontraba sin oposición alguna. El Leganés siguió acercándose con relativo peligro sobre el área blanca, y la más clara llegó a los veinticinco de juego, cuando Recio puso un centro que remató Sabin, y su ‘cabezazo’ salió por muy poco del palo izquierdo del meta costarricense.
Con el paso de los minutos, el ritmo fue creciendo y el partido comenzó a abrirse. Fruto de la insistencia ‘pepinera’ llegó por fin la recompensa para el Leganés. Martin Braitwhaite adelantó a los suyos. El danés se encargó de comenzar la jugada abriendo el balón hacia la zona derecha y el remate, de un activo Sabin, se marchó al palo. Ahí apareció listo el ‘25’ y la mandó al fondo de las mallas. El runrún lo tenía ahora el conjunto de Santiago Solari, que pese a llevar una amplia distancia, veía como el Leganés tenía fe e iba a por todas. Vinicius con un disparo que salió a la derecha de la meta de Cuéllar, protagonizó la única ocasión blanca de la primera mitad. Ningún disparo a Iván en la primera parte.
Una segunda parte de pura garra
No debió gustarle nada a Solari lo que vio de los suyos en los primeros cuarenta y cinco minutos cuando decidió cambiar el esquema. Volvió Marcelo al lateral izquierdo, Isco pasó a ser falso nueve, Vinicius se desplazó al extremo zurdo, y Ceballos entró por Reguilón para darle más consistencia al centro del campo. Durante los diez minutos iniciales del segundo compás, el guion pareció el mismo que el del inicio de la primera parte. Un Leganés que quería proponer acciones ofensivas sin encontrar un último pase, y un Real Madrid que parecía vivir de las rentas pese a que el Leganés ya iba con 1-0.
Las sensaciones eran algo extrañas sobre Butarque, el Leganés parecía aguardar para echar toda la carne en el asador e ir a por todas. El Real Madrid siguió sin entrar en buena dinámica, y pese a que entró más en contacto con el balón, no inquietaba a Cuéllar. La tuvo clara Braithwaite en una jugada liada dentro del área, pero que desbarató el pie de Keylor cuando se colaba para dentro. El minuto setenta fue el elegido para ir a por todas. Cambio muy significativo de Pellegrino que pasó a tener defensa de cuatro tras el cambio de En Nesyri en lugar de Bustinza.
Ya con todo el equipo volcado, el Leganés gozó de dos ocasiones muy claras. Siovas remató de cabeza dentro del área un balón que terminó centrado en las manos de Keylor. La más clara de las dos, la tuvo en sus pies En Nesyri. Buen balón a la espalda de la zaga visitante, se plantó el marroquí en el área, pero remató con el pie derecho, su menos bueno, y se marchó por encima del larguero. Además, Pellegrino terminó expulsado. La volvió a tener clara el Leganés en el descuentro, pero Keylor estuvo providencial hasta cuatro veces desarticulando tres ocasiones clarísimas de gol a favor de los 'pepineros'. Una auténtica locura lo del portero costarricense.
