El conjunto azulgrana superó al Real Madrid en una segunda mitad en la que tuvieron un gran acierto de cara a portería. Dos goles de Luis Suárez y otro más de Varane en propia puerta, decantaron el clásico a favor del equipo catalán. Lo cierto es que el partido, a pesar del resultado, no fue un dominio absoluto de los culés. En la primera mitad el partido fue muy igualado. Ambos equipos trataban de tener la posesión sin ser capaces de crear ocasiones claras y finalmente, como lograban acercarse a la portería rival era mediante el contraataque.

El Real Madrid tuvo varias ocasiones en las botas de Vinicius y Benzema, pero tanto el brasileño como el francés estuvieron bastante desacertados. Cuando no era Ter Stegen el que desbarataba la ocasión, era la mala puntería y sino una buena actuación de la defensa blaugrana.

En el Barcelona la mejor ocasión antes del descanso fue un remate de Sergi Roberto a puerta vacía prácticamente, al que se acabo anticipando Reguilón. El canterano fue de los mejores del Real Madrid, creo peligro, defendió y en la segunda parte tuvo el empate a uno con un remate en plancha que sacó Ter Stegen en un auténtico paradón. El canterano acabó hundido el partido, llorando como un aficionado más sobre el césped del Santiago Bernabéu. Estate tranquilo “Regui”, el fútbol te acabará recompensando todo el trabajo y todo el sentimiento que le pones a tu juego. Esa forma de darlo todo en cada balón ha hecho que te metas a la afición merengue en el bolsillo.

En la segunda parte el Barcelona salió mucho más decidido y con más ímpetu ofensivo

En una de las primeras ocasiones del segundo tiempo, Dembelé ganaba la línea de fondo, y el pase al punto de penalti fue perfecto, Suárez no perdonó. El uruguayo definió a la perfección buscando el palo corto, engañando a Keylor. El Barcelona ya había cumplido su misión, marcar y encima el primero, lo que obligaba al Real Madrid a abrirse y a dejar muchos más espacios que finalmente acabarían aprovechando los de Valverde.

Oportunidades para empatar

El Madrid tuvo muchas ocasiones en este tramo, el equipo de Solari reaccionó y fue todo pundonor y corazón. El problema es que se volcó al ataque como si de los últimos minutos de una final se tratasen, cuando quedaba todavía media hora de encuentro. A la ocasión ya mencionada de Reguilón hay que sumarle dos de Vinicius, una de Carvajal y otra más de Benzema, todas se encontraron con un gran Ter Stegen o con la mala puntería. La falta de gol es algo que llevan achacando los blancos toda la temporada. Además, el gran trabajo defensivo de los jugadores del Barcelona que no dejaban en ningún momento un remate cómodo o “limpio”, ayudó al resultado.

Un contragolpe de manual y una sublime definición

En un contraataque de libro, Varane marcaría el segundo en propia puerta al querer evitar que Suárez marcara, de hecho, el francés se hizo daño y tuvo que salir a ser atendido. El F.C. Barcelona aprovechó estos pocos minutos con superioridad para finiquitar el partido y la eliminatoria: Suárez encaró a Casemiro que estaba ocupando la posición de Varane y acabó cometiendo un claro penalti. El charrúa lo marcaría a lo panenka con un magnífico golpeo.

Por último, ambos equipos dieron el encuentro por acabado y se pusieron a dosificar y a tratar de lamerse las heridas, pues el pico de la temporada viene ahora con las eliminatorias de Champions y con otro clásico el sábado en el mismo escenario. En el que el Real Madrid querrá corregir esos errores en las áreas que fue lo que le privó de la victoria. Ya que los de la capital fueron bastante mejores en cuanto a juego y ocasiones, pero eso vale de poco, pues en el fútbol lo más importante; es el gol.