El conjunto franjirrojo recibía la visita de un rival directo en la pelea por la permanencia en la máxima categoría del fútbol español. De inicio, los vallecanos mostraron su ímpetu y sus ganas para revertir la mala situación en la que estaba inmerso tratando de dominar el juego, para lo cual resultaba de vital importancia el aliento de la incansable grada de Vallecas. Poco a poco el reparto del balón se equilibraba, hasta que alcanzada la media hora de juego el Girona conseguía adelantarse en el marcador tras una jugada embarullada después de un córner. Un golpe inesperado y duro para todos que recibían con cierta sorpresa este tanto de los visitantes. Con el resultado de 0-1 se llegaba al descanso. Tras la reanudación del juego, los rayistas trataban de igualar el electrónico atacando el área catalana. Así, en los primeros minutos de la segunda parte, los de Míchel llevaban a cabo aproximaciones peligrosas a la portería gerundense, llegando a poner en serias dificultades a Gorka Iraizoz. Cuando poco a poco el peligro local aumentaba, iba a producirse un nuevo mazazo. En el minuto 60,  el Rayo se quedaba con un jugador menos al ser expulsado Abdoulaye Ba por roja directa después de un determinante error del defensa. Pese a esta circunstancia, lo intentaban a la desesperada prosiguiendo en sus jugadas de ataque. Pero la suerte no sonreía a los madrileños. Cuando el partido llegaba a su fin, los de Eusebio sentenciaban el choque anotando su segundo tanto alcanzado el minuto 85. De esta forma, se llegaba al final del encuentro con el resultado de 0-2.

El Rayo Vallecano afrontaba el partido como una inmejorable oportunidad para reconducir una situación que se había torcido durante las últimas jornadas, teniendo uno de sus peores momentos en el último encuentro frente al Getafe, en el cual los franjirrojos no transmitieron buenas sensaciones. Para enmendar los malos resultados cosechados en las últimas semanas, el técnico vallecano Míchel llevaba a cabo una significativa revolución en la alineación, volviendo a la defensa de cuatro, otorgando la titularidad a Mario Suárez y a Álvaro García, y con la novedad del regreso a una convocatoria de Kakuta después de un largo periodo sin hacerlo. Para ello prescindía de hombres hasta el momento importantes como Velázquez e Imbula.

Por su parte, el Girona viajaba a Vallecas con la intención de prolongar su racha de resultados positivos después de encadenar dos choques sin conocer la derrota para, de esta forma, poder ampliar distancias con los puestos más temidos de la tabla clasificatoria. Los catalanes eran conscientes de las dificultades a las que iban a tener que hacer frente, teniendo como adversario a un conjunto acuciado por los malos resultados, presionado por los puestos de descenso y que iba a disponer del aliento de su incansable afición.

Primera parte de mayor peligro del Girona

En encuentro daba comienzo y los jugadores franjirrojos saltaban al terreno de juego con ganas para revertir la mala situación en la que se encontraba el equipo, acumulando hasta cuatro jornadas consecutivas encajando derrota. De inicio, los locales se mostraban decididos a hacerse con la posesión del balón y llevar el peso del juego, mirando en todo momento la portería del adversario. Tras unos primeros minutos de más dominio del Rayo, el reparto del esférico se equilibraba poco a poco y el Girona llevaba a cabo acercamientos esporádicos al área local que suponían cierto peligro al portero rayista Dimitrievski y ponían en tensión a la hinchada vallecana. Con el paso de los minutos, los catalanes proseguían creando peligro hasta que, alcanzada la media hora, se producía un hecho de destacada relevancia y que resultaba inesperado para la grada de Vallecas.

Así, en el minuto 30 los visitantes lograban adelantarse en el marcador después de aprovechar un balón suelto en el área para convertirlo en gol, todo ello tras una acción embarullada en la segunda jugada de un córner. Sin duda, un duro golpe para el Rayo que veía cómo la situación se le ponía más difícil aún.

Durante los minutos restantes del primer tiempo los vallecanos trataban de sobreponerse a este escollo, aunque sin el éxito esperado y deseado.

De este modo se llegaba al descanso con el marcador de 0–1 a favor del Girona.

Tras el parón pertinente, el Rayo salía decidido a darle la vuelta al marcador

Después del paso por los vestuarios, el juego se reanudaba y el Rayo Vallecano se mostraba decidido a darle la vuelta al marcador adverso. Para ello, aumentaba la intensidad en su juego, haciéndose con el control del esférico y obligando poco a poco a los visitantes a permanecer replegados en su terreno de juego. Para apoyar la actitud de sus jugadores, Míchel introducía hombres de refresco y el primero de ellos iba a ser ni más ni menos que Kakuta, algo que resultaba sorprendente después de tanto tiempo sin ser convocado.

Estas intenciones con el paso de los minutos se iban traduciendo en peligrosos ataques sobre la portería del Girona, que se limitaba a defender un resultado que le era favorable. Los locales producían ocasiones envenenadas que no se convertían en el gol del empate por muy poco, poniendo así en serias dificultades al portero del conjunto catalán.

Pese a los buenos minutos en el inicio del segundo periodo, los vallecanos debían sobreponerse a un nuevo mazazo en forma de expulsión. El defensa del conjunto madrileño Abdoulaye Ba era expulsado por roja directa tras derribar al delantero de los visitantes cuando este se marchaba solo frente al portero, todo ello después de una acción desafortunada realizada por el central al tratar de sacar el balón jugado.

Las cosas difícilmente podían ir peor, por lo que los jugadores rayistas continuaban en su planteamiento para tratar al menos de igualar el marcador. De nuevo, generaban ataques con cierto peligro en un intento desesperado de reconducir esta situación tan adversa. Gastando uno de sus últimos cartuchos disponibles, el técnico madrileño daba entrada a un hombre más de ataque, el delantero Di Santo, pensando únicamente en igualar el resultado.

Sin embargo, de nada iban a servir los intentos desesperados de un Rayo que veía como en el minuto 85 el Girona sentenciaba el choque al anotar su segundo tanto.

Después de unos últimos minutos sin acontecimientos destacados, el partido llegaba a su fin con el doloroso resultado para el Rayo Vallecano de 0-2 a favor del Girona.

En consecuencia, el conjunto franjirrojo acumula una derrota más, convirtiéndose en la quinta consecutiva. Además, los vallecanos deben ya pensar en el futuro y hacer frente a un escollo de nivel como es el F.C. Barcelona, al cual visitarán en la próxima jornada en lo que supondría un partido muy complicado.