Todo equipo para conseguir su objetivo necesita de una defensa fiable. Indudablemente, Iván Ramis zaguero de la Sociedad Deportiva Eibar, reúne el sinónimo de solidez y seguridad. Si bien, las lesiones le jugaron una mala desde su arribo al País Vasco, el de Sa Pobla ha cumplido con su labor de defensa central. Con una media de entre 16 y 23 partidos, el ex del Levante siempre fue una garantía. Un futbolista cuyo fuerte no es la velocidad, pero consciente de sus capacidades destaca en el juego aéreo y por el timming

A lo largo de la presente campaña liguera, José Luis Mendilibar, utilizó la defensa de cuatro con dos fijos en bandas (Rubén Peña y José Ángel, prácticamente lo jugaron todo). No obstante, la composición de la zona central de la retaguardia varió reiteradamente. Producto de lesiones, suspensiones o rendimientos, tuvo que optar por las sustituciones en esa zona del campo.  Seis fueron las diferentes combinaciones de intérpretes a las que se vio obligado a diagramar el oriundo de Zaldívar.

Foto: Ángel Ezkurra-VAVEL-.
Foto: Ángel Ezkurra-VAVEL-.

Oliveira-Arbilla. Para iniciar la campaña, el zaguero portugués siempre se ubicaba desde el centro a la derecha, colocándose el navarro en del centro hacia la izquierda. Esta configuración frecuentó un total de ocho encuentros disputados bajo el historial de dos victorias, cuatro empates y dos derrotas, siendo la más recurrente. Por su parte, los tándems fue el más goleado (once goles, una sola valla invicta).

Arbilla-Ramis, invictos

Esta es una defensa que tiene aroma a otras temporadas y de la cual más se fía Mendilibar. Tanto, Arbilla como Ramis son de los zagueros que al presente más garantías y portería vacía brindan, como la segunda retaguardia más frecuente. En el campo, el de Sa Pobla se coloca del centro a la derecha y el ex del Espanyol a su izquierda. Ambos registran en su haber un acumulado de seis encuentros (sin derrotas, dos vallas invictas) y la menor cantidad de goles encajados (cuatro), con dos victorias y cuatro igualdades. 

Oliveira-Ramis. La tercera zaga más recurrente (cinco partidos) fue entre el portugués y el defensa balear. En la composición, el primero se ubicaba del centro a la derecha y el segundo en la parte izquierda. Respecto a la contribución, el registro fue de dos victorias y empates, una derrota, ubicados como la segunda menos goleada (cinco tantos contra los cuatro de Arbilla-Ramis). 

Las otras tres combinaciones fueron Arbilla-Bigas (cuatro partidos), Oliveira-Bigas (dos encuentros) y Bigas-Ramis (un cotejo). En el campo, estas configuraciones encontraban a Bigas ubicado en las dos primeras formaciones del centro a la izquierda, mientras que del centro a la derecha en la última. Por su parte, Arbilla y Oliveira del centro a derecha en la primera y segunda. En tanto, Ramis del centro a la izquierda en la última zaga. Aunque se utilizaron con menor asiduidad, destacaron por su eficiencia (Oliveira-Bigas dos victorias, Arbilla-Bigas un triunfo). 

Forma de juego

De los cuatro defensas centrales que compusieron estas seis combinaciones diferentes, en sus rasgos se observa que, tanto Arbilla como Bigas son de conducción certera en partidos más cerrados cuando se necesita romper líneas con más traslado de balón para poder filtrar los pases cruzados o intentar conectar por dentro para que reboten los arietes y el equipo progrese en el campo a través del doble pivote.

Foto: La Liga.
Foto: La Liga.

Mientras tanto, Oliveira y Ramis, son más fuertes en el juego aéreo que se sienten más cómodos con la defensa menos adelantada pero en caso de encontrarse sobre la línea medular quitan a tiempo. A diferencia de los otros dos centrales, se desprenden más rápido con la pelota para que se construya el juego en progresión. En lo que hace a la configuración de una retaguardia en su zona central, la formación más idónea es que se combinen las virtudes similares, tanto de Arbilla y Bigas como Oliveira y Ramis. De nada resulta fructífero poseer en la visión del entrenador, dos centrales rápidos o más de actuar a tiempo. Entonces, se necesita de ambos. Preferiblemente uno que conduzca y rompa líneas, otro de timming para cumplir bajo un equilibrio.

Arbilla, la rueda de auxilio

Sin lugar a dudas, el futbolista navarro ha sido una garantía para Mendilibar ya que se destaca por su polivalencia pudiendo ocupar los cuatro puesto de la defensa. Ya se le observó en temporadas anteriores como lateral zurdo y derecho de manera más ocasional, mientras que en la presente se encuentra con vocación de zaguero, tanto del centro a la derecha (con Bigas) como del centro a la izquierda (con Ramis y Oliveira). También es un futbolista que maneja a la perfección su golpeo de balón, siempre mantiene su marca con intensidad y es solvente en el mano a mano.