El partido que se disputaba en la tarde de este sábado en el Santiago Bernabéu no iba a ser uno cualquiera. El templo del fútbol mundial celebraba, bajo un sol abrumador, la vuelta del hijo pródigo. Volvía a sentarse en el banquillo del Real Madrid el entrenador que ha llevado a este equipo a lo más alto. El hombre que conquistó Europa tres veces consecutivas y que con su sencillez se ganó para siempre la confianza y el respeto del madridismo. Regresaba Zinedine Zidane, y con él, la ilusión al estadio del Paseo de la Castellana. 

Y lo hacía sacando un equipo titular que rompía con lo anteriormente establecido. Keylor Navas le arrebataba la titularidad a Thibaut Courtois, así como Isco, Marcelo, Asensio y Bale se enganchaban de nuevo al once. Pronto, concretamente en el minuto quince, le daría el tico la razón a Zidane con una parada de las que quitan el aliento y da titularidades.

Primera parte sin goles

Empezó gafado el Celta. Cuando apenas transcurrían tres minutos de partido, el conjunto vigués se vio obligado a realizar el primer cambio por lesión. Hoedt ocupó el puesto de Juncá y ya sí el enfrentamiento siguió su curso. Un par de minutos después, Marcelo puso un centro envenenado desde la izquierda que estuvo muy cerca de entrar en la portería de Rubén Blanco. Avisaba el Madrid de que tenía ganas de una tarde risueña de fútbol. 

Zidane alenta a los suyos desde la zona técnica. Foto: Liga Santander.
Zidane alenta a los suyos desde la zona técnica. Foto: Liga Santander.

Sin embargo, la más clara del partido en los primeros viente minutos había que apuntársela al Celta. Maxi Gómez remató de cabeza dentro del área y obligó a Keylor Navas a volar de forma antológica. No había perdido reflejos el costarricense en todo este tiempo sentado en el banquillo. A Bale, a diferencia de en otras ocasiones, se le vio más sacrificado en tareas defensivas. Hizo la cobertura a Odriozola y se llevó los aplausos del entrenador desde la zona técnica que reconocía el esfuerzo. 

Tras unos minutos dónde ambos equipos parecían haberse dado una tregua, en el veintiséis Kroos despertó al Bernabéu. Sacó un fusil desde la derecha y pasó rozando el larguero de la portería visitante. Había sido la más clara de los de Zidane hasta el momento y el público parecía reengancharse con los blancos. Si bien la de Kroos pasó rozando el palo, Bale la estrelló directamente en la madera unos minutos después. Lo hizo de media volea y tras un intento previo de chilena de Karim Benzema.

Bale ayudando en tareas defensivas. Foto: Liga Santander.
Bale ayudando en tareas defensivas. Foto: Liga Santander.

Marcelo también procuró dar argumentos a Zidane. Realizó una magnífica jugada individual que, de no ser por un gran Rubén Blanco, habría acabado dentro de la portería. La mandó a córner el portero del Celta y en este estuvo a punto de marcar Sergio Ramos el primero del partido. Se marchó por muy poco pero la sensación de superioridad ya era aplastante. En el cuarenta y uno Asensio caía en el área reclamando penalti, pero tanto el colegiado como desde la sala VAR, se desestimó opción alguna de señalar el punto fatídico. En la última jugada de la primera parte Bale marcó un gol que no subió al marcador por un codazo sobre Kevin, lo que le costó la tarjeta amarilla.

Isco y Bale se reivindican con Zidane

Los hombres de Zinedine Zidane salieron algo más enchufados tras el descanso. El público alentaba y el equipo se venía arriba. Tanto que Modric probó suerte desde fuera del área, con un disparo de volea, y batió a Rubén Blanco. Sin embargo, Martínez Munuera lo anuló -ratificado por el VAR-  por fuera de juego posicional de Raphael Varane. Pero hay un dicho popular que dice que quién avisa no es traidor. El Madrid lo estaba buscando y, tras una jugada 'maradoniana' de Asensio, con posterior pase de la muerte de Benzema, Isco empujaba el balón y marcaba el primer tanto del partido

El malagueño lo celebró con rabia. Necesitaba confianza y volver a reconciliarse con su público. Zidane le dio la oportunidad y este la aprovechó. Un minuto después se retiró ovacionado por el Bernabéu dando entrada a Dani Ceballos y con la sensación del que resucita por enésima vez en su carrera. Asensio estuvo muy participativo durante todo el encuentro. En la segunda parte se vino arriba y desdobló a los zagueros con una facilidad pasmosa. 

Isco celebrando el gol junto a Benzema. Foto: Liga Santander.
Isco celebrando el gol junto a Benzema. Foto: Liga Santander.

Quince minutos después llegó otro gol reivindicativo en el partido. Bale, que lo estuvo probando durante toda la segunda mitad, se llevó finalmente su recompensa. Marcelo le dio un gran pase filtrado y el galés, con la derecha, esta vez no perdonaría. Pocos minutos después Asensio estuvo a escasos centímetros de marcar el gol de la tarde. De los que dejan al portero petrificado mientras ve como el balón entra por la escuadra. 

A raíz del tanto del 'Expresso de Cardiff', el cuadro merengue fue matando el partido. Posesiones largas, el balón de tú a tú y pegadito al pie. Así, y con el himno del club blanco en la megafonía, acababa el primer partido del nuevo Madrid de Zinedine Zidane. Tres puntos, muchas reivindicaciones, y la primera línea escrita de una nueva historia que solo acaba de empezar.

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