Getafe y Real Valladolid se repartieron equitativamente los puntos en su partido de la primera vuelta, disputado a finales de agosto en la que entonces era la tercera jornada del campeonato nacional de Liga. El conjunto pucelano, que en los dos primeros partidos no fue capaz de anotar un solo gol, tras el 0-0 en Girona y 0-1 frente al Barcelona, llegaba a tierras madrileñas con la intención de inaugurar su casillero de goles y, por ende, el de victorias, también huérfano. Sin embargo, la falta de química y la ineficiencia ofensiva imposibilitaron la hazaña.

El árbitro del encuentro, el cántabro Adrián Cordero Vega, junto con su asistente del VAR, el catalán Alfonso Javier Álvarez Izquierdo, realizó el pitido inicial a las 20h de aquel viernes, 31 de agosto. El Coliseum, adoleciendo la fecha estival, presentó una escasa entrada de 9.500 espectadores. Para aquel choque, Sergio González dispuso la siguiente formación: Jordi Masip; Javi Moyano, Kiko Olivas, Fernando Calero, Nacho Martínez; Keko Gontán, Anuar, Rubén Alcaraz, Toni Villa; Óscar Plano, Enes Ünal.

Por su parte, el alicantino José Bordalás alineó el siguiente 'once': David Soria; Damián Suárez, Djene, Bruno González, Vitorino Antunes; Iván Alejo, Mauro Arambarri, Nemanja Maksimovic, Francisco Portillo; Ángel Rodríguez, Jaime Mata. Encuentro muy especial aquel Getafe - Real Valladolid, que provocó el reencuentro del madrileño Jaime Mata, principal artífice del ascenso pucelano, con los que fueron sus compañeros.

La contienda arrancó con varios minutos de tanteo, en los que ninguno de los dos equipos se atrevió a volcarse ofensivamente. La primera ocasión llegaría a los diez minutos, obra de, precisamente, Jaime Mata, que no pudo rematar un buen balón raso de Alejo. Cinco minutos después, el azulón Portillo recibiría la primera amarilla del encuentro por bloquear un lanzamiento de falta.

Superada ya la media hora, el Real Valladolid contó con su primera oportunidad; lanzamiento de córner botado por Rubén Alcaraz que remata Moyano en el punto de penalti y que Soria, por partida doble, logra rechazar.

Fue precisamente el jienense, capitán del Real Valladolid, el primer amonestado, ya a los cuarenta minutos, tras una entrada sobre Alejo, un Alejo que, a su vez, y dos minutos después, también vería la cartulina. Con ese final un tanto convulso se llegaba al descanso tras una primera mitad monótona y carente de ocasiones.

José Bordalás decidió hacer un cambio en el descanso, retirando del terreno de juego a Alejo y dando entrada a Amath Ndiaye, que aportaría un extra de velocidad a un partido algo lento. Ya en la segunda mitad, los pupilos de Sergio González comenzaron llevando la iniciativa; un centro-chut de Plano y un disparo de Ünal desde la frontal supusieron los primeros avisos del combinado albivioleta. Cercana la hora de partido, el héroe del ascenso acabaría siendo reemplazado en un cambio natural por el veterano Jorge Molina. Tras esto, Sergio González también decidió mover ficha con dos cambios en tres minutos: Daniele Verde y Duje Cop ingresaban en reemplazo de Keko y Ünal.

A cuarto de hora del final, el Getafe dispuso de la ocasión más clara del partido gracias a un zapatazo de Maksimovic que el poste se encargó de repeler. Ya en la recta final, ambos técnicos utilizarían su último cambio; en el Valladolid, Míchel Herrero entró por Toni con la clara intención de reforzar el centro del campo, mientras que en el Getafe se produciría otro cambio natural con la irrupción de Sergi Guardiola, que actualmente viste la elástica vallisoletana, en lugar de Ángel. Dichos cambios tampoco ayudaron a estrenar el marcador, que se quedó en tablas.