El José Zorrilla se encuentra a escasas horas de acoger la primera de varias finales por la permanencia. El Real Valladolid, antepenúltimo y en puestos de descenso, podría abandonar la zona peligrosa en caso de vencer a su siguiente rival, el Girona. Los catalanes, 16º en la tabla y rivales directos llegados a este punto, se encuentran únicamente dos puntos por encima del combinado pucelano, por lo que el duelo del martes se perfila como una auténtica final.

Como no podía ser de otro modo, la primera de las claves para sacar los tres puntos es mantener la solidez y la contundencia defensiva del primer al último minuto. Sobre el feudo vallisoletano se cierne la amenaza del uruguayo Christian Stuani, uno de los mejores rematadores del campeonato. Autor de 18 tantos en lo que va de Liga, solo Messi, Benzema y Suárez suman más que el ex del Espanyol; todos ellos miembros de equipos punteros. Varios de los miembros del Real Valladolid, especialmente Sergio González, han incidido en la necesidad de comenzar sólidos y alcanzar esa regularidad que, en muchas ocasiones, no se ha conseguido.

La figura de Sergio González, técnico del Real Valladolid, se antoja fundamental de cara a este último tramo de la temporada. Criticado y cuestionado en las últimas semanas, sus planteamientos más bien defensivos han suscitado la ira de un sector de la afición. De cara a este encuentro, Rubén Alcaraz regresa al equipo tras su ausencia en Mendizorroza por sanción. Junto a él, se desconoce quién liderará el medio campo. Con Anuar fuera lo que resta de temporada, la gran actuación de Joaquín en Vitoria puede poner en peligro la titularidad de Míchel. Además, la vuelta de Toni Villa coincide con la irrupción de Waldo en un momento en el que ni Keko ni Óscar Plano parecen estar a su mejor nivel. Por ello, porque resolver estas incógnitas y asentar un bloque fijo será fundamental, Sergio González y sus decisiones condicionarán el rumbo del Real Valladolid.

En el apartado ofensivo, la efectividad de hombres como Sergi Guardiola y Enes Ünal dependerán en buena medida de las variantes atacantes que presente el Real Valladolid. El Girona, que renunció al sistema de tres centrales con la llegada de Eusebio Sacristán, formará atrás con una tradicional línea de cuatro, por lo que los pupilos de Sergio no deberán afrontar una situación desconocida. Buscar alternativas a los centros laterales podría dar ventaja a un equipo que, la amplia mayoría de las veces, peca de previsible. El Real Valladolid, equipo de la Liga que más centra y menos remata, ha visto cómo su referencia, Sergi Guardiola, generaba ocasiones mediante desmarques al espacio que eran bien aprovechados por certeros balones en profundidad. La versatilidad, sin duda, será un factor capital.