Dio comienzo Pulido Santana a un choque clave en el futuro próximo del Real Oviedo. Cerraban carbayones y boquerones la jornada en esta noche de lunes, ya tan típica en el futbol español. Llegaron las nueve de la noche y parecía que el conjunto azul contrarrestaba la intensidad malaguista con una presión eficiente y una circulación de balón decente.

Adrián, de penalti, estrenó el marcador

Sin embargo, todo fue un espejismo y el Real Oviedo se dio de bruces con la cruda realidad en el minuto 16, cuando en una desafortunada e incomprensible acción, a Ibra se le pasó por la cabeza que podía defender con solvencia a un jugador como Ontiveros.

El delantero senegalés, de paso en el área carbayona con motivo de un córner en contra, perdió claramente el duelo contra el de Marbella, que tras un recorte provocó el penalti que abriría la lata en este partido. Frente a Champagne se colocó Adrián González, el capitán de la nave boquerona, que engañó al argentino y subió el primero al marcador.

Acto seguido, Johannesson sacó sobre la línea otra ocasión del Málaga, tras un desajuste defensivo producido en la banda izquierda, que obligó al lateral a cerrarse demasiado y a no poder llegar a una nueva incorporación del equipo andaluz a su espalda, por la derecha. Aun así, el Oviedo se salvaba.

La Rosaleda estuvo enchufada a partir del tanto y de dicha ocasión y ni siquiera una acción que podría haber supuesto un punto de inflexión para el Real Oviedo descarrió al equipo de Víctor Sánchez del Amo.

Sergio Egea tuvo que genuflexionarse ante Víctor Sánchez del Amo, a quien ya había dirigido en el Real Madrid Castilla, en la temporada 95/96. | Imagen: Málaga CF
Sergio Egea tuvo que genuflexionarse ante Víctor Sánchez del Amo, a quien ya había dirigido en el Real Madrid Castilla, en la temporada 95/96. | Imagen: Málaga CF

Ocurrió al cumplirse la primera media hora de juego. En la jugada también se pudo ver al delantero senegalés, Ibra, como protagonista, y es que el dorsal número 17 del Real Oviedo provocó la expulsión de Bare, quien levantó la pierna de manera excesiva en la pugna por un balón que le sobrevolaba, lo que propició que por su campo visual no apareciese la pantera y que los tacos de su bota impactasen de manera brusca, aunque desintencionada, cerca de la boca del ariete.

Ontiveros dobló la ventaja

De nuevo otro espejismo, porque quien pareció que se quedó con un jugador menos fue precisamente el Oviedo, un equipo que trató de intentarlo sin éxito de ningún tipo hasta que Ontiveros olió sangre y actuó de nuevo, como un puñal, por el carril izquierdo. En esta ocasión el lío se lo hizo a Bárcenas, que le siguió sin contundencia hasta que el marbellí colocó un disparo a la escuadra de Nereo Champagne como quien juega a la Play Station.

Gol y descanso. El Málaga doblaba al Oviedo en los peores minutos para hacerlo, en los que un gol quizá suponga más por el aspecto psicológico de ver la tregua tan, tan cerca. Y tanto, el colegiado canario, que estuvo acertado en el partido de hoy, señaló el camino hacia los vestuarios.

Tras la reanudación continuó el suplicio y el Málaga y sobre todo, La Rosaleda convirtieron en penitentes a los seguidores azules desplazados hasta allí, entre los que se encontraban los exjugadores de la disciplina oviedista Diego Cervero, ahora en el Burgos CF, y Pelayo Novo, como saben, retirado de los terrenos de juego por la caída sufrida desde un tercer piso, en su etapa en el Albacete.

Aunque las cifras de posesión mejoraron notablemente con respecto a la primera mitad, no existió criterio de ningún tipo ya que, sin desborde, ni mordiente, era evidente que el equipo de Sergio Egea no podría remontar un partido que estaba ya infinitamente cuesta arriba.

Y 'Cifu' sentenció

Y efectivamente, los milagros ocurren, pero cuando se pone algo de empeño también. No fue el caso y el Málaga acabó de sentenciar el partido a la contra, gracias a una increíble carrera de su lateral derecho, Cifuentes.

El dorsal número 12 se recorrió medio campo hasta plantarse solo delante de Nereo Champagne, que nada pudo hacer para evitar el tercero de la noche. Acto seguido, Mamadou Koné se reecontró con su exequipo y se temía que la ley del ex acabase por “redondear” el día, pero no fue así. El marcador no se movió y el Real Oviedo puede dar prácticamente por finalizada la temporada, ya no por matemática sino por sensaciones.

El playoff se aleja a cinco puntos, quedándose, tan sólo doce por jugarse en una liga larga, pero que ve más cerca su fin. El Málaga, por su parte, se mete de lleno en la pelea y duerme en los puestos cálidos de la tabla, de los que echó, gracias a estos tres importantísimos puntos, al Deportivo de la Coruña.