Con un once calcado al de la dos jornadas anteriores, pero con la inclusión de Munir por Lucas Ocampos que arrastraba molestias durante la semana, el Sevilla FC no tardó ni un minuto en hacerse con el control absoluto del balón, es más hasta el minuto 18 el RC Celta de Vigo no pudo elaborar una jugada de un poco más de un minuto.

Lo único acusable en el conjunto andaluz fue su falta de pegada, pues no pudo adelantarse en el marcador en la primera mitad, no por no elaborar jugadas claras de ocasión de gol, si no por no conseguir finalizarlas de manera eficiente.

De Jong tuvo dos de las más clara, primero de cabeza, pero con poca potencia su testarazo acababa en las manos de Rubén en el minuto 6 del encuentro tras un centro a pierna cambiada de Jesús Navas.

Luego en el minuto 10 tras una gran jugada de Reguilón, el delantero holandés pudo rematar a ras de suelo un centro al primer palo, pero se marchaba directamente fuera. Pero sobre todo la más clara fue en el minuto 17, donde se quedó solo frente al portero y su remate fue tan desviado que acabó siendo un saque de banda para el conjunto gallego. Pudo rematar un buen balón mas tarde que acabó en manos de Rubén, pero la jugada estaba invalidada por fuera de juego.

Joan Jordán tuvo una oportunidad en sus botas en el minuto 8, con un tiro raso desde fuera del área que acabó desviado. Munir remató apurado de cabeza un centro de Reguilón y acabó en posesión del guardameta, al igual que la tuvo Nolito en sus pies, pero su tiro desde la frontal fue excesivamente blando y centrado.

El sanluqueño, que pasó de descarte a titular indiscutible en pretemporada, firmó un partido característico de los que lleva 2 años haciendo en el conjunto sevillista, lento, impreciso y además algo egoísta, tuvo en sus pies varías de las más rápidas y claras jugadas para hacer peligro en el área celtiña, pero su predisposición mirando siempre el balón y su falta de velocidad frenaban el ataque sevillano, en un par de ocasiones con Sergio Reguilón absolutamente solo ni se percató de este hecho.

Hace falta velocidad

Casi cualquier equipo que visita el Ramón Sánchez Pizjuan suele pasar por dos fases, un dónde se encierra tratando de no dejar espacios para que el club sevillano haga daño, y es ahí donde un delantero como De Jong puede servirte, para buscar ocasiones por arriba y fijar y desplazar a los centrales y crear espacios.

Pero cuando pasan los minutos y el reloj se agota, comienza el rival a dejar huecos y ahí es donde la velocidad prima, pero si tienes a De Jong y Nolito al frente, tus oportunidades desaparecen, pero tras realizar el primer cambio (Munir por Bryan Gil) pierdes al único que puede suplir al delantero holandés, debido a que de momento Lopetegui no cuenta con Munnas Dabbur, además luego apuras hasta el minuto 70 para realizar el segundo cambio, quitando a Jordán (prácticamente el mejor del equipo) y sacas a Franco Vázquez, tu velocidad sigue disminuyendo.

Ya sin tiempo en el reloj en el minuto 79, retiró a Nolito para que debutara Rony Lópes.

Así está que desaprovechó las jugadas por velocidad, que fue a balón parado como pudo hacer daño, pues en el minuto 80, el Mudo Vázquez aprovechó encontrarse solo en el área, tras un gran centro de Éver Banega, para cruzar el balón de un testarazo y anotar el único gol sevillista de la noche e hizo el 1-0.

Pero la alegría sería efímera, y a los dos minutos, Denis Suárez aprovechó el único despiste defensivo del Sevilla FC en los tres primeros encuentro para anotar el 1-1 definitivo. Fernando tenía que haber acompañado al gallego desde el centro del campo, pero llegó tarde para hacer la cobertura defensiva y Diego Carlos a la desesperada intentó blocar el pase a Denis lanzándose al suelo, pero ya sería tarde y el gallego se encontró solo frente al guardameta checo que no pudo hacer mucho más por evitarlo.