El Celta salió en la primera parte con una presión alta que parece ser la firma propia del conjunto de Óscar García. En un esquema mixto entre el 4-2-3-1 y el 4-3-3, Pione Sisto, Iago Aspas y Brais Méndez fueron la primera línea de presión, a la que se sumaban de manera alterna Lobotka, Denis o Pape.

En este campo complicado, ante un rival que juega bien al fútbol, el Celta tuvo varias ocasiones para adelantarse en el marcador. Cabe destacar la influencia en el ataque de Sisto. El danés dio muestras para ilusionar al celtismo, pues lleva dos partidos en los que recuerda más al que desembarcó en Vigo hace tres años.

Pero como en Villarreal saben a lo que juegan, también tuvieron ocasiones. Varios errores de pase del Celta casi cuestan dos goles de Gerard Moreno y Toto Ekambi. Sin embargo, un muy correcto Néstor Araujo sostuvo a una defensa que sufrió en exceso las incorporaciones de Samu y los cambios de juego de Santi Cazorla.

Quizás un poco desconectado del resto, Iago Aspas tuvo una ocasión en la que, tras un centro lateral de Hugo Mallo, rozó con la puntera, pero que no pudo aplicar fuerza suficiente para dirigirlo a portería.

En la segunda parte la premisa era clara. Hay que intentar ir a por el partido. Y esa máxima no sólo convence al técnico, sino que parece que también a toda la plantilla. 

Pione Sisto, el renacido

Como un chorro de aire fresco llegó Pione Sisto que, tras un pase estratosférico de Denis Suárez, finalizó muy bien y convirtió el primer gol para los celestes. 

Poco duró sin embargo la alegría a los vigueses, puesto que tras un error defensivo, el Villarreal  igualó el resultado cuando Samu Chukwueze empujó el balón al fondo de la red.

Pero aquí está la que creo que puede ser la clave del Celta de Óscar García. No baja los brazos ni se conforma con el resultado. Buscaron acercarse a la portería a través de las llegadas de Sisto y Aspas, pero tuvimos que esperar hasta el minuto 79 para ver el siguiente gol celtiña. Tras un centro lateral de Lucas Olaza, apareció el más listo de la clase, Iago Aspas, para tocar sutilmente el balón dentro de la portería. Un gol que significaba mucho más que eso, puesto que devolvía la sonrisa a un Iago necesitado de goles y sensaciones. 

Fue entonces cuando el Villarreal lo puso todo encima de la mesa para intentar igualar. Entraron al verde Ontiveros y Carlos Bacca para intentar igualar la contienda y casi lo consiguen en varias acciones bastante raras. Incluso Gerard tuvo un remate de cabeza que afortunadamente se fue por el lateral de la portería de Sergio Álvarez.

El Celta supo sufrir y tuvo su recompensa 

Esta tarde el fútbol le debía una al Celta y a Iago Aspas y fue en el minuto 94, cuando saliendo a la contra, el genio de Moaña se fue de todos los jugadores y sentó en el suelo a Asenjo y algún que otro defensa para poner el definitivos 1-3 en el marcador.

De lo más destacado fue el partido del extremo danés Pione Sisto que recordó a ese eléctrico jugador que despuntó en su primera temporada en Vigo. Por otro lado cabe destacar la actuación de Néstor Araujo que evitó varios goles claros en la primera parte. En general el equipo se comportó de manera correcta y estable, la mejor noticia de todas.

Obviamente, queda mucho. Hoy no se ha hecho nada. Es en el próximo partido donde hay que refrendar lo conseguido hoy en Villarreal. Pero el Celta gana, gana fuera y, sobre todo, gana enteros. Este es el camino.