El día en Málaga se preparaba para un día de partido en el que el horario acompañaba al equipo malacitano. Un domingo a las doce del mediodía y un rival que está un par de posiciones por delante, pero separados por pocos puntos.

Comenzaba el tercer encuentro de la era Pellicer, en la que los dos anteriores ya se habían sumado cuatro puntos. Sergio Pellicer planteó un sistema dominador del centro del campo, a la vez que ofensivo. Con cuatro defensas en los que los laterales, Cifu y Juankar han tenido libertad a la hora de atacar; cinco mediocampistas, con Hicham y Renato en las bandas; y un solo delantero, que volvería a ser Sadiku.

El Mirandés saltó al terreno de juego con el sistema habitual de cuatro defensas, tres mediocampistas, y otros tres delanteros, aunque no tuvieron apariciones casi durante la primera parte.

El equipo blanquiazul fue muy superior y monopolizó el balón durante la primera parte. En los primeros diez minutos ya llegaron algunas ocasiones de peligro con las subidas de Cifu en la banda derecha, mucho más directas que las carreras de Juankar en el otro costado. Parecía tener el partido controlado cuando, en el minuto once, el equipo visitante avisó por primera vez. Por suerte para los locales, fue una ocasión solitaria, ya que no tuvo más peligrosas el equipo de Miranda de Ebro. En el ecuador de la primera parte el Málaga gozó de una clarísima ocasión, que terminó fuera de la portería que defendía Limones. Unos minutos más tarde, Hicham aprovecharía su velocidad y habilidad para dejar atrás a dos defensas del Mirandés y adentrarse en el área, un pase atrás perfecto para Sadiku, que no definiría con acierto.

Apenas dos minutos después, Carlos Julio cometería un penalti tras otra gran acción individual, esta vez de Adrián, que dio un pase de la muerte a Diego González, que fue derribado dentro del área. El mismo Adrián fue el encargado de tirar y transformar el penalti. Una gran definición del capitán, que engañó completamente al guardameta rival.

Con el marcador ya a favor, y justo después del saque de centro del Mirandés, el Málaga volvió a avisar con una gran acción de Juanpi, y una réplica tras el córner, rematado por Sadiku.

Y es que el equipo local para nada defendió el resultado en su campo, sino que siguió con un asedio ofensivo en el que llovían las ocasiones. Cifu, y después Hicham, remataron a la portería del Mirandés, ninguno con suerte, pero sí sirvió para amedentrar al equipo visitante. Aquí terminó la primera mitad, en la que un Málaga casi perfecto se fue al vestuario pudiendo haber anotado más de uno.

Tras los 15 minutos de descanso, el Mirandés salió más atento, y un poco más ofensivo. Un minuto después de la reanudación, un disparo sin peligro acabó en las manos de Munir.

En el minuto 55, una ocasión carente de peligro en el área del Málaga, castigó al equipo local. El verdugo fue el mismo Munir, que se durmió, y Marcos André aprovechó para robarle el balón, y con ese mismo toque, adentrarlo en la meta que defendía el conjunto costasoleño. El empate a uno supuso un duro golpe para el conjunto de Pellicer, que volvió a sufrir una jugada más tarde, aunque esta vez no subió otro gol al marcador.

Para revolucionar el partido y poder buscar más espacios en la defensa rival, el Málaga contó con la entrada de Antoñín, el delantero de la Palmilla, quien sustituyó a Renato Santos, que en la primera mitad ayudó al equipo, pero sin mucha importancia.

Tan solo diez minutos después del empate, el Málaga reaccionó, otra vez Hicham tuvo la rapidez y picardía que tanto gusta en La Rosaleda, y tras un pase en largo en su banda, corrió para alcanzarlo, y así lo hizo. El centro lo puso en el borde del área pequeña, donde esperaba Sadiku para rematar perfectamente y convertir el pase en un auténtico golazo. El albanés logró empalar perfectamente, y con una buena volea cruzada, el gol subió al marcador.

En los próximos minutos, el peligro en ambas áreas se redujo, y con llegadas sin peligro alguno del Málaga, se alejó el balón de la portería de Munir. Y con 15 minutos de partido por jugar, uno de los mejores del partido dejó el terreno de juego, Hicham, que dio entrada a Dani Pacheco.

Minutos después, tras un error de Juankar, el penalti que se pitó en el área del Mirandés, se repitió, esta vez en el mismo área, pero de diferente equipo. El Mirandés puso el empate con tan solo 12 minutos por jugar, y haciendo así, con mucho menos esfuerzo que el Málaga, su segundo gol, esta vez transformado por Martín Merquelanz, que ayudaría a los suyos a seguir luchando por el partido.

Pellicer agotó su último cambio, un cambió ofensivo, dando entrada al canterano Julio, que participó en una ocasión nada más entrar, que acabó con un disparo de Juanpi por encima del larguero. Tras esto, Marcos André salió, y entró Álvaro Peña, un cambio defensivo para poder aguantar el resultado, justo al contrario que el equipo blanquiazul.

Con el empate a dos terminó el encuentro. Un punto que sabe a poco en Málaga tras el notable partido del equipo, y sabiendo que, quizá, sin ese fallo de Munir, se podían haber llevado los tres puntos, Y es que Munir ya ha tenido muchos fallos esta temporada, y se le está cuestionando mucho. Por otra parte, el delantero albanés Sadiku ya ha llegado a la cifra de nueve goles, a un gol de las dos cifras en su cuenta particular. También a destacar que el equipo malagueño lleva nueve partidos seguidos en Liga sin conocer la derrota, aunque con muchos empates en su casillero.