El Leganés tiene muchos problemas a día de hoy, pero sin lugar a dudas el más importante de todos, es su falta de gol. Los de Aguirre lo demostraron el sábado, donde, con un jugador más durante setenta minutos, fue incapaz de ver puerta. Tras la expulsión de Bradaric, todo pareció ir sobre ruedas. Un partido importante, con un futbolista más y con la ocasión de salir del descenso. Un zarpazo de Aspas le sirvió al Celta para llevarse los tres puntos y hundir más a un Leganés que necesitará un milagro para estar una campaña más en Primera División.

El golazo de Óscar Rodríguez a la Real Sociedad de falta directa que le sirvió para conseguir los tres puntos, fue el único tanto del Leganés en Liga. Desde entonces, el conjunto de Javier Aguirre vive en una sequía goleadora de la que quiere recuperarse pronto si quiere pelear por evitar el descenso. Después del partido frente al cuadro vasco, el Leganés cayó por 2-0 frente al Levante en el Ciutat de Valencia. Una primera parte férrea del conjunto valenciano evitó que los blanquiazules pudieran hincarle el diente, y pese a ir de menos a más, no consiguieron ningún gol a favor. 

En el siguiente choque, en Butarque, el Leganés no consiguió anotar en un partido que tuvo dominado de principio a fin frente a un Betis. Ocasiones tuvo, pero volvió a acusar el que está siendo su principal problema de esta temporada: la falta de gol. Frente al Celta volvieron los mismos fantasmas y fue el tercer partido consecutivo en el que el Leganés no consiguió ningún tanto a favor. Las esperanzas pasan por el sábado frente al Alavés en Butarque donde necesitarán ganar para seguir con opciones por la permanencia.