En mitad de la pretemporada de agosto, ese mes que tan pronto te proporciona tus ansiadas vacaciones como te precipita al nuevo curso escolar. Ese mes en el que las mejores jugadas se suceden en los despachos para confeccionar las plantillas de la temporada que está por empezar. Un tiempo tranquilo en lo futbolístico, más allá de las "pachangas" veraniegas que se montan algunos equipos.

Sin embargo, la noche del 14 de agosto de 2015 se desató una de las mayores tormentas vistas en Bilbao, cuya curiosidad es que solo afectó a una minúscula parte de los allí presentes esa noche. Un Athletic en tromba arraso sin piedad las defensas blaugranas que poco pudieron hacer ante tal vendaval. Los tantos de Mikel San José y Aduriz, en tres ocasiones, otorgaron una aplastante victoria a los de Ernesto Valverde en la ida de la Supercopa de España. 

Aquella tormenta se desencadenó pronto con aquel latigazo de Mikel San José desde el centro del campo que cruzó el lado blaugrana como un rayo y coló en la portería de un Ter Stegen adelantado. Los leones, resentidos por el traspiés en Copa frente al Barça, comenzaron su venganza. A partir de entonces, la tormenta dio una tregua que los cules no supieron aprovechar, mientras que los leones aguardaban su momento para atacar con más fuerza. 

Celebración del gol de San José | Foto: Twitter Athletic Club
Celebración del gol de San José | Foto: Twitter Athletic Club

Ya en la segunda mitad hubo un claro protagonista que tumbó por completo toda la reorganización de Luis Enrique al descanso y, con ello, las aspiraciones de los blaugranas en el torneo. De esta manera, Aritz Aduriz, a modo de Zeus o Poseidón encarnado, abrió los muros blaugranas para perforar la red en tres ocasiones y firmar un hat-trick que le acompañará, toda la vida, en su biografía como leyenda. El primer tanto lo logró tras cabecear un gran centro de Sabin Merino, después de rebasar a Dani Alves y centran en la linea de fondo. Pocos minutos más tarde, el Barça no consiguió despejar el balón y Aritz Aduriz recogió un balón en el área para rematarlo al fondo de la red. Por último, tras un penalti absurdo de Dani Alves sobre Etxeita, Aduriz transformó la pena máxima y tumbó a los blaugranas.

Aritz Aduriz junto a Lekue | Foto: Twitter oficial Athletic Club
Aritz Aduriz junto a Lekue | Foto: Twitter oficial Athletic Club

El Barça que llegaba a San Mamés como el actual campeón de Liga, de la Champions League, de la Copa del Rey y de la Supercopa de Europa, se llevó un golpe de realidad en su visita al feudo rojiblanco. La derrota por cuatro goles a cero sembró demasiadas dudas en el conjunto catalán que nada pudieron hacer en el partido de vuelta del Camp Nou (1-1) para darle la vuelta y conseguir el trofeo. 

En esta ocasión el Athetic, quien mantuvo en este siglo XXI tantas disputas por el título copero sin éxito, consiguió, al fin, derrotar a su bestia negra y alzarse con un nuevo título. La segunda Supercopa de España en su historia tras la obtenida en 1984-85 por el equipo de Javier Clemente. 

Un triunfo importante y necesario para todos los athleticzales que acortó la distancia económica y humana en los últimos años entre Athletic y Barça. Aquella noche de tormenta fue la antesala de un nuevo éxito en la bella historia del Athletic Club.