Quinta jornada de LaLiga Santander y última antes del parón de selecciones. Los blancos todavía no consiguen dar buenas sensaciones ya que el problema del gol persiste mientras que el Barcelona aprieta y ya suma dos victorias de dos posibles con bastante contundencia. Los de Paco López tampoco han tenido un gran arranque liguero pues suman 2 derrotas y una victoria, por lo que buscarán equilibrar el balance en este encuentro en el que el Madrid deberá subir de marcha respecto a los anteriores.
El Real Madrid llega a este partido sin ofrecer garantías mientras que la necesidad de anotar goles empieza a ser una urgencia ante el fuerte comienzo que ha tenido el máximo rival. Los de Zidane suman 4 goles en 3 partidos, uno de ellos de penalti y otro en propia meta. Que el Madrid gane un partido por más de un gol de diferencia ya parece una utopía que los merengues deberían plantearse hacer realidad, puesto que los culés suman 6 puntos de 6 con 7 goles a favor.
Por otra parte, el Levante afronta esta jornada todavía con el mal sabor de boca que les quedó con ese gol de En-Nesyri en los últimos minutos en el Pizjuán. Los valencianos, por ahora, han encajado en los tres partidos que han disputado y pueden ser el rival idóneo para que los merengues logren disipar las dudas que han generado hasta ahora en sus aficionados. No obstante, les granotes no son un equipo que se deje ganar con facilidad, como ya se pudo ver en el derbi valenciano de la primera jornada.
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Las lesiones no se apiadan del Madrid
La abundancia de lesiones contrasta con las escasez de goles de los merengues. En la misma semana en la que Toni Kroos se rompe y que Hazard vuelve a ser el foco de la crítica al caer lesionado de nuevo a escasas horas del partido frente al Valladolid, Dani Carvajal y Odriozola se suman a la lista de las bajas, dejando el lateral derecho prácticamente huérfano. Estas lesiones obligan a Zidane a recurrir a sus comodines: Nacho y Lucas Vázquez. El primero ya ha demostrado que es una opción viable para hacer el apaño mientras que la variante de Lucas es algo más arriesgada. Además, a esta situación se le suma la sequía de fichajes. Visto lo visto, está claro que los blancos deberán realizar un gran esfuerzo para aumentar el ritmo y presentar con más seriedad su candidatura a ganar esta liga.
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Hace falta un golpe sobre la mesa
El Levante es uno de los equipos cuyo proyecto les permite afrontar la temporada con tranquilidad, apuntando a la mitad de la clasificación y en el mejor de los casos, a puestos de Europa League, aunque tras lo visto en las temporadas anteriores, la experiencia europea aún queda lejos. Con dos derrotas y una victoria, su arranque en liga no ha sido el mejor pero tampoco el peor, sobre todo si tenemos en cuenta que en ambas derrotas dieron bastante pelea a sus rivales. Por esa razón, este choque también es una oportunidad para los de Paco López, pues este Real Madrid falto de ritmo y de gol puede meterse en muchos problemas en un partido frente a un rival como el Levante. Les granotes saben plantar cara y sin duda tienen capacidad anotadora, la cual aumenta exponencialmente con Morales sobre el césped.
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Antecedentes
Los choques entre Real Madrid y Levante a menudo terminan siendo partidos con goles. La última vez que este encuentro acabó con tablas a cero en el electrónico fue en 2010. Desde entonces, los vikingos suman 14 victorias frente a 3 de les granotes. Sin embargo, si nos centramos en los 6 últimos partidos, veremos que el Levante se ha hecho con la victoria en 2 ocasiones, al igual que el Madrid, mientras que otros 2 choques acabaron en empate. En concreto, el último partido se saldó con una victoria por 1 - 0 de los valencianos, dato preocupante para los madridistas puesto que dada su poca efectividad de cara a puerta, no sería raro que este próximo encuentro acabase con el mismo resultado.
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Alineaciones posibles
Un encuentro que carece de favorito nos espera el sábado 3 de octubre a las 16:00 (hora peninsular española). Veremos cómo soluciona Zidane el problema en el lateral derecho ante un Levante que presenta una amenaza para la estabilidad de los vikingos.