Excelente encuentro el que se vivió en la noche del pasado martes en Valdebebas. Dos colosos del fútbol europeo enfrentados de tú a tú con tres puntos en juego que eran claves para el devenir del grupo B de la fase de grupos de la Liga de Campeones. La victoria se la llevó el Real Madrid por 3-2, con un gol de Rodrygo en el minuto 80, ante un Inter que a pesar de verse con un 2-0 abajo, igualó la contienda y tuvo sus opciones para consolidar la remontada, hecho que hubiera dejado a los blancos con un pie y medio fuera de su competición fetiche.

Alto ritmo desde el minuto 1

La batalla por el partido no dio tregua desde el inicio. El Inter llevó el encuentro a su terreno, al espacio físico, en el que se encuentra por encima de su opositor varios peldaños. Tan solo jugadores como Valverde, Casemiro, Ramos o los laterales estaban a la altura, compitiendo de tú a tú. Especialmente el uruguayo volvió a destacar entre sus compañeros, liderando la presión alta y dando una velocidad al juego de ataque, que sobrepasaba a los centrales neroazzurri. Fruto de ambas circunstancias, llegaron las primeras ocasiones con un disparo de Asensio repelido por Handanovic y un potente chut del “Pajarito”.

Con el partido en ese vaivén, en diez minutos fantásticos Benzema adelantó al Madrid tras un error en el pase de Achraf, y Ramos una vez más en un saque de esquina ponía tierra de por medio, en una jugada de estrategia que sigue dando réditos a los de Zidane. La respuesta interista no se hizo esperar, con un taconazo sublime de Barella que desarboló a la defensa blanca asistiendo a Lautaro, que se adelantó a Varane (le dio una noche digna de la peor visita a un dentista) y fusiló a Courtois.

La presión italiana desequilibra hasta la irrupción de Vinicius y Rodrygo

Conte vio las debilidades del Real y en el descanso instruyó a sus pupilos con las recetas para conseguir la remontada: presión asfixiante y balones a Lautaro, que a su vez descargaba a las bandas o buscaba las cosquillas por la espalda a Varane y Ramos. Una vez más, el juego rápido combinativo sirvió para que los italianos empatasen y viesen la victoria más cerca.  Un balón por alto buscando a Lautaro pilló a Ramos fuera de sitio, el argentino la dejó de cabeza a Perisic que la cruzó ante la salida de Courtois.

En el mundo del balompié la importancia de los cambios puede cambiar el tempo del partido, y este fue un claro ejemplo de ello. Con el campo volcado hacia el área madridista, Zidane buscó la solución retirando a unos exhaustos Hazard (en línea ascendente) y Asensio, por la dupla joven brasileña, más explosiva. Las arrancadas de Vinicius buscando la espalda de Hakimi y la asociación entre Rodrygo, Benzema, Valverde y Lucas hicieron daño a un Inter desesperado buscando el tercero. Tal fue el impacto que una conducción de Vinicius con un centro al área que no pudo llegar a controlar Benzema, le llegó al ex del Santos, que armó rápido la derecha y fusiló a Handanovic. También la entrada de Modric fue clave con el resultado a favor, ya que ayudó al equipo a mantener el balón en los últimos minutos y no sufrir las acometidas de los milaneses.