No hay manera. Un Sabadell condenado a sufrir, sumido en el viacrucis que atraviesa desde las primeras jornadas, volvió a sucumbir ante el rival. Esta vez, el premio fue para un experimentado Sporting que supo ahondar el hoyo psicológico visitante. 

El duro trabajo de los vallesanos, a remolque en el marcador ante un equipo muy bien posicionado, tuvo su recompensa en el empate. Como si de una maldición se tratara, todo se fue al garete en apenas dos minutos. 

  • Un problema más mental que táctico.

El tempranero gol de Aitor Garcia, en el minuto 7, evidenció la docilidad defensiva del equipo sabadellense en acciones clave del partido, patrón  que se viene repitiendo a lo largo de esta temporada. De esta manera, la falta de confianza y contundencia en momentos puntuales volvía a decantar la balanza en contra de los de Hidalgo, en una primera parte que poca historia tuvo. 

Tras un inicio de reanudación sufrido, los arlequinados se fueron adueñando poco a poco de la posesión, gracias a un Sporting más conservador, acorde con el marcador, que cedió la iniciativa al rival. Un Stoichkov muy activo entre líneas y una presión alta y constante a la salida de balón rojiblanca, permitieron ver los mejores minutos del Sabadell en el partido. La entrada de Víctor García dotó al equipo de la profundidad que le había faltado en la primera mitad. De sus botas nacería el centro con el que Juan Hernández igualaba la contienda (min. 70).

En el momento más importante del partido, cuando más calma había que tener, el nerviosismo se apoderó de un conjunto urgido de resultados y sumido en una dinámica negativa. Una inquietud que los asturianos aprovecharon para superar el entramado defensivo lanero y poner el 2-1 en el marcador, obra de Gaspar. Y así, de la nada, todo el esfuerzo colectivo para reponerse a un resultado adverso, que no fue poco, volvía a verse recompensado con la nulidad absoluta. La alegría duró los dos minutos que tardó el mediocentro gijonense en beneficiarse del desbarajuste mental visitante.

Los vallesanos no pudieron recomponerse a dicho golpe y todavía encajarían el 3-1, ya volcados en ataque, buscando el empate a la desesperada.

En el minuto 88, Grego Sierra vería una rigurosa roja directa, que dejaría a los sabadellenses con diez hasta el final.

  • Hidalgo: "Hicimos lo más difícil y luego concedimos el segundo demasiado rápido"

En rueda de prensa, el técnico arlequinado valoró positivamente el trabajo del equipo para empatar la contienda, pero reconoció que la falta de contundencia defensiva decantó la balanza hacia los de casa: "Hicimos lo más difícil en la segunda parte, que era empatar, y luego concedimos el segundo demasiado rápido. Después fue muy difícil [...] Me quedo con muchas cosas buenas, pero para venir aquí (El Molinón) y sacar un resultado positivo, se tiene que hacer bastante más, no debes cometer errores".

  • Sin tiempo para lamentaciones

El ritmo frenético de la actual Liga Smartbank, para bien o para mal, nos deja un final de año de locos.

El sábado 28 de noviembre, a las 16.00h., el Fuenlabrada visitará la Nova Creu Alta para enfrentarse a un Sabadell que no tendrá ni 72 horas de descanso hasta el siguiente encuentro. 

Sin tiempo para analizar la derrota ante el Sporting, el conjunto de Hidalgo debe reponerse física y mentalmente a lo acontecido en El Molinón y centrarse en su próxima cita. Hacerse fuertes en casa es vital para los arlequinados, en aras de volver a la senda del triunfo. Un objetivo que, sin duda alguna, daría a los sabadellenses la calma y la convicción necesaria para lograr salir del pozo, para así dejar atrás ese lastre psicológico que arrastran desde las primeras jornadas. Y es que en el fútbol, al final, todo se ve mucho más claro cuando las dinámicas acompañan.