Un ejercicio perseverancia del CE Sabadell evitó que los 3 puntos volaran de la Nova Creu Alta, de lado del CD Castellón. El conjunto vallesano se repuso al gol de Eneko Satrústegui antes del descanso y, en el tiempo de descuento, logró un valioso punto ante un rival directo por la permanencia.
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La fe mueve montañas
El glorioso hizo valer su su fama de equipo compacto e intenso a nivel defensivo y muy efectivo a balón parado. Los pupilos de Óscar Cano salieron valientes y decididos a llevarse la victoria en un encuentro vital para sus aspiraciones de mantener la categoría. Una presión exhaustiva a la salida de balón arlequinada dificultó enormemente el trabajo de los locales para lograr dominar el encuentro e imponer su juego. Primero César Díaz y luego Zlatanovic dieron dos avisos serios de las intenciones visitantes.
Los sabadellenses, ante la imposibilidad de superar las líneas defensivas de los orelluts y elaborar situaciones de peligro, apostaron por un ataque vertical, buscando sus dos referencias ofensivas, Guruzeta y Stoichkov, para posteriormente abrir el juego a las bandas y romper la telaraña de la zaga castellonense. Una velocidad de circulación lenta y un césped muy maltrecho a causa de la lluvia complicaron dicho cometido.
Antes del descanso, un córner magistralmente servido por Marc Mateu, seguido de un desajuste defensivo lanero, llegaba servido en bandeja a Satrústegui. El navarro, con un gran cabezazo, batía a un Mackay que tocó el balón pero no logró atajarlo.
Pese al golpe moral que suponía un gol en contra antes del descanso, los arlequinados salieron más enchufados en la segunda mitad, circulando a una velocidad superior que en la primera parte. El conjunto de Óscar Cano, arrastrados por la propia inercia del partido y con las piernas algo más faltas de energía, fueron replegando sus líneas poco a poco, cediendo la iniciativa.
La entrada de Víctor García y Néstor Querol dotó al ataque del Sabadell de más profundidad. De nuevo el cambio de sistema, a línea de 4 defensiva, dio un resultado positivo al conjunto de Hidalgo. Como en ocasiones anteriores, dotar de más consistencia las bandas facilitó a los vallesanos la tarea de asedio a los rivales.
Con la entrada de Édgar Hernández llegaron los mejores minutos de un equipo que creyó en el empate hasta el final. Pese a las imprecisiones ofensivas provocadas por los nervios y la necesidad de no perder ante un rival directo, las embestidas sabadellenses cosecharon sus frutos. Prácticamente en la última jugada de partido, un centro mal despejado llegó a las botas de Néstor. El del Grao de Castellón, con una imparable volea, puso las tablas en el marcador.
El empate fue muy celebrado por los locales. Y es que, en un inicio de temporada marcado por las desgracias en forma de goles en contra en los últimos minutos, los pupilos de Hidalgo parecen haber logrado revertir la situación y convertirse en una escuadra capaz de remontar situaciones adversas en los instantes finales. La fe y la perseverancia de los futbolistas en la idea de su entrenador y el proyecto de club son, en dicho cambio de tendencia, un activo muy importante a tener en cuenta.
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Antonio Hidalgo: "El equipo ha demostrado que cree en lo que hace"
El técnico arlequinado se mostró muy satisfecho por el punto logrado en rueda de prensa, especialmente después de ver como una vez más el equipo se repuso a una situación adversa con carácter y perseverancia:
"Es un punto importantísimo. El equipo ha demostrado que cree en lo que hace. Es vital sumar cada semana porque a final de temporada esto tiene mucho valor. El punto reafirma nuestro trabajo".
Uno de los temas más recurrentes de la comparecencia fue las preguntas de los periodistas en relación a los fichajes. Las carencias que muestra el equipo en zona de creación han dificultado que el Sabadell pudiera imponer su estilo de juego ante los rivales. Hidalgo, tajante, apuesta por mantener la calma y meditar cada incorporación:
"Tenemos que analizar nuestras necesidades y posibilidades. Si viene alguien (fichado), tiene que mejorar con creces lo que actualmente hay. Mis jugadores se dejan la piel en el campo y estoy muy contento con su trabajo".