Un Real Madrid falto de ideas, de ocasiones y de fútbol consiguió sacar tres puntos de oro en un campo realmente complejo. A pesar de las carencias futbolísticas del conjunto madridistas, los chicos de Ancelotti volvieron a demostrar que son un líder muy sólido en LaLiga.

Así se planteó el choque desde los banquillos

Comenzando por el conjunto local, Andoni Iraola alineó a Luca Zidane en portería; línea de 4 para Balliu, como lateral diestro, Mario Suárez y Catena, como pareja de centrales, y Fran García en el lateral izquierdo; doble pivote formado por Comesaña y Óscar Valentín; Bebé como extremo derecho, Álvaro García en el costado izquierdo y Trejo como enganche, por detrás de Sergi Guardiola que fue el hombre más adelantado del conjunto rayista.

En el Rayo Vallecano los futbolistas más destacados fueron Luca Zidane y Óscar Trejo. El hijo de Zinedine Zidane consiguió desbaratar una ocasión muy clara de Marco Asensio y transmitir una gran seguridad bajo palos durante todo el encuentro. Y, por su parte, el mediapunta argentino fue el futbolista más desequilibrante jugando entre líneas.

Luca Zidane | Foto: Getty Images
Luca Zidane | Foto: Getty Images

En el lado opuesto, el Real Madrid de Carlo Ancelotti salió al verde con la siguiente alineación: Courtois bajo palos; Carvajal, Militao, Nacho, supliendo la baja de Alaba, y Mendy; el centro del campo clásico con Casemiro, Modric y Kroos; y el nuevo tridente de los blancos formado por Vinicius, Benzema y Asensio.

Es decir, Carleto tan solo introdujo un cambio sobre el once tipo del Real Madrid y, ese cambio, fue obligado por la baja de David Alaba. Esto vuelve a demostrar la fe ciega del técnico italiano por sus titulares, Ancelotti no considera que pueda realizar ningún cambio y esto acabará por resentir físicamente al equipo, de hecho, ya está ocurriendo.

En el Real Madrid el mejor futbolista sin lugar a dudas volvió a ser Thibaut Courtois que salvo al conjunto blanco en diversas ocasiones. El belga intervino trascendentalmente para impedir que el Rayo se pusiera por delante en el marcador, lo que hubiera puesto el partido muy cuesta arriba para la escuadra madridista. Por otro lado, Marco Asensio también fue de los más destacados. El mallorquín fue el jugador de campo más activo y, aunque no estuvo acertado de cara a puerta, fue el que más hostigó la meta de Luca Zidane.

Cómo transcurrió el partido

La primera parte fue un intercambio de golpes entre ambos equipos. El Rayo fue capaz de imprimirle una gran intensidad al juego y el Real Madrid supo aguantarle el ritmo e imponerse en determinados momentos. La faceta a destacar por parte de la plantilla blanca es que consiguieron combinar vertiginosamente en la salida de balón y la medular para zafarse de la presión rayista. Conforme fueron pasando los minutos, esa intensidad fue bajando y ambos equipos se estancaron en cuanto al juego. Es cierto que el Real Madrid dominó, pero las únicas ocasiones claras de las que gozó fueron dos disparos de Marco Asensio.

La segunda mitad comenzó siendo dominada por un Real Madrid que era consciente de la importancia de los tres puntos que había en juego. Los blancos trataron de volcarse sobre el área defendida por el Rayo Vallecano, pero la imprecisión de los futbolistas de la medular y las carencias tanto de Vinicius como de Benzema para crear peligro supuso que los madridistas no llegaran con claridad. Finalmente, en una acción combinatoria entre Benzema y Vinicius, paradójicamente los dos peores jugadores del Real Madrid hasta ese momento, culminó con el tanto del francés. El brasileño en boca de gol volvió a demostrar que su mejora futbolística no se trata de la definición o de tener más suerte de cara a puerta, sino una clara mejora en la toma de decisión. Vini estaba solo frente a Luca Zidane, pero decidió cederle el gol a su compañero de ataque en una acción de solidaridad y asegurar un gol que dieron la victoria a su equipo.

Decepcionante actuación de Vinicius y Benzema

Dejando de lado el gol, cabe repasar, como he mencionado anteriormente, el mal partido de la dupla que tantas alegrías viene dando el Real Madrid. Benzema no se encontró durante todo el partido, el galo estuvo perdido, sin encontrar su sitio y, sobre todo, sin encontrarse con el balón. Karim estuvo muy alejado del nivel al que acostumbra a estar.

Por su parte, Vinicius continúa su mala dinámica. El joven brasileño lleva unos cuantos partidos en lo que está siendo incapaz de desbordar, superar a sus marcadores o generar situaciones de peligro en el área rival. A pesar de estar desacertado, en los partidos anteriores Vini había sido el que más lo había intentado, sin embargo, ayer desapareció por completo. Y, en las pocas que tuvo para correr y driblar, no pudo irse de ningún defensor.

Este equipo depende mucho de estos dos futbolistas a los que se le debe exigir más. Es cierto que, ayer, entre los dos dieron la victoria al Real Madrid. Pero, si se valora el cómputo global, su partido dejó mucho que desear.

El campo no es culpable del mal momento del Real Madrid

Tanto Thibaut Courtois, a pie de campo, como Carlo Ancelotti, en rueda de prensa, hicieron mención al terreno de juego como principal culpable de no haber podido desplegar su fútbol. Ambos comentaron el mal estado del Estadio de Vallecas y dejaron entrever que LaLiga debería regular el estado de los terrenos de juego para no tener que jugar en campos como este. Sin embargo, esta falta de juego, fútbol e ideas del real Madrid en la tarde de ayer no es algo inédito. El conjunto merengue lleva un mes en el que físicamente no da para más y futbolísticamente parece muy mermado y sin ideas. Por tanto, no puede echarse la culpa al campo de un club modesto, de barrio, para justificar su deplorable estado de forma.

Por otra parte, también es cierto que, en el día de ayer, hubo determinadas actuaciones que deben ser sancionadas y revisadas por la competición doméstica. En primer lugar, no puede ser que un futbolista tenga a los aficionados a menos de un metro cuando va a lanzar un córner. Kroos tuvo que escuchar todo tipo de insultos en cada saque de esquina y, no solo eso, sino que los espectadores más cercanos al banderín incluso pudieron llegar a tocarle.

Parece algo inverosímil en el fútbol de nuestros días, pero así ocurrió y, parece que LaLiga debería revisar las condiciones de la grada de este estadio. Y, en segundo lugar, la lamentable imagen que se vio en uno de los saques de puerta de Thibaut Courtois cuando un energúmeno trató de escupirle. Teniendo en cuenta que LaLiga tiene las imágenes, ya que incluso salió por televisión, ese individuo debería ser identificado y vetado de todos y cada uno de los terrenos de juego de este país. El fútbol es un espectáculo, sí, pero un espectáculo de diversión y de emociones, no de insultos y faltas de respeto como las vividas ayer en el Estadio de Vallecas. Estas actuaciones penosas dejan en muy mal lugar a un Rayo Vallecano al que ni mucho menos representan esos impresentables.