Observando el rendimiento del Real Madrid en sus últimos partidos, parece necesario dar paso a futbolistas que aporten físico y, sobre todo, que generen fútbol en la medular. El físico y la calidad de Camavinga, sumado a la garra de Valverde, son la mejor solución para levantar la dinámica negativa del club blanco.

El cambio de posición de Camavinga

Comenzando por el francés, cabe destacar que su fulgurante comienzo con la elástica blanca ha ido apagándose y se han reducido notablemente sus apariciones. Es cierto que, Camavinga recaló en el Real Madrid muy joven y es normal que necesite un periodo de adaptación. Pero el internacional con Francia necesita minutos y confianza de su entrenador para demostrar su gran potencial.

Camavinga celebranddo su gol I Foto: Getty Images
Camavinga celebranddo su gol I Foto: Getty Images       

Además, Ancelotti suele usarlo como sustituto de Casemiro, es decir, como mediocentro defensivo o pivote. Esta posición supone retrasar a Camavinga de su zona de influencia. Al francés le gusta dirigir el juego desde la medular, bajar a recibir y hostigar al rival moviéndose y jugando entre líneas. Este fútbol es el que llevó al Real Madrid a depositar sus ojos en él, pero con el planteamiento que le ofrece Ancelotti en este equipo, parece que su función consta de robar y mantener un buen posicionamiento sobre el verde. Teniendo en cuenta que hablamos de un futbolista muy joven, en ocasiones a Camavinga le cuesta mantener la posición, tiende a subir y falla en entradas en las que, por ejemplo, Casemiro no fallaría. Pero esos errores puntuales no catalogan al francés como futbolista, sino que hay que tener en cuenta que está adaptándose y jugando en una posición que no es la suya.

Valverde merece más

Por su parte, Fede Valverde parece reclamar más minutos teniendo en cuenta su rendimiento y el fútbol tan pobre que está ofreciendo el Real Madrid en sus últimas fechas. El amor incondicional del pajarito por la entidad blanca es indiscutible. Su entrega por el equipo, ver como defiende esa camiseta, como lucha cada balón dividido, como es capaz de dejarlo todo en el campo por su equipo es digno de mención. Sin embargo, y aunque esto ha sucedido desde su llegada al Real Madrid, ningún entrenador ha apostado plenamente por el uruguayo. Ancelotti comenzó dándole una confianza mayor, pero tras la recuperación total de Casemiro y una pequeña lesión que sufrió Valverde, el papel del joven futbolista del Real Madrid parece haber quedado relegado a un segundo plano.

Gol de Valverde contra el Barça I Foto: Getty Images
Gol de Valverde contra el Barça I Foto: Getty Images       

Méritos ha hecho y sigue haciendo más que de sobra para ser titular en el Real Madrid. Cabe recordar que el gol que supone la victoria en el clásico de la Supercopa de España es de Fede Valverde. Asimismo, solo hace falta observar el último enfrentamiento de los merengues frente al Alavés para darse cuenta de la frescura que aporta el uruguayo a la plantilla madridista.

¿Por qué es su turno?

Indudablemente, el Real Madrid cuenta con uno de los mejores centros del campo de Europa. La medular formada por Casemiro, Kroos y Modric ha hecho historia en el fútbol y puede seguir haciéndola por el potencial de estos futbolistas. No obstante, en Europa ya no solo hace falta calidad, técnica y visión futbolística para cosechar éxitos; ahora el físico resulta imprescindible. A pesar del nivel estratosférico de estos tres jugadores, la acumulación de minutos y el desgaste físico hace mella en ellos y eso se refleja sobre el verde. El encuentro ante el PSG es buena prueba de ello. El conjunto parisino podía ser, a priori, superior en varias zonas del campo, pero nunca en la medular. Es decir, futbolísticamente es incomparable un centro del campo formado por Paredes, Verrati y Danilo a uno con Casemiro, Kroos y Modric. Y, aun así, los tres futbolistas del PSG consiguieron ganar la batalla en la medular y endosar un baño al Real Madrid que cabe olvidar.

Modric contra el PSG I Foto: Getty Images
Modric contra el PSG I Foto: Getty Images       

Por ello, la aparición de futbolistas como Camavinga y Valverde para la vuelta ante el PSG y para aprovecharlos el resto de la temporada parece muy necesaria. Si el Real Madrid quiere darle la vuelta al resultado cosechado en el Parque de los Príncipes, debe imponerse en el centro del campo, que es el área más débil del rival, y, a partir de ahí, generar fútbol para crear peligro. Para ganar esa batalla en la medular, lo primero que necesita Ancelotti es un efectivo más, es decir, pasará de jugar con un 1-4-3-3 a un 1-4-4-2. Con un futbolista más, el Real Madrid podrá generar una superioridad de la que no gozó en el partido de ida y que, podría ser un factor diferencial en la vuelta de esta eliminatoria.

¿Cómo encajarían Valverde y Camavinga en el once?

En primer lugar, el cambio de sistema que se ha comentado anteriormente es primordial para que ambos quepan en el mismo once. Hay que tener en cuenta que Casemiro no podrá ser de la partida en el choque ante el PSG, por tanto, esa vacante ya queda libre para uno de los dos futbolistas. Visto lo visto hasta el momento, parece que Ancelotti apostará por Camavinga en esa posición de pivote. Por otro lado, Carleto sacrificará a uno de los de arriba, seguramente Asensio, para colocar a un volante más en el centro del campo. Si este planteamiento fuera acertado, la alineación sería la siguiente: Courtois bajo palos; Alaba, Militao, Nacho, que sustituirá al sancionado Mendy, y Carvajal en la línea defensiva; Valverde, Camavinga, Kroos y Modric en la medular; y Vinicius y Benzema en la punta del ataque.

Camavinga y Valverde entrenando I Foto: Getty Images
Camavinga y Valverde entrenando I Foto: Getty Images       

Esta no es la única posibilidad que baraja Ancelotti. El técnico italiano también podría optar por mantener al tridente arriba y, por consiguiente, formar con tres en la medular. En este caso, para que Camavinga y Valverde compartieran titularidad, Ancelotti tendría que señalar a Kroos o Modric dejándoles en el banquillo en un partido de tal calibre. Parece difícil, pero también es verdad que al entrenador del Real Madrid no le tiembla el pulso a la hora de tomar decisiones complejas.