Reivindicarse y aprovechar cada segundo sobre el terreno de juego, esos son los dos objetivos que se marcan los pupilos de Diego Pablo Simeone que aún no han logrado hacerse un hueco en el once titular rojiblanco. Correa, Lucas, Thomas, Gaitán y Fernando Torres son los recambios más utilizados por el técnico colchonero hasta el momento, destacando, por encima del resto, el rendimiento que están ofreciendo `El Niño` y el argentino Ángel Correa, en las siete jornadas de Liga y dos partidos de Champions disputados.
El delantero de Fuenlabrada no ha perdido su olfato goleador en esta nueva campaña y parece dispuesto a prolongar el gran estado de forma que demostró en la segunda vuelta de la pasada temporada, donde marcó un total de 12 goles y fue decisivo para que el Atlético pudiera pelear por el liderato hasta las últimas jornadas de competición. Cierto es que la sana competencia interna existente en la plantilla rojiblanca se maximiza en las posiciones de ataque, habiendo hasta cuatro jugadores capaces de desempeñar la función de delantero (Gameiro, Griezmann, Correa y el propio Torres).
Fernando Torres suma dos goles y dos asistencias en esta temporada
El `9` del Atlético acabó la temporada consolidado junto a Antoine Griezmann en la dupla ofensiva del equipo , y ha empezado esta quedándose en un segundo plano tras el millonario fichaje de Kevin Gameiro. Sin embargo, la ambición del jugador y sus ganas por seguir defendiendo la elástica rojiblanca siguen intactas, como siempre, y lo demuestra en cada oportunidad que el Cholo le concede.
Torres ha asumido a la perfección su nuevo rol de revulsivo, de ser ese jugador capaz de acabar de agotar a la defensa rival con sus carreras y sus desmarques y, por supuesto, de marcar cuando se presenta la oportunidad. Esta temporada ya ha marcado dos tantos saliendo desde el banquillo, su víctima fue el Sporting de Gijón, contra quien logró marcar un doblete en los 20 minutos que estuvo en el campo. Además, también suma dos asistencias directas de gol, lo que demuestra su gran aportación al colectivo y estrenó titularidad en Europa en el partido contra el Bayern de Múnich (1-0).
Fernando Torres ha jugado 218 minutos y Correa 254, siendo los mejores revulsivos de la LigaPor otro lado, `el demonio argentino`, Ángel Correa, cada vez convence más al Vicente Calderón y a su cuerpo técnico. El joven jugador de, tan solo, 21 años de edad sigue demostrando la calidad que le atesora, como lleva haciendo desde que llegó a la capital madrileña. Con sus problemas cardíacos más que superados, Correa solo piensa en hacer lo que un día vio peligrar: jugar al fútbol. El futbolista rojiblanco ya es apodado por muchos como "el nuevo Kun", con todo lo que conlleva, y su dinamismo, velocidad y eléctrico juego hacen de él una auténtica joya en continuo aprendizaje y formación.
Al igual que Fernando Torres, sus cifras goleadoras son más que satisfactorias teniendo en cuenta que solo ha sido titular en dos ocasiones en Liga y acumula ya dos goles en su cuenta particular. Correa ha marcado, nada más y nada menos, que en Balaídos y en el Camp Nou, dos de los estadios más difíciles de la competición, logrando, en este último caso, el empate a uno que provocó el reparto de puntos con el conjunto blaugrana. Ha sido titular en dos ocasiones, la última frente al Deportivo de la Coruña y, poco a poco, va cogiendo protagonismo dentro de la plantilla, siempre desde el sacrificio y la humildad que le caracteriza.
Fernando Torres y Ángel Correa son dos buenos ejemplos de cómo se debe trabajar dentro de un vestuario tan competitivo, trabajo que esta temporada está saliendo más a la luz gracias al cambio de metodología que ha experimentado Diego Pablo Simeone a la hora de realizar los cambios. Si en las temporadas anteriores rara era la vez en la que un suplente salía al campo antes del minuto 70 de juego, en esta, en ese mismo momento del partido, ya ha realizado dos de las tres posibles sustituciones. El fondo de armario y la plantilla tan completa con la que cuenta el Atlético en esta campaña son, sin duda, los dos grandes motivos por los que el técnico puede permitirse dar oportunidades a quienes también lo merecen, a la par de dar descanso a los más habituales.