Se presumía un partido parejo, igualado y peleado. Y lejos de engañar a los pronósticos, así fue. El Alavés, algo superior al Betis en ciertas fases del partido, se impuso por la mínima en Mendizorroza y consiguió su segunda victoria en casa esta temporada. Deyverson fue el encargado de materilizar esta ventaja tras un magnífico pase de Toquero. Camarasa y Ceballos fueron los mejores de un partido dormido en la primera mitad y revolucionado en la segunda.

Poco fútbol, muchas faltas

El partido comenzaba muy trabado, el Alavés dominaba el balón en el medio campo y el Betis esperaba en su campo sin que pareciera importarle mucho este hecho, parecía un pacto de no agresión. Pacto que se fue disipando con los minutos tras los tímidos intentos del Alavés sobre la portería de Adán. Camarasa, muy activo durante el día de hoy, sería el primero en intentarlo cogiendo el rechace de un córner que enviaría al lateral de la red de la portería bética.

La iniciativa llevada a cabo por el conjunto vasco solía ser finalizada con centros de Toquero desde la derecha. Tras un fallo del Betis atrás, el ex del Athletic puso un balón envenenado para Deyverson que acabó despejando Adán con los puños. El brasileño llegó tarde y golpeó al cancerbero bético que se retorcía en el suelo. Eso fue lo más significante que ocurriría en los primeros cuarenta minutos, además de las constantes faltas del "glorioso", que el Betis no supo aprovechar a balón parado.

La lesión de Joaquín y un más que posible penalti de Feddal sobre Ceballos al filo del descanso, fue lo más destacable en el cuadro andaluz.

A partir de esto, el Alavés se iba a animar e iba a ser más incisivo. Ibai realizaba el primer disparo entre los tres palos que bloquearía Adán. Poco después, Deyberson realizaba un remate acrobático y enviaba el balón fuera de la portería de Pacheco. Avisaba en Alavés. Al contrario que el conjunto sevillano. La lesión de Joaquín y un más que posible penalti de Feddal sobre Ceballos al filo del descanso, fue lo más destacable en el cuadro andaluz.

Cambio de tónica al descanso

La salida de vestuarios revolucionó a los dos equipos. Se crearon espacios y comenzó un juego de ida y vuelta que no se había visto en la primera mitad. El Betis iba a tener su primera ocasión nada más comenzar. Rubén Castro se quedaba solo ante Pacheco y remataba por abajo de forma sutil pero el arquero pacense adivinaba las intenciones del punta y conseguía sacar el balón. No se lo creía Rubén. Era la ocasión más clara del partido hasta el momento.

El cuadro vasco iba a replicar rápido. De nuevo el joven Camarasa estaba a punto de anotar con un gran disparo que José Carlos desviaba a córner. Se sentía muy cómodo el conjunto vitoriano y esa comodidad no tardaría en reflejarse en el marcador. Corría el minuto 57 de encuentro cuando Toquero realizaría su enésimo pase (esta vez por bajo) desde la derecha, dejaba un balón extraordinario a Deyberson. El ariete carioca tan solo tendría que empujar el balón para anotar el primero y único tanto de la noche. Es cierto que hay que estar ahí para meterla pero el mérito del gol es principalmente de Toquero. Los años parecen no pasar para el incombustible delantero vasco.

Tras el gol, los equipos se cerraron más y el partido se relajó en términos de ocasiones ya que las faltas y los encontronazos entre los jugadores continuaron produciéndose constantemente. Entre tanto Camarasa siguió jugando a lo suyo, el ex del levante recogió un balón rechazado tras un córner y probó un tiro que se fue lejos de los tres palos.

El Betis debía reaccionar con el marcador adverso pero estuvo lejos de conseguirlo. La entrada de Zozulia no aportó nada al equipo. Tan solo Rubén Castro o Dani Ceballos parecían los más metidos en el partido y los que presumiblemente más opciones tenían de generar peligro. El grancanario lo intentó con una falta desde escasos metros fuera del área, al igual que Ceballos que dispararía tras una acción individual. Pero hoy no era el día, ambos disparos fueron respondidos con sendas paradas de Pacheco.

Antes, el omnipresente Camarasa lo habría intentado con otra contra en la que pecó de avaricioso. No pudo ser. Aún así, el chaval estará contento, su equipo acabará el año con la mitad de los deberes hechos. Al contrario que el Betis, que si bien es cierto que ha mejorado mucho, deberá hacer algo más arriba si quiere continuar con ese gran cambio impuesto por Víctor. Todo se verá.