El Celta de Vigo vuelve a perder tres puntos vitales antes un gran Getafe, que no le dio opción alguna en todo el partido. Los de Unzué practicaron un juego lento, sin ideas, sucumbiendo a la buena presión en el medio del campo por parte de los azulones y a las rápidas transiciones y contras del equipo local. Dos grandes goles de Ángel y uno de Jorge Molina daban la victoria a los madrileños, alejando al equipo gallego de los puestos europeos.

El balón, del Celta

El partido comenzaba con una ligera presión por parte del Getafe a la salida de balón visitante. El Celta lograba sobreponerse con el dominio de la pelota. Pese al control del juego, el club dirigido por Unzué no lograba llegar a área rival para buscar la portería definida por Guaita. El cuadro local no conseguía hacerse con la pelota, y continuaba con su plan inicial, mientras los visitantes trataban de avanzar poco a poco. Los primeros quince minutos se destacan por las interrupciones, lo que hacía difícil que el partido tuviera ritmo.

El Getafe comienza a acomodarse

La primera ocasión llegaría de los pies de Amath. El jugador azulón mandó a la derecha de la portería de Rubén un disparo que semejaba a placer para mandar el balón al fondo de las mallas, dentro del área rival, en el minuto 17. El Getafe parecía comenzar a entrar en el partido y a sentirse cada vez más cómodo, ejerciendo una gran presión en el medio del campo y dificultando el juego combinativo más allá de su propio campo. Los locales buscaban robo rápido combinado con transiciones veloces, sin mucho éxito. Sin embargo, el partido no variaba en exceso. El Celta seguía con el dominio de la posesión, sin muchas ideas ni espacios, ante un Getafe que ejercía una intensa presión, en ciertos momentos, muy elevada.

Los azulones aprietan

Una nueva ocasión de los azulones metía el nerviosismo en el cuerpo celeste. En el minuto 30, de nuevo Amath se internaba solo y escorado en el área tras recibir un gran pase, pero su centro al área pequeña no encontró rematador y fue despejado por la zaga celeste. En el minuto 34 le tocó volar a Rubén Blanco para desviar un gran disparo de Fajr a la escuadra derecha defendida por el joven portero celeste. El Getafe comenzaba a apretar, hasta que en el minuto 37 llegaba el primer tanto del partido por parte del conjunto local. Un error de Aspas le hacía llegar el balón a Amath, que con un pase se la daba a Ángel, al que le bastaban pocos toques para plantarse en la frontal del área y batir por bajo y pegado al palo a Rubén Blanco para subir el primer tanto al marcador. La primera parte terminaría con una gran intevención de Guaita a un disparo celeste, y con el goleador, Ángel, dolorido en el suelo. El dominio de balón del Celta no le sirvió para marcharse con ventaja en el marcador.

Cambio de dinámica

La segunda mitad comenzaba con el primer acercamiento azulón al área de Rubén. Un buen pase de Ángel fue atrapado por el portero celeste, desbaratando la ocasión. El juego del Celta parecía cambiar al inicio de esta parte, buscando un juego más directo y versátil, empleando menos toques para llegar al área de Guaita. En cambio, era ahora el Getafe el que tenía las ocasiones y el que parecía mostrarse más decidido a buscar el segundo, y así se demostró en el minuto 50. Un buen pase filtrado para Ángel, tras un nuevo error en el medio del campo visitante, le permitía acceder a la zona defendida por Rubén para ponérsela a placer a Jorge Molina, que solo tenía que empujarla para poner el segundo en el marcador.

Vuelta a la dinámica de la primera mitad

Tras el gol, el Getafe replegaba un poco líneas, ejerciendo una presión a tres cuartos y combinándola con una más elevada, buscando, nuevamente el robo y la salida rápida. Mientras, los de Unzué volvían al juego lento y sin ideas de la primera mitad, un juego impreciso que le impedía llegar a la portería local. En el minuto 61, el técnico navarro introducía al campo a Emre Mor y Radoja en busca de una remontada que parecía más que imposible. Cuatro minutos después, Rubén Blanco tuvo que lucirse para parar un gran disparo de Jorge Molina, tras un gran movimiento dentro del área, una ocasión que bien pudo ser el tercero para el conjunto local.

El Celta lo intenta, pero no lo logra

El club celeste parecía estirarse más en busca de un gol que le metiera en el partido, buscando balones por banda y centros al área azulona. Por el medio el Getafe estaba ofreciendo un gran trabajo y era muy difícil buscar balones entre líneas. La entrada de Emre Mor parecía darle mayor velocidad y versatilidad al equipo, algo que llevaba necesitando durante todo el encuentro. A la desesperada, Unzué daba entrada a la reciente incorporación Lucas Boyé para sacar del campo a Roncaglia, un cambio muy ofensivo para buscar la igualada en los últimos 15 minutos restantes. El Getafe seguía dominando en cuanto a las ocasiones, pero no en la posesión. Remy tuvo en sus botas el tercero, tras una jugada de gran velocidad, que fue taponada por la defensa celeste. Todo parecía acabar así, cuando apareció de nuevo Ángel en el minuto 84. El delantero tinerfeño empalaba con una volea espectacular un balón llovido del cielo para mandarlo al fondo de las mallas y poner el 3-0 en el marcador. El resultado no se movería, y el juego continuaría con la misma dinámica de todo el partido, hasta el pitido del árbitro en el minuto 93.