Jornada de infarto para echar el cierre a la temporada en Segunda División. Osasuna necesitaba ganar y esperar a que el resto de resultados le fuesen favorables. Y así ha sido: la derrota del Zaragoza en casa del Llagostera (6-2) y la victoria del Girona frente a la Ponferradina (1-0) han propiciado un triple empate a 64 puntos en el que los rojillos han salido victoriosos.
El conjunto de Enrique Martín salió a comerse el césped desde el primer minuto y disfrutó de varias ocasiones para adelantarse en el marcador, pero Esteban se convirtió en el héroe local desbaratando cada acometida rojilla. Sin embargo, en el minuto 36 de partido, Roberto Torres aprovechó un mal despeje de la zaga ovetense para recuperar el balón y ponerlo en el pie de Kenan Kodro, quien fusiló a placer al guardameta local. Gol que hacía justicia al monólogo navarro y que les metía en play-off como 5º clasificado, empatado a puntos con Alcorcón, Córdoba, Girona y Zaragoza.
La segunda mitad no podía comenzar mejor para el cuadro pamplonés: Josín derribaba a Kodro al borde del área y el árbitro decretaba la pena máxima. El jugador del Oviedo era expulsado y Roberto Torres transformaba el lanzamiento en el segundo gol de Osasuna. La escuadra asturiana intentó reaccionar, pero Nauzet lo evitó con dos buenas intervenciones consecutivas. Martín respondió sustituyendo a Pucko por Tano y a Kodro por Manuel Sánchez, pasando a jugar con defensa de 5 para conservar la ventaja.
Pero no todo podían ser buenas noticias: en torno al minuto 66 el Córdoba empataba y mandaba a los rojillos a la séptima posición. Cuádruple empate entre Girona, Alcorcón, Osasuna y Zaragoza que no valía a los navarros. Desde entonces las miradas se centraron, fundamentalmente, en El Toralín, donde un gol tanto del Girona como de la Ponferradina servía a Osasuna para alcanzar la sexta plaza, al igual que un tanto del Almería frente al Córdoba.
Mientras tanto el conjunto rojillo seguía a lo suyo, y en el minuto 76 Roberto Torres firmaba su segundo tanto. El de Arre demostró su clase con una preciosa vaselina ante Esteban. Y 10 minutos más tarde, 10 agónicos minutos después, se cumplió el milagro. El Girona marcaba y Oier hacía el cuarto en el Tartiere rematando en el área pequeña un centro raso de Nino. Los más de 700 aficionados desplazados desde Navarra entraban en éxtasis, Osasuna era sexto.
La audiencia del Ponferradina – Girona se disparó en Navarra. Los rojillos lo tenían hecho y el pase al play-off dependía de ese partido. Urko Vera se unía a la fiesta y marcaba la manita en el minuto 92. El árbitro decretaba el final y los jugadores navarros esperaban la conclusión del encuentro de Ponferrada. Dos minutos de nervios que acabaron con el mejor final posible: victoria del Girona y explosión de alegría en la grada y el banquillo visitantes.
Osasuna pone así la guinda a una temporada extraordinaria. Es sexto clasificado y se enfrentará el miércoles a las 20:00 horas al Nàstic en El Sadar. Se cumplió el milagro.