Sonrisas sin brillo

Sonrisas y más de un bostezo se dejaron ver en los Campos de Sport de El Sardinero en la tarde de hoy. Y eso que el Racing ganaba con solvencia a un Pontevedra que quiso más que pudo. Solidez, velocidad y la calidad que poseen sus delanteros. Con estos tres ingredientes doblegó el conjunto cántabro al Pontevedra, que afronta la temporada con la ambición de colarse en playoffs. Como decíamos, un fútbol más efectivo que bonito en un triunfo tranquilo, sin sufrimiento, dominando, de un Racing que sigue metiendo puntos a sus rivales directos. Jornada a pedir de boca para los de Ángel Viadero.

El cañón de Coulibaly enseña el camino

No obstante, como dice el técnico cántabro, ahora lo que valen son los goles y los puntos. Los equipos están en construcción y ganar es un éxito por si solo. Y con esa idea salieron los verdiblancos en la tarde de hoy, soleada y calurosa a orillas del Cantábrico. El Racing quería dominar desde el principio y se notó con un disparo de César Díaz que se marchó alto, con mucha intención. Una primera parte sin ritmo en la que el golazo de Coulibaly, en el minuto 8. Preciosa combinación del africano con su socio, Dani Aquino, y Couly que la enganchó para deleitar a El Sardinero con un auténtico golazo. Por la escuadra que se coló el chut del ariete senegalés, imparable para Edu Sousa.

La solidez defensiva y la calidad de los hombres de ataque le bastó al Racing

Con la tranquilidad que otorga el gol jugó el Racing desde ese momento. Un partido, como decíamos, sin ritmo y con un solo dominador. Los locales sacaban la pelota jugada y buscaban rápidamente las bandas y la zona de ataque, para explotar la velocidad y la calidad de los Héber, Aquino, Couly o César Díaz. El resto, juntos, arropados, sólidos y muy luchadores. Por su parte, sorprendió ver a un Pontevedra que, aún con el marcador en contra, esperaba a su rival y apenas tenía éxito en sus iniciativas. La pizarra de Viadero dominaba a la de Luisito.

Al poco de su gol quiso repetir Coulibaly desde lejos, pero esta vez no tuvo el mismo éxito. La réplica la tuvo Abel, pero atrapó un segurísimo Iván Crespo, que salvó de más de un gol a su equipo en la tarde de hoy. Pasaban los minutos y el control verdiblanco se imponía a los intentos pontevedreses. Intenciones por parte de los jugadores de calidad de ambos equipos pero sin éxito. Más si cabe en el Racing, con Héber, Coulibaly y Aquino combinando y haciendo buenas jugadas sin éxito en los últimos metros, en el último pase. Quiso estirarse algo el conjunto visitante en la recta final del primer acto, pero nadie llegó a un gran centro de Javi Bonilla ni tampoco Miguel, con un centrochut, pudo sorprender a Crespo.

Iker Alegre se marchó lesionado y ovacionado por El Sardinero: ¿esguince o algo más?

Así se llegaba al descanso, con mal sabor de boca debido a la lesión -aparentemente grave- de Iker Alegre y que suponía, en el minuto 45, el segundo cambio de Luisito -sustituyó a Portela de manera tempranera por su errores en defensa, incluído el gol-. La segunda mitad se presentaba con incógnita. ¿Podría mejorar e intentar igualar el Pontevedra? ¿Seguiría el Racing en la línea o buscaría sentenciar? ¿Aparecería Aquino para marcar y hacer su tres de tres?

Héber, decisivo por la zurda

Parecía más bien que lo segundo, porque salió el Racing a por todas y a dejar sentenciado el encuentro. Y solo cinco minutos después de la reanudación... penalti y sentencia. Gran jugada de Héber Pena por banda zurda, recortó, volvió locos a los zagueros granates, y cayó derribado en el área. No dudó Gómez Landazábal y señaló la pena máxima. Dani Aquino cogió el balón, con ambición, la que muestra con cada balón perdido, con cada ocasión fallada. Le pegó fuerte, potente, pudo tocar la pelota Edu Sousa pero acabó entrando. El segundo y prácticamente la sentencia. Mucho debían cambiar las cosas para ver una remontada visitante.

Coulibaly y Dani Aquino no pueden repetir y sentenciar

A partir de ahí, el Racing vivió sus mejores momentos. Jugando a la contra, con el Pontevedra intentando llevar la iniciativa al 100%, el conjunto cántabro encontró huecos. Buenos contraataques, sin éxito final, se pudieron ver en la segunda mitad. No estuvieron eficaces en este sentido los atacantes verdiblancos. No lo estuvo Coulibaly, que remató muy suave ante Edu Sousa tras recibir un gran balón de César Díaz desde el costado derecho. Instantes después respondía el Pontevedra con su 'chance' más clara. Apareció 'san Iván Crespo' para salvar a su equipo ante el disparo de David Añón.

Parecía animarse el encuentro pues, en la siguiente jugada, una gran salida de Granero, con potencia y zancada a la contra, no pudo ser finalizada con éxito por Dani Aquino. Se cruzó un defensa en su camino hacia el gol. Se seguía animando el encuentro con un disparo de Mateo que se marchó fuera. Parecía que el fuego del partido se avivaba, la grada se animaba y comenzaba a animar con todavía más entusiasmo a los suyos. Y a punto estuvo de celebrar -los locales- un nuevo gol. Más que gol, hubiera sido golazo. Jugadón de Héber Pena en banda, de nuevo, volviendo locos a sus marcadores y centro de Julen Castañeda con muchísima intención al primer palo. Ahí aparecía Dani Aquino para cabecear de primeras pero Edu Sousa estuvo hábil y rápido para intervenir. Paradón para salvar el tercero.

Poco más se pudo ver en los Campos de Sport durante los últimos veinte minutos de encuentro. Todo parecía decidido y los protagonistas se mostraban conformes -o resignados- con lo ocurrido durante la tarde. El Pontevedra pudo acortar distancias pero, volvió a salvar Crespo ante el trayazo de Javi Bonilla. Con el Racing debutaron el último fichaje, Caye Quintana, así como el canterano Laro Setién. Ambos lo intentaron y fueron protagonistas de la recta final de contienda. Más intenciones que acierto final y todo se encaminó hacia el pitido final sin cambios.

Debutaron el nuevo fichaje Caye Quintana y también el canterano Laro Setién

Victoria, sin brillo, pero dominando, creciendo y mostrando eficacia de un Racing que sigue metiendo puntos a sus rivales directos. Las sonrisas se multiplicaron por El Sardinero: la de Viadero, la de Crespo, la de Samuel, la del capitán, las de los goleadores, las de los debutantes, las de la afición. Porque en el fútbol, y más si cabe en los inicios, lo importante es ganar. Por su parte, el Pontevedra deberá seguir mejorando y mostrar una cara diferente a la que se vio Santander. El conjunto cántabro es colíder con siete puntos mientras que los gallegos ocupan la novena plaza con cuatro puntos.

Vídeoresumen del encuentro

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