El día 4 de enero de 2016 se anunciaba la llegada de Zinedine Zidane al banquillo del Real Madrid. El día 28 de mayo de 2016, en poco menos de cinco meses, el técnico galo levantaba al cielo su primera gran conquista, su primer gran título: la Copa de Europa, la ansiada Undécima que ponía un punto tremendamente dulce a una campaña plagada de altibajos.

El francés no había conseguido grandes números con el Castilla, al que no obstante tenía segundo clasificado a tiro de piedra del Barakaldo, líder, inmerso en la pelea por el objetivo de ser primero. El emapate a dos en Valencia precipitó la salida de Rafa Benítez, y Florentino Pérez decidió que sería el galo en hacerse con los mandos de la nave blanca, llenando de ilusión de nuevo a un madridismo entregado desde el primer día para con quien fuera su gran estrella hace una década.

Fuerte en casa, vulnerable fuera

Zidane comenzó con pulso firme en casa con grandes goleadas frente a Deportivo de la Coruña (5-0), Sporting de Gijón (5-1) o al Espanyol (6-0); mientras que seguía dejando ciertas dudas lejos del Bernabéu. Empató a uno con el Betis en su primera salida y consiguió una victoria agónica contra el Granada (1-2), para volver a empatar con el Málaga (1-1) justo antes de recibir al Atlético de Madrid. En esa primera gran cita, el equipo de Zidane naufragó, cayendo derrotado por 0-1 y distanciándose en 12 puntos con la cabeza de la clasificación.

A partir de ese momento, el Madrid no volvía a perder. 12 partidos de forma consecutiva con victorias para pasar de la docena a tan solo un punto de desventaja con los culés, incluyendo una victoria por 1-2 en el Camp Nou con uno menos de gran mérito, lo que colocó a Zidane en un puesto privilegiado. A pesar del tropezón en Alemania en la ida de cuartos (2-0 cayeron ante el Wolfsburgo), en la vuelta los madridistas le dieron la vuelta, y siguieron adelante en la competición.

Con Zidane, el Madrid ha ganado 22 de los 27 partidos  (81%) de los partidos que ha disputado

A pesar de sus intentos no lograron alcanzar al Barcelona, que consiguió ganar la Liga con tan solo un punto de margen, centrando a partir de aquel momento sus miradas hacia la Champions. Para ese momento, en el centro del campo Casemiro ya se había hecho indiscutible, al igual que Lucas Vázquez con el puesto de jugador número 12, mientras que Isco y James no conseguían jugar con asiduidad. Al técnico galo no le temblaba el pulso a la hora de sentar a los dos futbolistas, que no tuvieron un papel destacado en el tramo final de temporada, pero sí al inicio de la llegada de Zidane, aunque no respondieron.

En Milán, Zidane consiguió el más difícil. En su primera temporada como primer técnico de un equipo, el galo levantó al cielo de la ciudad italiana la Champions League, gracias al penalti anotado por Cristiano Ronaldo que de manera definitiva les daba la máxima competición continental. La Undécima, y su tercera 'Orejona' como madridista. Una como jugador, otra como asistente y esta última como primer técnico. El ciclo de Zidane no ha hecho más que comenzar.

Partidos Victorias Empates Derrotas Goles Favor Goles Contra
Liga 20 17 2 1 63 16
Champions League 7 5 1 1 9 4
Total 27 22 3 2 72 20