Espectáculo del submarino en Castellón. El Villarreal aplastó al Celta de Vigo en un duelo correspondiente a la octava fecha de La Liga. En la previa el encuentro pintaba parejo. De un lado estaba un conjunto amarillo venía se sacando resultados aceptables en sus últimas fechas. Del otro, estaba un Celta que venía envalentonado tras la heróica victoria ante el Barcelona. 

Historia encaminada desde el principio:

Los primeros minutos fueron extraños. Ninguno de los dos conjuntos había generado gran peligro y las acciones del juego se desarrollaban en el mediocampo. Sin embargo, el cotejo se rompió, a los ocho minutos, cuando Roberto Soriano le ganó la espalda a los dos centrales del Celta y marcó una diagonal para que Trigueros enviara un pase entre líneas y el ex Sampdoria pusiera el primer gol, tras definir con categoría ante el portero Sergio. A partir de ahí las cosas empezaron a ser más sencillas.

Tan solo cuatro minutos después, cuando los jugadores celestes todavía tenían su cabeza en el primer gol, el Villarreal encontró el segundo tanto mediante una de las vías más viejas del fútbol: la presión alta. En esa acción, Roberto Soriano subió a apretar al lateral derecho del Celta, Sisto, quien se vio obligado a devolver el esférico a su guardameta; pero éste al tener a Bakambu encima, haciéndole sombra, terminó tirando un pase morido que interceptó Soriano y terminó marcando un golazo desde afuera del área. Doblete para el volante.

Momento exacto del primer gol de Soriano. Foto: VAVEL.
Momento exacto del primer gol de Soriano. Foto: Silvestre Szpylma, VAVEL.

A partir de ahí, Villarreal entró en confianza y empezó a jugar más suelto dentro del terreno de juego. Con Bruno y Trigueros trabajando como ejes del equipo y con Sansone y Jaume Costa generando peligro por el sector izquierdo. Convirtiéndose ambos en la pesadilla del lateral, Hugo Mallo. 

El submarino, al darse cuenta de la gran cantidad de facilidades que otorgaba el Celta por el costado mencionado anteriormente, recostó su juego por ese lado, aumentando su dominio y generando llegadas de gol. Entre las que estuvieron un remate de Mario al minuto 17 y uno de Bakambu al 24. Los de Balaídos, por su parte, tardaron casi 25 minutos es asentarse en el campo y meterse en partido. A pesar de que en un los de Berizzo tomaron el esférico y tuvieron un par de chances, esa impresión inicial se quedó en un espejismo.

Los castellonenses, con el marcador y las circunstancias a su favor, decidieron tomar una postura de juego más conservadora, cediéndole la iniciativa al Celta, mientras ellos esperaban bien parados en su campo una oportunidad para contragolpear. Al minuto 38, esa estrategia tuvo su efecto, cuando tras un despeje de un tiro de esquina a favor del Celta, Sansone tomó la pelota y empezó una corrida de treinta metros, para cederle un pase filtrado a Bakambu, quien definió con categoría ante el portero y puso el 3-0. Regreso a la titularidad, con gol, para el congoleño. 

Momento exacto del segundo gol de Soriano. Foto: VAVEL.
Momento exacto del segundo gol de Soriano. Foto: Silvestre Szpylma, VAVEL.

En el segundo tiempo las cosas no cambiaron demasiado. El local continuó siendo quien ejercía el dominio y el cotejo parecía liquidado. En el minuto 48, el submarino consiguió el cuarto gol, con un poco de fotruna. Un tiro de esquina cobrado desde el sector izquierdo dio un rebote en el área y terminó estrellándose en Wass, quien con desazón veía como la pelota entraba en su propia portería, decretando el 4-0

En ese momento, ambos equipos bajaron en ritmo e intensidad. Celta intentaba, con más empuje que fútbol, hallar el gol de la honra. Villarreal, por su parte, empezó a racionar energías de cara al juego de Europa League de este jueves. Fue ahí cuando ambos entrenadores comenzaron a reservar fichas. Berizzo sacó a Aspas al minuto 58, para darle entrada a Giusseppe Rossi, que entró en medio de una ovación. Escribá, poco a poco, fue sacando a jugadores importantes, como a Bakambu, Sansone y Bruno Soriano, para darle espacio a Jonathan (que volvía de lesión), Alexandre Pato y Hernández. 

Los últimos veinte minutos no tuvieron mucha acción, sino hasta el final. Villarreal continuaba pegado a su libreto y Celta seguía impotente, sin encontrar espacios. Al minuto 90+2, llegó el quinto gol. Esta vez, mediante un desborde de Mario por el sector derecho que terminó en un centro para que cabeceara Pato. El balón se estrelló en el poste izquiero de Sergio, pero el rebote le quedó servido a Trigueros para que marcara.

De este manera, los de Fran Escribá continúan invictos en el campeonato, mientras que los celestes pusieron a fin a una racha de seis partidos sin conocer la derrota.

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Sobre el autor
Carlos Cifuentes
Colombiano, de pies a cabeza. Comunicación Social y Periodismo en la Universidad Externado de Colombia. Dando mis primeros pasos en el oficio más bello del mundo.