La lesión de Roberto Soldado en aquel fatídico partido amistoso de pretemporada en Riazor trastocó los planes del club. Además de ser la gota que colmó el vaso para que se hiciera realidad la marcha de Marcelino, ese día el Villarreal perdió a uno de los hombres más importantes en las posiciones de ataque. El '9' amarillo se iba a pasar 6 meses en el dique seco con la previa de la Champions a la vuelta de la esquina.

Toda la plantilla acusó su baja, pero en especial lo hizo Cédric Bakambu. El congoleño se habituó la pasada temporada a compartir la titularidad con Soldado, y la ausencia de este en el equipo ha pasado factura a su rendimiento.

Con la lesión del ariete valenciano, las oficinas del Villarreal echaban humo. Se necesitaba un nuevo delantero que pudiese suplir esa demarcación con garantías, y pudiese acompañar a Bakambu en la punta del ataque. El Submarino Amarillo ya se había reforzado durante el verano en la parcela ofensiva con la llegada de Nicola Sansone, procedente del Sassuolo y Alexandre Pato. Pero, tras este contratiempo, se quedaban con tres delanteros (los ya mencionados Sansone, Pato y Bakambu). 

Para cubrir la posición de cuarto delantero se decantaron por el joven atacante colombiano Santos Borré, que llegaba en calidad de cedido procedente del Atlético de Madrid por una temporada. Borré apenas tuvo tiempo para adaptarse, ya que el día siguiente de su fichaje por el Villarreal, tuvo que debutar con los amarillos en la ida de la fase previa de la Champions League frente al Mónaco. 

Rendimiento de Bakambu con el resto de delanteros

Que el nivel de Cédric Bakambu sin su mejor aliado en la delantera ha sido menor del esperado es evidente. No es solo una sensación, las cifras también lo confirman. Mientras que la temporada pasada fue uno de los máximos goleadores de la Europa League, este año no ha conseguido ver puerta en los 6 partidos que ha disputado. Por otra parte, en liga, ha marcado 4 goles en 14 partidos. Unos pobres números para cualquier delantero, pero sobre todo para él tras lo que demostró el año pasado.

El congoleño se ha visto desamparado sin su mejor socio en la punta del ataque. Ni Sansone, ni Pato ni Borré han conseguido que el '17' amarillo se sienta igual de cómodo que la pasada temporada. La razón es que son jugadores muy diferentes y con roles diferentes a los que desempeña Soldado sobre el campo.  

En el caso de Sansone, nos encontramos ante un ratón de área o un falso '9'. Le gusta ir al espacio, a la espalda de los defensores, regatear y posee buen manejo de balón. Cuando juega con Bakambu en la punta del ataque, es el congoleño quien (por complexión física) tiene que ir a buscar el balón al pie y tratar de girarse para encontrar a sus compañeros. Esto le perjudica enormemente al no tener un gran manejo del esférico ni ser un gran pasador. Además, se encuentra muy alejado de la portería contraria, por lo que se siente fuera de su hábitat.

El brasileño Alexandre Pato, el cual ya se encuentra fuera del Villarreal tras la llamada del fútbol chino en el mercado invernal, fue de menos a más. Los primeros meses se notaba que todavía estaba cogiendo la forma física por lo que, evidentemente, no fue el mejor compañero para Cédric arriba. Una vez entró en ritmo de competición, ambos se alternaban a la hora de ofrecer el pase al pie a los centrocampistas para tratar de girarse o abrir a las bandas. El brasileño fue el que más se acercó a las prestaciones que ofrecía Soldado. Obviamente no disponía del físico del valenciano y también tendía a buscar la jugada individual y el regate, con lo que Bakambu no disponía de tantos balones al espacio de su compañero.

Por último, el caso de Santos Borré es el más claro. Ambos delanteros cuentan con un gran físico, pero a ambos les falta control de balón. Esto provoca que se pierdan balones y que apenas puedan combinar entre ellos. Ha sido por ello la opción menos utilizada por Escribá para formar la dupla atacante.

Rendimiento de Bakambu con Soldado

Roberto Soldado ha acompañado en la punta de ataque al '17' groguet en tan solo dos partidos ligueros la presente campaña. En ambos Bakambu ha conseguido ver puerta, aunque el tanto frente a Osasuna no subió al marcador, ya que quedó anulado por un fuera de juego inexistente. 

Cédric Bakambu celebrando su gol ante el Real Madrid | FOTO: PhotoSilver (VAVEL)
Cédric Bakambu celebrando su gol ante el Real Madrid | FOTO: PhotoSilver (VAVEL)

La mejora de Bakambu al lado de Soldado es evidente, y se debe a que se complementan a la perfección. Roberto es un jugador corpulento, con una gran capacidad para bajar los balones, controlar de espaldas sin perder el esférico o sacando una falta. Una vez lo consigue, tiene una gran visión de juego y calidad técnica para poder abrir a las bandas, dejarla de cara para uno de los dos centrocampistas que se incorporan al ataque o dársela directamente a Bakambu que ya está corriendo al espacio. Además, tiene la capacidad de escoger siempre la opción correcta. No suele perder balones y permite al equipo subir en bloque al ataque. Con ello, el delantero congoleño se descarga de hacer el "trabajo sucio" y tiene más libertad de encarar a portería.

Por último, pero no por ello menos importante, están compenetrados también en carácter. Bakambu es un tipo tranquilo, que no suele protestar muy efusivamente y a veces parece que le falte intensidad, aunque cuando arranca en carrera es imparable. Por el contrario, Soldado es un jugador de sangre caliente, suele protestarlo todo, pone intensidad en cada acción que realiza sobre el campo y contagia a sus propios compañeros, quienes están más activados cuando él está sobre el terreno de juego. Esta combinación de garra y sangre fría les hace dos peligrosas armas con las que espera poder contar el Villarreal hasta el final de temporada.

Por todo ello, seguro que Cédric Bakambu querrá tenerle a su lado en el campo el máximo tiempo posible. Es su pareja ideal en el ataque, es su media naranja, es Roberto Soldado.

 

 

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Sobre el autor
David Moliner
Periodismo en la Universidad Internacional de Cataluña.