Desde hace una década, los fans de la NHL disfrutamos del día de Año Nuevo de una manera especial. Con una recuperación en algunas ocasiones complicadas, ante las típicas celebraciones del cambio de año, qué manera de hacerlo bien acompañados que por nuestra liga favorita y partidos en recintos más grandes y al aire libre, que nos han dejado algunas ediciones pasadas, imágenes que son historia de la liga y del deporte mundial.

En esta ocasión, se enfrentaban por una parte los Buffalo Sabres y los New York Rangers. Pese a ser en el estadio de los NY Mets de baseball (MLB), los Sabres jugaban de local y los Rangers de visitantes. Aunque el frío era evidente, acompañado de unas fuertes rachas de viento helado, las gradas estaban llenas y el ambiente era excelente, como suele suceder en especiales días del deporte norteamericano. El partido se jugó pasado el mediodía en la Costa Este y el sol brillaba, pese a las frías temperaturas ya comentado antes. El factor sol es clave para jugadores que están acostumbrados a jugar bajo techo, por lo que su mención no es algo banal. En algunos momentos del primer periodo, los porteros tuvieron algunos problemas siguiendo la alta velocidad del disco.

Carey abría el marcador

El primer gol llegó pronto en el primer periodo, cuando Paul Carey marcaba tras un pase cerca de Lehner, el portero de los Sabres en este partido. 4 minutos después, los Rangers marcaban el segundo gracias a Grabner tras recoger un rechace a apenas metro y medio de la portería, después de una buena jugada entre Miller y Hayes. Así se llegaba al primer descanso, con los Rangers dominando en líneas generales.

Con el arranque del segundo periodo, transcurridos tan sólo 56 segundos de juego, los Sabres no iban a dar el partido por perdido, marcando Reinhart en Power Play después de un par de rechaces con Lundqvist totalmente batido. Pero para que el evento no fuera sólo aportación de los Rangers, en el tercer periodo los Buffalo Sabres daban la sorpresa al lograr empatar a dos el marcador, con un gol de Ristolainen, desde la línea azul tras una dura batalla en la valla trasera de los Rangers y un excelente trabajo de presión a los Rangers. Así se terminaba el tiempo reglamentario y obligaba a ambos equipos a jugar el Overtime.

Tras forzar los Sabres la prórroga, Miller sentenciaría para los Rangers Una vez llegado el breve periodo de 5 minutos y 3 vs 3, después de un par de minutos donde ambos equipos lograron tener ocasiones de gol, una penalización de los Sabres, hecha por Josefson, dejaba en Power Play a los Rangers, que no tardaron muchos segundos en aprovecharlo, marcando J.T. Miller después de una parada a disparo lejano por parte de Lehner, certificando la victoria Ranger y llevándose los 2 puntos en juego.