Lou Lamoriello, de 75 años de edad y de carrera absolutamente brillante en muchas facetas directivas, especialmente en la considerada una de las mejores gerencias de la historia del deporte estadounidense ( 27 temporadas en New Jersey Devils, con tres Stanley Cup en cinco finales. No clasificándose para playoffs sólo tres veces entre 1988 y 2012) firmó con los Leafs en 2015 un contrato de tres años en la dirección de esta histórica organización tras los que pasaría al puesto de consejero, pudiendo dar vía como máximos responsables deportivos a uno de sus dos asistentes durante estas tres temporadas: Kyle Dubas o Mark Hunter.
En estas tres temporadas ha logrado devolver a Toronto a playoffs en las dos últimas, conformando un jovencísimo equipo que cerca ha estado de eliminar en primera ronda de la Conferencia Este a uno de los grandes favoritos para la Stanley Cup 2018, los Boston Bruins.
Además de una gran estrella de futuro sobre la que empezar a hacer girar el equipo como es Auston Matthews, han sido responsabilidad suya incorporaciones decisivas para el porvenir del equipo como las de Patrick Marleau o el portero Frederik Andersen. Un equipo que, salvo obligadas e inmediatas decisiones sobre los futuros agentes libres Van Riemsdyk, Bozak (no restringidos) y William Nylander (restringido), no necesitará hacer demasiados movimientos para mantener su progresión en la búsqueda de una gloria que ha quedado ya extremadamente lejos en el tiempo para los Leafs.
¿NEW YORK ISLANDERS COMO POSIBLE ÚLTIMO DESTINO?
Los seguidores de la franquicia presidida por el histórico Brendan Shanahan quizás estén preocupados por la situación de que Lamoriello ya no esté al frente de todo, pero puede que aún lo estén más si tampoco continuase como consejero senior; algo con lo que se esta empezando a especular.
Chris Lamoriello, su hijo y actual "asistente de manager general" en los New York Islanders, podría ser una de las razones por las que quisiera volver a empezar con otro equipo en reconstrucción.
Jon Ledecky, co-propietario de unos desubicados "isleños" (ahora en Brooklyn, pero que jugarán de nuevo varios partidos en Long Island la próxima campaña) reconoció tener que "re-evaluar todos los aspectos" en la franquicia, lo cual ha sido interpretado por algunos medios especializados como una pretensión para hacerse con los servicios de Lou a partir de la temporada que viene.
Lo único cierto, no obstante, es que nadie más ha hecho ninguna declaración firme al respecto, y Lamoriello seguirá por el momento los pasos descritos por su contrato, los que el mismo delimitó en 2015 con el probable objetivo de una jubilación progresiva y un paulatino traspaso de poderes, esperando dejar señalado el camino en la esperanza de Toronto de volver a ser grandes algún día.