Max Pacioretty (29 años) se convertirá en agente libre el 1 de julio de 2019, lo que supone que tiene que darse alguno de estos dos movimientos, o la prolongación de su contrato o el traspaso del jugador para obtener una compensación por su salida. Pero apenas a dos semanas del inicio de la pretemporada no se ve paso adelante en ninguno de los dos sentidos.

Intereses contrapuestos

Y es que no es ningún secreto que el actual capitán del equipo no entra en los planes del gerente general Marc Bergevin, en marzo se rumoreó su traspaso a Vegas Golden Knights y en el verano se filtró el contenido de una reunión de la gerencia en la que se apostó por la salida del jugador. De hecho su agente confirmó un trato cerrado entre Montreal y Los Angeles Kings durante el draft 2018 que no se llevó a cabo por la falta de acuerdo entre jugador y el equipo californiano.

Integrado en Montreal, Pacioretty organiza un trofeo benéfico de golf anual Foto NHL.com
Integrado en Montreal, Pacioretty organiza un trofeo benéfico de golf anual Foto NHL.com

El jugador por su parte ha mostrado su interés por permanecer en Montreal, lleva una vida totalmente integrada en la capital de Quebec y preferiría no tener que desplazar sobre todo a su familia a otra ciudad con el inicio del curso escolar a la vuelta de la esquina.

La hora de jugar las cartas

Toda esta situación ha acabado generando un estado de cosas en el que ambas partes salen perdiendo en el momento actual, por un lado la gerencia de los Canadiens se encuentra con un activo que pierde valor de intercambio al saberse que el jugador no cuenta para el equipo, por el otro lado, el jugador se encuentra en una situación inestable que puede perjudicar su rendimiento y el futuro de su agencia libre en el caso de no realizar una temporada acorde a lo esperado. 

Por tanto es de esperar que de un modo u otro ambas partes lleguen a un acuerdo que si bien no puede llevar a una situación de ganancia para todos, si que pueda dar un grado de satisfacción razonable, como podría ser aguantar un traspaso hasta el cierre de mercado de 2019 antes de los playoffs, con lo cual el jugador pasaría la mayor parte del año escolar con su familia, y con una situación algo más estable, Pacioretty podría afrontar la temporada con más tranquilidad e incrementar su actual bajo valor de traspaso y como agente libre.

Pero toda esta situación de incertidumbre ha generado una distancia entre los protagonistas de la negociación que augura una resolución traumática de este asunto, aunque acabaron acudiendo, tanto el propietario de los Canadiens Geoff Molson, como Bergevin, excusaron su presencia en el torneo benéfico de golf organizado por Pacioretty, y con unos saludos más cerca de la corrección y la educación que del afecto, a lo que hay que sumar una negación por parte del agente del jugador de que haya realizado una solicitud de traspaso añadiendo que era un rumor propagado por la gerencia de los Habs para propiciar la salida de su representado.

Así los días del capitán de Montreal parecen estar contados, el como y el cuando parecen ser las únicas dudas a día de hoy, pero como buen culebrón, las sorpresas también forman parten del guión.