Después de años especulando con la posibilidad de contar con un equipo de hockey profesional en el noroeste de los Estados Unidos, finalmente la NHL a dado el paso definitivo y Seattle se convertirá en la franquicia nº32 de la liga.
Un remodelado KeyArena será el hogar de la nueva franquicia
El multimillonario David Bonderman, el productor de hollywood Jerry Bruckheimer y el CEO Tod Leiweke son los tres nombres fuertes detrás del proyecto de Seattle, el cuál necesitaba el 75% de los votos (24 votos) de los distintos gobernadores de la liga para superar el trámite, finalmente el comisionado Gary Bettman anunciaba que dicha decisión se había superado por unanimidad. El precio que deberán pagar por tener una plaza en la NHL será de $650 millones (hace un par de años Las Vegas pagó $500 millones), junto a esto estarán los más de $700 millones para reformar integralmente el KeyArena, hogar del futuro equipo.
Problemas de fechas
En principio el equipo de Seattle debía empezar a jugar en la temporada 2020/21 pero los más que posibles retrasos en las obras de remodelación del pabellón han hecho que la liga junto con los propietarios tomaran la decisión de retrasar la entrada de la franquicia un año.
Soporte de los fans
Otro aspecto destacado fue la recepción más que positiva entre los aficionados la noticia de que podían empezar a reservar abonos de temporada, en una hora se apuntaron 25.000 personas (dejaron el número en 32.000), dejando sus depósitos como garantía, mostrando al mundo del hockey hielo que realmente la gente de Seattle deseaba tener un equipo propio.
Nuevo sistema de realineamiento de las franquicias a partir de 2021/22
Con la entrada de Seattle en competición oficial sobre el hielo, la NHL dejaría de lado el actual sistema de realineamiento de los distintos equipos, siendo Arizona Coyotes el 'damnificado' por dicha entrada dado que los Yotes se mudarían a la División Central para dejar su hueco para la futura franquicia del estado de Washington en la División del Pacífico.
Cabe destacar que Arizona aún tiene que resolver varios problemas con su actual arena, y dado que Houston está a la expectativa de futuros sucesos, no sería de extrañar que de nuevo intentasen hacerse con una plaza en la NHL a costa del equipo del desierto.
