En Buffalo tienen en claro que este año no es el indicado para acceder a playoff como en el 2017. Es una franquicia en crecimiento que espera que su quarterback por excelencia, Josh Allen, acumule más experiencia y realice una producción mayor a la temporada 2018 que fue bastante por debajo a la esperada. Existe un atenuante: la lesión en el codo que lo tuvo a maltraer hasta el final de la etapa regular que lo dejó con récord de 5-6, 2074 yardas, 10 TD  y 12 intercepciones. De mantenerse sano, es la pieza fundamental de este esquema que tiene una proyección hacia 2020 en el que pueda disputarle a New England la división AFC Este. ¿Eso quiere decir que esta temporada planean se simple espectadores? De ninguna manera. Termina por debajo de Patriots puede ser el objetivo en el mediano plazo, pero pareciera que al momento de disputar esa plaza con Jets, por plantilla y expectativas, Bills se encuentra en un escalón inferior.

Las variantes ofensivas con las que pueda contar Allen son las principales incógnitas de este equipo. Por tierra, LeSean McCoy pagó muy caro la peor temporada de su carrera (cosechó 514 yardas y 3 touchdowns) y decidieron cortarlo. El arribo de T.J. Yeldon desde Jaguars es una interesante opción para mover el balón y ganar yardas en tercera oportunidad, pero no es la solución. Mucho menos la llegada del veterano de 15 temporadas como profesional, Frank Gore. Aquí es cuando aparece la opción de Devin Singletary, un joven captado en la tercera ronda del Draft 2019 que en tres años en la Universidad de Florida Atlantic, acumuló 4.000 yardas. La partido de McCoy lo posiciona como el corredor principal.

Por aire, Bills se vio obligado a meter mano en el cuerpo de receptores. Zay Jones y Robert Foster fueron los mejores de la nómina con 652 y 541, respectivamente. A ellos se incorporan Cole Beasley y John Brown para mejorar un sector que encontró armonía en la conexión que tuvieron Allen y Foster cuando concluía la fase regular anterior.

Altas

Ed Oliver (DT)

El tackle defensivo de primera ronda del draft 2019 llega como una de las incorporaciones más importantes. El ex universitario de Houston aportará mayor solidez defensiva y algunos lo comparan con Aaron Donald, figura de los cuerpos defensivos de Rams.

Cole Beasley (WR)

El cuerpo de receptores debe mejorar notoriamente después de la escasa producción del 2018. Beasley llega junto con John Brown después de superar las marcas de 600 y 700 yardas, respectivamente. Sin embargo, no parecen ser las primeras opciones para Josh Allen que, según reportes recientes, se lo vio muy conectado con Robert Foster.

T.J. Yeldon (RB)

La inclusión de Yeldon no es una solución para el ataque terres de Bill ni mucho menos será la primera opción para correr. Lo que el ex corredor de Jaguars puede ofrecer a la ofensiva de Buffalo es la posibilidad de ganar terreno en el campo de juego y mover el balón, especialmente, en terceras oportunidades.

Bajas

LeSean McCoy (RB)

No caben dudas que la baja de McCoy es una de las más rutilantes en estas semanas porque si bien se esperaba que en un futuro su participación en la ofensiva disminuyera, nadie imaginaba en el mundo Bills ocurriera en esta temporada. Sus números en el curso anterior no lo respaldan: 514 yardas y 3  touchdowns es una estadística muy pobre, la peor de su carrera.

Kyle Williams (DT)

El tackle defensive anunció su retiro luego de 13 temporadas en la franquicia. El veterano totalizó en toda su carrera 610 tackles, 48 sacks, 1 intercepción, 4 fumbles y forzó 6 recuperaciones del balón. Fue jugador de Pro Bowl en 2018. Bills completa el hueco vacío con Ed Oliver y será una de las defensas a tener en cuenta junto con su línea ofensiva durante la etapa regular.

Jugador a seguir

El corte de McCoy le abre las puertas al joven de la ronda 3 del draft 2019. Se esperaba que el corredor tuviera minutos con el correr de la temporada y así poder afianzarlo para el 2020, año que se suponía sería el RB principal. Singletary deberá demostrar que las 4 mil yardas acumuladas y los 66 touchdowns en la Universidad de Florida Atlantic no fueron casualidad, aunque en el ámbito de la NFL  la exigencia es mucho mayor y el proceso de adaptación será un factor fundamental. Desde afuera, parece tener las condiciones técnicas que sumadas a una consistente línea ofensiva pueden dar que hablar en los próximos meses.

Juegos más destacados

Jets, domingo 8 de septiembre y domingo 29 de diciembre

Patriots, domingo 29 de septiembre y domingo 22 de diciembre

Los rivales divisionales son los juegos más importantes que Buffalo afrontará esta temporada. Especialmente, sus cañones estarán apuntados a lo que pueda ofrecer Jets que se reforzó seriamente para luchar por un lugar en playoffs. New England seguirá siendo el líder de la división, pero para las expectativas futuras en cuanto a la competencia, estos 4 juegos divisionales son una interesante medida. Josh Allen cargará en su brazo la responsabilidad de demostrar que él es el quarterback indicado para el proyecto que imaginan en la franquicia aunque su mejoría tiene que ser notoria porque en estos tiempos no hay tiempo y paciencia para formar mariscales de élite.

Eagles, domingo 27 de cctubre

No todos los partidos de relevancia son divisionales. Un rival como Eagles le dará un panorama a Bills para saber cómo están para esta clase de partidos. Los agarra con rodaje y una carga de encuentros importantes como para intentar dar pelea ante uno de las franquicias más importantes de la NFC.

Sean McDermott

El entrenador en jefe tiene una carrera muy corta en el puesto. Desde 2017 conduce a Bills con un récord de 15-17 en fase regular y 0-1 en postemporada. Su principal objetivo de este año será conformar la base definitiva para encarar todos los objetivos del 2020. McDermott aspira a conseguir 7 u 8 victorias y quizás quedarse con un lugar en playoffs aunque lo más importante pasará por apuntalar a Josh Allen.