Fátima Álvarez Pérez

Aurelia Marín Ramón ha dejado un vacío muy grande en el atletismo español. Con 87 años y 37 años de experiencia en el deporte, la atleta ha fallecido en el hospital de Arrixaca por una enfermedad que acarreaba desde hacía algún tiempo.

La murciana, dedicada a la limpieza para el ayuntamiento de Murcia, comenzó a correr cuando tenía 50 años. Impulsada por la ilusión de sus doce hijos, acudía a las competiciones con un cargamento de ilusión y alegría que animaba a todos aquellos que estuvieran a su alrededor. Ahora las pistas murcianas lloran su pérdida y lamentan no poder volver a sentir sus pasos en cada entrenamiento, aunque su recuerdo siempre quedará en las retinas de sus compañeros de batallas.

Madre de doce hijos y abuela del velocista murciano Sergio López Barranco, Aurelia cambio la historia del deporte femenino del país, siendo una de las atletas más laureadas de la Región de Murcia. Comenzó sus andadas en 1995, cuando se estrenó por primera vez en un Campeonato del Mundo. Su economía no era tan holgada como para permitirse viajar a las distintas competiciones, pero gracias al Club de Veteranos de Murcia, algunos amigos y José Moreno, de Cajamar, logró viajar a los Estados Unidos con 250.000 pesetas. Allí logró una medalla de oro en el lanzamiento de peso y una de plata en 100 metros, llaves para su salto a la fama en el mundo del atletismo.

Aurelia Marín afirmaba que entrenaba un día sí y otro no, salvo cuando se acercaba una competición, que entrenaba al menos media hora al día. En su casa mostraba con orgullo, limpieza y orden cada uno de los trofeos que había acumulado. Vitrinas llegas de recuerdos que hoy acumulan una triste y fina capa de tristeza por no ser tocadas por las manos de su ganadora, luchadora siempre en el corazón del mundo del atletismo.